02.05.2015 Views

EL PODER DE LA ESPOSA QUE ORA

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Si despiertas una mañana con un extraño en tu cama, y es tu esposo; si experimentas un<br />

alejamiento silencioso de las vidas de ambos que lesiona toda conexión emocional; si percibes<br />

un implacable desgaste del amor y la esperanza, si tu relación se encuentra en un abismo sin<br />

fondo de dolor y enojo tal que cada día te lanza a un nivel desesperación más profundo; si<br />

cada palabra que se dice, produce una zanja más grande entre ustedes hasta que se convierte<br />

en una barrera impenetrable que les mantiene separados a millas de distancia, vive convencida<br />

de que ninguna de las cosas mencionadas anteriormente es la voluntada de Dios para tu vida.<br />

La voluntad de Dios es derrumbar todas estas barreras y sacarte de ese abismo. Él puede<br />

sanar las heridas y traer de nuevo amor a tu corazón. Nada ni nadie más puede hacerlo.<br />

Pero tú tienes que levantarte y decir: “Señor, oro porque finalice este conflicto y que se rompa<br />

lo que mantiene la contienda en nosotros. Quítanos el dolor y la armadura que nos hemos<br />

puesto para protegernos. Sácanos del abismo del resentimiento. Habla a través de nosotros<br />

para que nuestras palabras reflejen tu amor, paz y reconciliación. Derrumba esta pared entre<br />

nosotros y enséñanos cómo caminar por encima de ella. Capacítanos para levantarnos de<br />

esta parálisis y movernos en la sanidad y salud que tu tienes para nosotros”.<br />

No des por perdido tu matrimonio. Pídele a Dios que te dé un esposo nuevo. Él es poderoso<br />

para tomar ese que tienes y hacerlo una nueva criatura en Cristo. Los cónyuges no están<br />

destinados a discutir, a estar separados emocionalmente, a vivir en muerte matrimonial ser<br />

infelices o divorciados. Nosotros tenemos el poder de Dios de nuestro lado. No tenemos que<br />

dejar nuestro matrimonio a la suerte. Podemos luchar por ello en oración y o rendirnos,<br />

porque mientras estemos orando, hay esperanza. Con Dios, nada está tan muerto como<br />

aparenta. Ni siquiera tus propios sentimientos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!