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UNA <strong>ORA</strong>CIÓN A <strong>LA</strong> VEZ<br />
NO te abrumes por las muchas maneras que hay para orar por tu esposo. No es necesario<br />
hacerlo todo un día, una semana, o incluso un mes. Deja que las sugerencias que aparecen<br />
en este libro te sirvan de guía y luego ora para que el Espíritu Santo te dirija. Donde hay temas<br />
difíciles y necesitas dar un paso hacia delante, el ayuno hará de tus oraciones algo más<br />
efectivo. También, usar las Escrituras para orar por tu esposo es algo poderoso. Eso es lo que<br />
he hecho en las oraciones al final de cada capítulo, siempre que veas una referencia de la<br />
escritura.<br />
Sobre todo, no des lugar a la impaciencia; ver las respuestas a tus oraciones puede tomar<br />
tiempo, en especial si tu matrimonio tiene heridas profundas o sufre tensión. Sé paciente para<br />
preservar y esperar en Dios para recibir sanidad. Mantén presente que ustedes dos son<br />
personas imperfectas. Solo el señor es perfecto. Pon tu mirada en Dios como la fuente de<br />
todo lo que deseas que suceda en tu matrimonio, y no te preocupes de cómo sucederá. Orar<br />
es tu responsabilidad. Responder es el trabajo de Dios. Déjalo en sus manos.
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