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CAPÍTULO TRES<br />
SUS FINANZAS<br />
Mucho de lo que es tu esposo y de lo que él experimenta en la vida se relaciona con sus<br />
finanzas. ¿Es dadivoso o miserable? ¿Agradecido o envidia a los demás? ¿El dinero es una<br />
bendición o una maldición? Es sabio o descuidado con lo que tiene? ¿Está de acuerdo contigo<br />
en cómo debe gastarse el dinero, o tu matrimonio presenta problemas financieros? Nada pone<br />
más presión en un matrimonio que la responsabilidad financiera, falta de dinero o grandes<br />
deudas. Solo cuando reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Dios y busquemos<br />
hacerlo Señor en todo, es que podemos evitar los problemas que el dinero o la falta del mismo<br />
trae.<br />
Aunque mi esposo siempre nos ha dado buena vida, la naturaleza de su negocio es<br />
“abundancia o escasez” de acuerdo a cuándo entre al dinero y cuánto. Un año hubo una<br />
recesión en el negocio de la música y todo el mundo lo sintió. Incluso las compañías que eran<br />
dueñas de la nuestra retuvieron pagos debido a su falta de efectivo. Fu un momento aterrador,<br />
pero hubiera sido mucho peor si no hubiésemos tenido la fe en el Señor y dedicado nuestras<br />
finanzas a Él. Nuestra confianza vino en saber que habíamos obedecido a Dios en diezmar de<br />
nuestro dinero a la iglesia. “traigan íntegro el diezmo para los fondos del tempo, y así habrá<br />
alimento en su casa. Pruébenme en eso, dice el Seño Todopoderoso, y vean si no abro las<br />
compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías<br />
3:10) Nosotras también habíamos sido fieles en dar a los pobres y aquellos en necesidad.<br />
“Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia. El Señor lo<br />
protegerá y lo mantendrá con vida; lo hará dichoso en la tierra y no lo entregará al capricho de<br />
sus adversarios” (Salmo 41:1-2). Nosotros también sabíamos que la Biblia promete que<br />
aquellos “que buscan al señor nada les falta” (Salmo 34:10) Por supuesto, nosotros estábamos<br />
buscando del Señor y creíamos que al buscar de Dios como nuestro proveedor y vivir en<br />
obediencia a sus caminos, Él nos proveería y tendríamos todo lo que necesitáramos. Él lo hizo<br />
y nosotros lo hacemos.<br />
Muchos problemas de dinero se pueden resolver al poner todas las finanzas bajo la cubierta de<br />
Dios y hacer lo que Él dice que debemos hacer con el mismo. Esto significa, dar cuanto Él dice<br />
que demos. Cuando tú lo haces, Dios promete liberarte, protegerte, bendecirte, sanarte y<br />
mantenerte con vida. Cuando no lo haces, va a experimentar la misma desolación que<br />
experimentan los pobres. “Quien cierra sus oídos al clamor del pobre, llorará también sin que<br />
nadie le responda” (Proverbios 21:13) El no dar, corta tus habilidades para disfrutar lo que<br />
tienes y te lleva a toda una vida de dificultades.<br />
Puedo asegurarte que hay personas pudientes que no dan. Pero si revisarás de cerca sus<br />
vidas, describirías que están perdiendo muchas de las bendiciones del Señor. Las bendiciones<br />
de buena salud, protección, amor, paz, salud y satisfacción de de continuo les evaden y no<br />
saben el porqué. Ellos tienen riquezas pero pierden la habilidad de disfrutarlas, todo porque no<br />
saben que la clave para la vida es conocer al Señor y vivir a su manera. Esto significa dar<br />
tiempo, energía, amor, talento y finanzas de acuerdo a sus instrucciones.<br />
Ora para que tu esposo entienda esta clave para la vida y comprenda la voluntad de Dios para<br />
sus finanzas y se convierta en una persona dadivosa que está contenta con vivir de acuerdo a<br />
sus medios y no está siempre luchando por tener más. No estoy diciendo que nunca debe<br />
tratar de aumentar sus ganancias, todo lo contrario. El orar que así sea. No debiera aceptarse<br />
como estilo de vida el trabajo agotador y monótono que lleva a una pobreza extrema que trae<br />
amargura, angustia, enfermedades y envidia. De todas formas ora para que el depósito de<br />
bendiciones se derrame sobre él, pero ora para que todo ellos proceda de la mano de Dios.<br />
“La bendición del Señor trae riquezas y nada se gana con preocuparse” (Proverbios 10:22)