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CAPÍTULO CUATRO<br />
SU SEXUALIDAD<br />
Nosotras tratamos en este libro las principales prioridades de la vida de un hombre. Siento que<br />
si nosotras podemos contribuir a la felicidad de nuestros esposos en éstas áreas más cercanas<br />
a su corazón, tendremos un gran éxito acercándonos en otras áreas que son cruciales para su<br />
bienestar.<br />
Después de veinte años de orar con mujeres por sus fracasos, luchas, insatisfacciones o<br />
matrimonios muertos, he observado que con frecuencia la relación sexual ocupa un lugar muy<br />
bajo en las prioridades de sus mentes. No es que la esposa no se preocupe en absoluto por<br />
esa parte de su vida, sino que hay muchas otras cosas que piden a gritos su atención, tales<br />
como crianza de los hijos, trabajo, finanzas, administración del hogar tensión emocional,<br />
agotamiento, enfermedades y luchas maritales. En el balance de las prioridades de la esposa,<br />
el sexo puede terminar al final de la lista. Algunas mujeres dejan que pasen semana tras<br />
semana, mes tras mes, seis meses, un año, o incluso más tiempo sin tener relaciones sexuales<br />
con sus esposos por una u otra razón. Cuando llega el desastre, se sorprenden. Aunque la<br />
esposa puede haberse sentido bien con este arreglo, su esposo estaba siendo abandonado en<br />
una parte importante de su ser.<br />
Para una esposa, el sexo es resultado del afecto. Ella no desea ser afectiva con un hombre<br />
que la hace sentir enojada, herida, sola, decepcionada, sobrecargada de trabajo, sin apoyo,<br />
que no la cuida, o abandonada. Las esposas en ocasiones lo entienden al revés. Ellas<br />
piensan: Nosotras podemos tener relaciones sexuales después que arreglemos los demás<br />
temas pendientes. Pero en realidad hay una mayor oportunidad de arreglar los demás asuntos<br />
si el sexo viene primero.<br />
Por eso es importante que las relaciones sexuales sean una prioridad en el matrimonio. Ya<br />
sea que todas las condiciones estén perfectas o que te sientas con deseo o no, ese no es el<br />
punto. El punto es llenar las necesidades de tu esposo y mantener las líneas de comunicación<br />
abiertas. Al hombre se le puede, con facilidad, hacer sentir insignificante, golpeado,<br />
desanimado, destruido o tentado en esta área de su ser. Posiblemente no hay nada más<br />
importante para un hombre sentirse realizado que el área sexual y tampoco hay área más<br />
vulnerable que esta.<br />
Los problemas sexuales son muy comunes porque muchas mujeres no tienen una clara visión<br />
del punto de vista de Dios en el tema. Pero la Biblia es muy clara. “La mujer ya no tiene<br />
derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. También el hombre tiene derecho sobre su<br />
propio cuerpo, sino su esposa. No se nieguen el uno al otro a no ser de común acuerdo y sólo<br />
por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo<br />
contrario pueden caer en tentación de Satanás por falta redominio propio. (1Corintios 7:4-5).<br />
La relación sexual entre el esposo y la esposa es idea de Dios. A menos que estemos orando<br />
y ayunando durante semanas a la vez, o estemos experimentando enfermedad o separación<br />
física, no hay excusa para no tenerlo con regularidad.<br />
Cuando nos casamos nuestros cuerpos no nos pertenecen. Nosotros nos debemos atención el<br />
uno al otro y no nos debemos de privar las necesidades de la otra persona, no de las nuestras<br />
solamente. Si tú actitud acerca de las relaciones sexuales se resume solo a lo que tú necesitas<br />
o a lo que tú no deseas, entonces no tienes la perspectiva de Dios. Él dice que nuestro cuerpo<br />
debe ser usado para consolar y completar a la persona. En el matrimonio hay algo que se crea<br />
dentro del hombre cuando esta necesidad es satisfecha por su esposa. Algo se pierde cuando<br />
no sucede. Tú misma te vuelves vulnerable a la tentación y a mucha más destrucción de la<br />
que puedes imaginarte, cuando esta área de íntima comunicación es abandonada. Le puede<br />
suceder a cualquier, y por eso es que él aspecto sexual de tu matrimonio y la sexualidad de tu