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CAPÍTULO VEINTIUNO<br />
SU MATRIMONIO<br />
Una de las características que yo quería en un esposo antes de casarme era que no le<br />
interesarán los deportes. Yo detestaba la idea de estar el resto de mi vida con alguien que<br />
pasara cada momento libre sentado en el sofá con el control remoto en la mano, mirando<br />
fúlbol, pelota, baloncesto y golf. Una de las cosas que más admiré de Michael cuando<br />
comenzamos a salir fue que nunca mencionó los deportes cuando estábamos juntos. De<br />
hecho, afirmó que se aburría por completo con los deportes. Te puedes imaginar mi asombro,<br />
cuando varios años después de estar casados, no solo se interesó en los deportes, sino que se<br />
convirtieron en una obsesión. Si perdían los Chicago Bears, al final también perdía el resto de<br />
la familia. Cuando ganaban los Cubs, todos lo que estaban alrededor de él se quedaban<br />
sordos por sus gritos. No estaba contento con solo ver un juego de vez en cuando; tenía que<br />
ver todos los juegos. NO era un observador pasivo. Se ponía las camisetas de los Bears y las<br />
gorras de los Cubs y brincaba. Traté de ir a juegos con él, pero me atraían más los perros<br />
calientes. Traté de ver los deportes en la televisión con él, pero el aburrimiento era<br />
insoportable. Cedí al resentimiento por el hecho de que parecía que prefería ver un deporte en<br />
lugar de pasar tiempo con su familia.<br />
No fue hasta años después, cuando en realidad comencé a orar por nuestro matrimonio, que<br />
las cosas cambiaron. Por alguna razón que no puedo comprender. Dios no le quitó a mi<br />
esposo el interés por los deportes. En lugar de eso, Él me dio a mí paz y una perspectiva<br />
nueva. Legamos a un compromiso donde yo no le iba a poner presión para impedir que viera<br />
los deportes si él no me ponía presión a mi de tener que fingir interés. No le acusaría de usar<br />
tácticas engañosas antes de casarnos si él me concedía a mi la misma cortesía. Esto puede<br />
lucir como un asunto de poca importancia dentro de un matrimonio, pero estas clases de cosas<br />
se van sumando y pueden ser fundamentales en determinar si un matrimonio se queda junto o<br />
se deshace.<br />
Orar por todos los aspectos de un matrimonio mantiene la idea del divorcio lejos de tomar<br />
auge. Por lo tanto, no debemos descuidar los temas de importancia, aunque pensemos que no<br />
se aplican a nosotros. Desde <strong>EL</strong> Día que nos casamos, oré para que no hubiera divorcio ni<br />
adulterio en nuestro futuro. Aunque no existía historia alguna de eso en nuestras familias, el<br />
divorcio y el adulterio habían saturado tanto a nuestra cultura y a los negocios en que<br />
estábamos nosotros involucrados, que en cierto círculos eran de esperarse. Oré para que Dios<br />
mantuviera nuestro matrimonio lejos de tal destrucción. Dios ha sido fiel en contestar aquellas<br />
oraciones.<br />
El matrimonio es fantástico cuando dos personas entran en él con el compromiso mutuo de<br />
mantenerlo fuerte, no importa qué suceda. Pero a menudo, una pareja tiene ideas<br />
preconcebidas acerca del otro y cómo se supone que debe ser la vida matrimonial; luego pega<br />
la realidad. Ahí es cuando sus reinos pueden ser divididos. Tienes quebrar continuamente<br />
para que cualquier expectación inverosímil sea puesta al descubierto y toda incompatibilidad<br />
sea allanada para que puedan crecer juntos en un espíritu de unidad, compromiso, y vínculo de<br />
intimidad. Ora para que tu matrimonio esté en una posición donde ambos estén de acuerdo y<br />
Dios esté entre ustedes. (Mateo 18:19-20) Si alguno de ustedes dos ha estado casado antes,<br />
ora para que no traiga ningún residuo de matrimonio anterior a este. Rompe atadura, buena o<br />
mala, emocional o espiritual a relaciones anteriores. No puedes entrar el futuro si tienes un pie<br />
en el pasado.<br />
No tomes tu matrimonio a la ligera, no importa cuán maravilloso éste sea. “Por lo tanto, si<br />
alguno piensa que está firme, tenga cuidado de no caer” (1 Corintios 10:12). Ora para que tu<br />
matrimonio esté a salvo de cualquier persona o situación que lo pueda destruir. Pídele al<br />
Señor que haga lo que sea necesario para mantener el matrimonio intacto. ¡aunque signifique