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CAPÍTULO VEINTINUEVE<br />
SU FE<br />
Yo siempre me sonrío cuando alguien me dice que no tiene fe, porque yo sé que es probable<br />
que no sea cierto. Hasta cierto punto, todos vivimos por fe. Cuando va a un médico, necesitas<br />
fe para confiar en su diagnostico. Cuando la farmacia te prepara tu receta, tienes fe en que<br />
recibirás la medicina apropiada. Cuando comes en un restaurante, confías en que las<br />
personas que te sirven no han contaminado o envenenado la comida. (Se requiere más fe<br />
para algunos restaurantes que para otros.) Todos los días es un caminar en fe en algún nivel.<br />
Todos creen en algo. “Según la medida de fe que Dios le haya dado” (Romanos 12:3)<br />
Nosotros escogemos lo que vamos a creer. Algunas personas eligen creer en sí mismos, en el<br />
gobierno, en el mal, en la ciencia, en el periódico, otros en trabajar duro, en otras personas, y<br />
algunos en Dios. La única persona que he conocido que no creía en anda terminó en un<br />
hospital psiquiátrico porque lo llevó a la locura. La fe es algo sin la cual no podemos vivir.<br />
Tampoco se puede morir sin fe. Nuestra fe determina qué es lo que nos sucede después que<br />
dejemos este mundo. Si tienes fe en Jesús, sabes que tu futuro entorno está seguro. Eso es<br />
porque “el Espíritu de aquel que levanto a Jesús de entre los muertos… también dará vida a<br />
sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes (Romanos 8:11). En otras<br />
palabras, si el mismo Espíritu que le levantó a Jesús de entre los muertos vive en ti, Él también<br />
te levantará a ti. Tenemos la certeza de que lo que nos suceda cuando muramos ha de afectar<br />
en grande cómo vivimos hoy. La confianza en nuestro futuro eterno nos da una perspectiva<br />
para vivir en el presente que está rociado también con confianza.<br />
¡He aquí un pensamiento que da miedo!. Cuando Jesús sanaba a algunos hombres ciegos, Él<br />
dijo “Se hará con ustedes conforme a su fe” (Mateo 9:29) ¿No te da eso el deseo de evaluar de<br />
nuevo tu nivel de confianza en Dios? Lo bueno de eso es que nosotros tenemos un cierto<br />
control sobre nuestras vidas y podemos, hasta cierto punto, determinar cómo nos han de salir<br />
las cosas. Nuestras vidas no tienen que estar echadas a la suerte o dejarlas volar con la brisa<br />
de acuerdo a cualquier viento que esté soplando en ese momento. La fe que tenemos nos<br />
ayudará a determinar nuestro resultado final.<br />
Todos tenemos momentos de duda. Hasta Jesús pensó en por qué Dios lo había abandonado.<br />
No era que dudara de la existencia de Dios o de su habilidad para venir a su rescate, solo que<br />
no esperaba sentirse abandonado. A veces no dudamos de la existencia de Dios, o si Él es<br />
capaz de ayudarnos, solo dudamos de su deseo de tener algún impacto inmediato en nuestras<br />
vidas. Pensamos, Seguro que él está muy ocupado para mis problemas. Pero la verdad es<br />
que no lo está.<br />
¿Tiene tu esposo momentos de duda? Si es así, tus oraciones para que él tenga una fe que<br />
mantenga en crecimiento, harán una diferencia grande en su vida. Incluso si no conoce al<br />
Señor, puedes orar para que su fe crezca en su corazón y encontrarás que tiene más paz.<br />
Como una medida más de fe en Dios, no ay nada en la vida de tu esposo que no se pueda<br />
vencer o afectar de forma positiva. Jesús dijo, refiriéndose a cualquier hombre que tenga fe<br />
para creer en Él: “Brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:38) Eso solo puede ser suficiente como<br />
para lavar una de dolor, problemas, temor, pena, apatía, desesperación, fracaso y duda<br />
¿Vamos a orar?