Kaikan Nº 73 - Diciembre 2012 - Asociación Peruano Japonesa
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ESPECIAL<br />
“EN LA NOCHE DE AÑO NUEVO NOS ENCANTABA<br />
TOMAR OZOUNI, UN CALDO QUE LLEVA OMOCHI,<br />
UNOS PEDAZOS DE MASA DE ARROZ, Y LOS<br />
FIDEOS SOBA, QUE COMO SON MUY LARGOS SE<br />
ACOSTUMBRAN COMER EN ESTA FESTIVIDAD PARA<br />
TENER UNA LARGA VIDA”, CUENTA ALICIA ONCHI<br />
Los momentos<br />
de celebración,<br />
como la fiesta<br />
de Año Nuevo,<br />
eran para<br />
recuperar<br />
aquellas<br />
tradiciones<br />
japonesas que<br />
su papá, un<br />
ebanista muy<br />
trabajador,<br />
les había<br />
inculcado a<br />
ella y a su<br />
hermana,<br />
recuerda Alicia<br />
Onchi.<br />
Foto: Jaime Takuma<br />
que también se formó su vocación<br />
por la ingeniería civil, carrera<br />
que estudió en la UNI antes de<br />
unirse a la orden franciscana.<br />
“Después de que fui ordenado<br />
sacerdote, pude pasar las fiestas<br />
navideñas con mi familia, pero<br />
luego ya no porque tuve que dedicarme<br />
a mi congregación y a<br />
la colectividad católica”.<br />
El chef Yaquir Sato<br />
añora los banquetes<br />
con comida peruana<br />
y japonesa que<br />
preparaban en<br />
Nochebuena en su<br />
familia.<br />
Foto archivo / Jaime Chávez<br />
COSTUMBRES DE FAMILIA<br />
Alicia Onchi de Sakaguchi cuenta<br />
que cuando sus padres vinieron<br />
de la prefectura de Shimane<br />
abrieron una tienda de compra<br />
y venta de artículos, y que luego<br />
tuvieron otra de electrodomésticos<br />
en la avenida Abancay. Eran<br />
tiempos de arduo trabajo para<br />
ganarse una posición y no se podía<br />
celebrar mucho.<br />
Cuando las cosas iban mejorando,<br />
se desató la Segunda<br />
Guerra Mundial, que trajo consecuencias<br />
negativas para su familia.<br />
Sin embargo, poco a poco<br />
lograron salir adelante. Los momentos<br />
de celebración, como la<br />
fiesta de Año Nuevo, eran para<br />
recuperar aquellas tradiciones<br />
japonesas que su papá, un ebanista<br />
muy trabajador, les había<br />
inculcado a ella y a su hermana.<br />
“En la noche de Año Nuevo<br />
nos encantaba tomar ozouni,<br />
un caldo que lleva omochi, unos<br />
pedazos de masa de arroz, y los<br />
fideos soba, que como son muy<br />
largos se acostumbran comer en<br />
esta festividad para tener una<br />
larga vida”, cuenta Alicia refiriéndose<br />
a la tradición conocida<br />
como toshikoshi soba. Otra de<br />
las comidas típicas de Año Nuevo<br />
era el kazunoko, una huevera<br />
de pescado seca que simboliza<br />
el deseo de ser bendecidos con<br />
muchos niños.<br />
Alicia también recuerda que<br />
en la mañana del primer día del<br />
año muchos llegaban a casa a<br />
saludar a su papá (era una costumbre<br />
visitar a los hombres<br />
mayores mientras las mujeres<br />
se quedaban en casa cocinando).<br />
“Eran reuniones que empezaban<br />
desde muy temprano y<br />
que se prolongaban por varias<br />
horas. Ahí se comía el osechi<br />
ryori, un cocido variado que significa<br />
comida de Año Nuevo”.<br />
COCINA NAVIDEÑA NIKKEI<br />
En casa de la familia Sato Matsuoka,<br />
las Navidades tenían color<br />
peruano y japonés. Yaquir, el<br />
menor de los hijos de Humberto<br />
Sato, el gran cocinero del restaurante<br />
Costanera 700, recuerda<br />
que cuando era niño pasaba la<br />
Nochebuena en casa de su tía<br />
materna Elena, con toda la familia<br />
Matsuoka.<br />
“Ella preparaba un gran banquete<br />
con cocina peruana y japonesa.<br />
Había pavos y lechones,<br />
y, por parte de la cocina japonesa,<br />
teníamos el makisushi y el sekihan.<br />
La comida era parte muy<br />
importante en la mesa de Nochebuena.<br />
Inconscientemente<br />
mezclábamos la cocina peruana<br />
y japonesa”, cuenta el joven chef.<br />
Esa fusión, que fue el éxito de<br />
don Humberto (que había empezado<br />
en la cocina intentado<br />
hacer platos de origen europeo)<br />
se sigue manteniendo en el<br />
Costanera 700 de la mano de<br />
Yaquir, quien el año pasado presentó<br />
por Navidad un plato muy<br />
nikkei: el lechoncito al horno, al<br />
estilo segoviano, con ensalada<br />
verde, salsa de miso y puré de<br />
papa y yucas.<br />
Y es que los Sato son criollos,<br />
japoneses y auténticos. Yaquir<br />
y sus hermanos mayores, Humberto<br />
y Franco, despidieron el<br />
<strong>2012</strong> junto a su papá, reunidos<br />
nuevamente alrededor de una<br />
mesa para disfrutar del tradicional<br />
omochi, que ellos mismos<br />
preparan, y de la sopa con mochi<br />
y gobo para recibir el Año<br />
de la Serpiente, que esperan que<br />
esté lleno de bendiciones y buenos<br />
deseos.<br />
6 DICIEMBRE <strong>2012</strong> KAIKAN