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CAPÍTULO VEINTITRÉS<br />
SU CAMINO<br />
El camino del hombre es la manera en que él hace su viaje por la vida.. su dirección, su<br />
enfoque, los pasos que toma. Cada día él escoge un camino. Uno lo llevará hacia delante;<br />
todos los demás lo llevarán hacia atrás. El camino que toma afecta todo aspecto de su ser;<br />
cómo se desenvuelve con otras personas, cómo trata a su familia, cómo las personas lo ven a<br />
él, incluso cómo luce. He visto a hombres poco atractivos, desde cualquier punto de vista,<br />
cambiar de forma radical al aprender a caminar con el Espíritu de Dios. Al ser impresa la<br />
imagen de Dios en ellos, desarrollaron riqueza de alma, pureza gloriosa y confianza interna de<br />
saber hacia dónde se dirigían. Esto les dio fortaleza y un sentido de propósito que no solo es<br />
atractivo y atrayente, es magnético.<br />
La Biblia revela mucho acerca de la clase de camino que debemos tener. Hemos de caminar<br />
con moral correcta porque “El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen<br />
sin tacha” (Salmo 84:11) Hemos de caminar sin falta porque “el que es honrado se mantendrá<br />
a salvo” (Proverbios 28:18) Hemos de caminar con consejero de Dios porque “Dichoso el<br />
hombre que no sigue el consejo de los malvados” (Salmo 1:1). Hemos de caminar en la<br />
obediencia porque “dichoso toso los que temen al Señor, los que van por sus caminos” (Salmo<br />
128:1). Hemos de caminar con personas de sabiduría porque “el que con sabios anda, sabio<br />
se vuelve” (Proverbios 13:20). Hemos de caminar con integridad porque “quien se conduce<br />
con integridad, anda seguro” (Proverbio 10:9). Más que todo, hemos de andar un camino de<br />
santidad. “Habrá allí una calzada que será llamada Camino de santidad. No viajarán por ella<br />
los impuros, ni transitarán por ella los necios; será sólo para los que siguen el camino” (Isaías<br />
35:8). La mejor parte de caminar en el Camino de santidad es que si aún terminamos haciendo<br />
algo tonto, no seremos lanzados del camino.<br />
Bernardo, el esposo de Débora, es un hombre de Dios que no sería considerado un hombre<br />
necio. Sin embargo, por impulso hizo una inversión de una suma de dinero bastante grande<br />
que, en definitiva, probó ser algo muy disparatado. Todo aquel dinero se perdió y más porque<br />
tuvo como resultado muchos gastos que se añadieron. Este asunto pudo haber destruido su<br />
economía, y es posible que hasta la salud de ellos y su matrimonio, pero puesto que Bernardo<br />
camina ante el Señor con una obediencia y santidad sólidas, fueron perdonados. El hecho fue,<br />
que él se adelantó a correr por el camino, y como un necio no esperó la dirección de Dios, se<br />
involucró en un problema, pero no para su destrucción.<br />
Jesús dijo que solo hay una manera de andar en el camino correcto, una puerta por donde<br />
entrar. “Yo soy el camino”, dice Él (Juan 14:6). El camino a la destrucción es ancho y<br />
espacioso y muchos escogen ir por este rumbo. Pero “estrecha es la puerta y angosto el<br />
camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran” (Mateo 7:14). Ora para que<br />
tu esposo la encuentre y sea guiado por el Espíritu Santo de Dios. Para que se mantenga en el<br />
camino, tenga fe en la Palabra de Dios, un corazón para la obediencia y un arrepentimiento<br />
profundo para cualquier acción que él tome que no sea la voluntad de Dios para su vida. La fe<br />
y la obediencia lo podrán sobre el Camino de santidad, el caminar en el Espíritu y no en la<br />
carne lo mantendrá allí.<br />
Dios desea que todo paso de tu esposo sea guiado por Él (Gálatas 5:25) para que pueda<br />
caminar con Él y crecer a la imagen de Él. Un hombre que camina con Dios es muy anhelado.