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CAPÍTULO QUINCE<br />
SU REPUTACIÓN<br />
Una buena reputación es algo frágil, especialmente en estos días de medios de comunicación<br />
rápidos. Con solo estar en el lugar equivocado en el momento equivocado puede arruinar la<br />
vida de una persona.<br />
La reputación no es algo que se debe tomar a la ligera. La buena fama vale más que muchas<br />
riquezas (Proverbios 22:1) y es mejor que el “buen perfume” (Eclesiástés 7:1). Es algo que se<br />
debe valorar y proteger. Una persona que no valora su reputación puede algún día desear<br />
credibilidad y no encontrarla. Nuestra reputación puede ser arruinada por cosas malas que<br />
hacemos, por las personas con las que nos asociamos o por palabras disparadas que se<br />
hablen acerca de nosotros. En los tres casos, hay maldad envuelta. Un caso desafortunado<br />
en los tribunales, un chisme significativo que se divulgue, una mala influencia, un artículo de<br />
periódico poco halagador, o quince minutos de notoriedad puedes destruir todo por lo que un<br />
hombre ha luchado toda su vida. La oración es nuestra única defensa.<br />
Mi esposo ha estado muy preocupado por su reputación las veces en que sus palabras o las de<br />
otras personas fueron citadas equivocadamente en artículos de periódicos, diciendo algo que<br />
no era cierto. Debido a que sabemos lo dañina que pueden ser estas cosas, siempre llamamos<br />
a las personas que pensamos serían las más afectadas cuando se nos ha citado de forma<br />
incorrecta y les decimos cuál es la verdad Por supuesto que no es posible que podamos<br />
comunicarnos con todo el mundo; así que oramos para que aquellos a quienes llamamos sean<br />
suficientes para terminar con el asunto. Como resultado, lo que puedo haber ardido como<br />
pólvora, se consumió en un par de días, aunque con facilidad podía tomar el rumbo contrario y<br />
consumirnos. Estoy segura de que fue el poder de Dios, en respuesta a la oración, el que nos<br />
mantuvo protegidos.<br />
Una mujer virtuosa, dice la Biblia, tiene un esposo que es respetado. Él es “respetado en la<br />
comunidad; ocupa un puesto entre las autoridades el lugar (Proverbios 31:23). ¿Eso sucede<br />
solo? ¿El esposos de toda mujer virtuosa tiene su reputación garantizada? ¿O tiene ella algo<br />
que ver con eso? Es cierto que el hombre recibe cierto respeto por tener una buena esposa,<br />
pero yo creo que una de las buenas cosas que ella hace es orar por él y su reputación.<br />
Orar por la reputación de tu esposo debiera ser un proceso continuo. Sin embargo, mantén en<br />
mente que él tiene libre albedrío. Si él no es sensible a la dirección del Espíritu Santo, puede<br />
que insista en ir por su propio camino o involucrarse en problemas. Si algo así sucede o ya ha<br />
sucedido para empañar su reputación, orar para que Dios saque de esta situación mala algo<br />
positivo. Él puede hacer también eso.<br />
<strong>ORA</strong>CIÓN<br />
Señor, oro que (nombre del esposo) tenga una reputación que no se pueda empañar. Yo sé<br />
que el hombre es a menudo valorado “por lo que otros dicen de él” (Proverbios 27:21), así que<br />
te ruego que él sea respetado en nuestro pueblo y que las personas hablen bien de él. Tú has<br />
dicho en tu Palabra que “la maldición sin motivo jamás llega a su destino” (Proverbios 26:2).<br />
Oro para que nunca haya razón para que se digan cosas malas de él. Mantenlo fuera de<br />
enredos legales. Protégenos de demandas y procedimientos criminales. Líbralo de sus<br />
enemigos, Señor. Protégelo de aquellos que se levantan para hacerle daño (Salmo 59:1)<br />
Defiéndelo de los que lo atacan (Salmo 35:1). En ti, Señor ponemos nuestra confianza. Que