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Cuadernos de Picadero Nº 7 - Instituto Nacional del Teatro

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AUTORIDADES NACIONALESPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la NaciónDr. Néstor C. KirchnerVicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la NaciónLic. Daniel ScioliSecretario <strong>de</strong> CulturaDr. José NunSubsecretario <strong>de</strong> CulturaDr. Pablo WiszniaDirector Ejecutivo <strong>de</strong>l<strong>Instituto</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong>l <strong>Teatro</strong>Sr. Raúl BrambillaConsejo <strong>de</strong> DirecciónCarlos Leyes, Claudia Caraccia, Oscar Rekovsky,Yanina Porchetto, Teresita <strong>de</strong> Jesús Guardia,Alejo Sosa, Gustavo Rodríguez, Roberto Aguirre,Rafael Bruza, Nerina Dip, Ariana GómezAÑO 3 - <strong>Nº</strong> 9 / ABRIL 2006CUADERNOS DE PICADEROEditor ResponsableRaúl BrambillaDirector PeriodísticoCarlos PachecoSecretaríaRaquel WekslerDiseño y DiagramaciónJorge BarnesCorrecciónAlejandra RossiFotografíasMagdalena Viggiani,Complejo Teatral <strong>de</strong> Buenos AiresIlustración <strong>de</strong> TapaOscar "Grillo" OrtizColaboran en este NúmeroAna Alvarado, Patricia Dorín, María Inés Falconi,Juan Garff, Carlos Gianni, Susana Llahí,Ruth Mehl, Héctor Presa, Carlos <strong>de</strong> Urquiza.RedacciónAvda. Santa Fe 1235 - piso 7(1059) Ciudad Autónoma <strong>de</strong> Buenos AiresRepública ArgentinaTel. (54) 11 4815-6661 interno 122Correo electrónicoprensa@inteatro.gov.arinfoteatro@inteatro.gov.arImpresiónCompañia Sudamericana <strong>de</strong> Impresión S.ATucumán 979 (1049) - Tel. (54) 11 4326-0068Ciudad Autónoma <strong>de</strong> Buenos AiresEl contenido <strong>de</strong> las notas firmadas es exclusiva responsabilidad<strong>de</strong> sus autores. Prohibida la reproducción total o parcial,sin la autorización correspondiente. Registro <strong>de</strong> PropiedadIntelectual, en trámite.○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○Con la colaboración <strong>de</strong> ATINA (Asociación <strong>de</strong> TeatristasIn<strong>de</strong>pendientes para Niños y Adolescentes)<strong>Cua<strong>de</strong>rnos</strong> <strong>de</strong> Pica<strong>de</strong>ro difun<strong>de</strong>, en esta edición, unaserie <strong>de</strong> reflexiones que buscan apuntalar la actividad<strong>de</strong> los creadores que trabajan para público infantil yadolescente. Algunos <strong>de</strong> los profesionales más <strong>de</strong>stacados<strong>de</strong>l medio argentino se ocupan aquí <strong>de</strong> aportar suexperiencia en lo concerniente a la dramaturgia, laactuación, la puesta en escena, el teatro <strong>de</strong> objetos yla danza, cuando ellos se ponen en juego frente a unaplatea <strong>de</strong> pequeños espectadores.


A T I N AAsociación <strong>de</strong> TeatristasIn<strong>de</strong>pendientespara Niños yAdolescentesA mediados <strong>de</strong> 2001, en medio <strong>de</strong> la espantosa crisis que asoló nuestro país,comenzamos a reunirnos, seguramente preocupados por la situación que estábamosatravesando. Recién allí pudimos <strong>de</strong>scubrir que si trazábamos líneas <strong>de</strong>acción concretas, si nos poníamos a trabajar por el beneficio <strong>de</strong> todos y no sólopor el interés individual, podíamos conseguir espacios y posibilida<strong>de</strong>s que sóloeran logrables a través <strong>de</strong>l esfuerzo conjunto.Ése fue el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> ATINA, Asociación <strong>de</strong> Teatristas In<strong>de</strong>pendientespara Niños y Adolescentes, entidad que a la fecha a obtenido un lugar representativo<strong>de</strong>l teatro para niños en nuestro país. En los pocos años <strong>de</strong> su recientehistoria se han conseguido logros significativos para beneficio <strong>de</strong> la actividad,se han ocupado espacios que estaban <strong>de</strong>shabitados o mal representados, se halogrado el reconocimiento <strong>de</strong> ATINA entre las <strong>de</strong>más asociaciones <strong>de</strong>l quehacerteatral y en los organismos <strong>de</strong>l Estado y tenemos muchos proyectos realizándoseo en vías <strong>de</strong> realización.Como afirmaba, son muchas las activida<strong>de</strong>s realizadas y entre ellas po<strong>de</strong>mospuntualizar como las más importantes:1 – La Primera Edición <strong>de</strong>l Festival <strong>Nacional</strong> e Internacional ATINA 2003,realizado en la Ciudad Autónoma <strong>de</strong> Buenos Aires en noviembre <strong>de</strong> ese año.2 – La obtención <strong>de</strong> la representación en la Argentina <strong>de</strong> Assitej Internacional.3 – La elección <strong>de</strong> María Inés Falconi como miembro <strong>de</strong>l Comité Ejecutivo <strong>de</strong>Assitej Internacional. Unico miembro <strong>de</strong> ese Comité <strong>de</strong> habla hispana.4 – La concreción <strong>de</strong> una biblioteca real y virtual <strong>de</strong>dicada al teatro para niñosy jóvenes.5 – La creación <strong>de</strong>l Foro Iberoamericano integrado con miembros <strong>de</strong> muchospaíses <strong>de</strong> América y España.6 – La organización <strong>de</strong> mesas redondas, encuentros y talleres.7 – El lanzamiento <strong>de</strong> la Segunda Edición <strong>de</strong>l Festival <strong>Nacional</strong> e InternacionalATINA 2006 a celebrarse <strong>de</strong>l 16 al 22 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> ese año.Y ahora esta publicación que realizamos a través <strong>de</strong>l <strong>Instituto</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong>l <strong>Teatro</strong>y que intenta ser un aporte al entendimiento <strong>de</strong>l teatro para niños y jóvenes.Carlos <strong>de</strong> UrquizaPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> ATINA4 CUADERNOS DE PICADERO


oficio. A esta altura <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l género,afortunadamente, muchos están <strong>de</strong> acuerdo en queno es cuestión <strong>de</strong> cualquier musiquita, cualquierropita, cualquier cartón pintado y menos, menos aún,<strong>de</strong> saber actuar más o menos, y resolverlo todo entres o cuatro ensayos.Aunque tampoco es solamente cuestión <strong>de</strong> pantallapanorámica, humo, petardos, rayos láser, hamacasque bajan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, títeres que saltan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elsuelo, personajes que vuelan. No, eso tampoco.Como tampoco cuentan por sí solos, las caras famosas,las sonrisas carismáticas y los reiteradosgags y trucos <strong>de</strong> un actor histriónico, ni siquiera lasacrobacias. Lo que hace falta, ya que se invita alchico al teatro, es que se haga TEATRO. Que se lecuente una historia con el lenguaje <strong>de</strong>l teatro. Y aeso se refiere esta publicación.VARIANTES EN EL TIEMPOEn estas últimas décadas el niño ha ido avanzandoen la sociedad en su condición <strong>de</strong>mercado. Ahora ha alcanzado plenamente lafigura <strong>de</strong> target, y Dios lo libre <strong>de</strong> las implicacionesy las consecuencias <strong>de</strong> suprotagonismo como consumidor.Hace unos treinta años, el teatro para chicos eraanimación con globos y golosinas, o algún cuentoclásico representado, con los animales o personajesvistiendo los más lamentables disfraces. A lospadres les importaba que sus niños pasaran al escenarioe hicieran alguna gracia y fueran aplaudidos.Eso se llamaba participación.Enrique Pinti y Hugo Midón fueron al principio severamentecriticados por introducir el musical en elteatro para niños. Después vinieron grupos comoEscena <strong>de</strong> «Juan Calle»Catarsis, La Galera Encantada, Asomados y Escondidos,El Triángulo, con el énfasis en el juego y lamirada hacia los temas propios <strong>de</strong> la infancia.Los códigos teatrales servían en algunos casospara pasar información o formación. Los espectáculoseran didácticos. La aprobación <strong>de</strong> la escuelaimportaba. Nítidos, prolijos, cuidados, con más omenos <strong>de</strong>spliegue, un argumento muy simple, y buentrabajo corporal, invitaban a los chicos a pasar unrato agradable con un cuidadoso y respetuoso acercamientoa su mundo más íntimo. Tan cuidado aveces que el tema se diluía en un leve roce. Sinembargo, paralelamente otras propuestas manteníanla ten<strong>de</strong>ncia al juego, la diversión, el humor, conectadoscon la música.Cuando la TV <strong>de</strong>scubrió este target en el teatro,aparecieron, en vacaciones <strong>de</strong> invierno, las gran<strong>de</strong>sproducciones, <strong>de</strong>slumbrantes, <strong>de</strong> gran impacto y casisiempre, vacías <strong>de</strong> contenido. Esto se contagió, jun-TEATRO TRO PARA NIÑOS7


Escena <strong>de</strong> «Los Abuelos no mienten»to a la moda <strong>de</strong> poner caras conocidas por la TV enlos elencos, para atraer al público, para ven<strong>de</strong>r.La oscilación <strong>de</strong>l péndulo llevó <strong>de</strong>spués a un términomedio más sano. Podría <strong>de</strong>cirse que, actualmente, sepue<strong>de</strong> apreciar un crecimiento, una buena síntesis entrelo esencial a comunicar, y lo esencial <strong>de</strong>l artecomunicador. De alguna manera los buenos ejemploshan influido a las distintas partes.También ocurre ahora, que se reconoce la presencia<strong>de</strong>l adulto como parte <strong>de</strong> la platea. Hay másguiños para los papás, a veces un discurso en dosniveles. Esto es bueno, si está bien dosificado, porqueal niño le hace bien que su compañero adultoesté contento. Lo que reclama un cuidadoso equilibrio,para que el centro <strong>de</strong> atención, el hilo conductor,siga conectado al niñoOtro aspecto para observar en los últimos tiempos,es una mayor libertad para abordar con los chicos temasque antes eran tabú. Esto es interesante, y a la vez<strong>de</strong>licado, y está amenazado por peligrosas trampas. Eladulto creador no <strong>de</strong>biera, por ejemplo, largar la bombay salir corriendo. Lo que sí pue<strong>de</strong> hacer es compren<strong>de</strong>rel problema, apren<strong>de</strong>r a mirarlo, y buscar su propiarespuesta, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el espectáculo, darle al espectadorlas herramientas para que elabore las suyas. Otra salidafácil, cobar<strong>de</strong>, es minimizar o trivializar el problema.Después <strong>de</strong> plantearlo, situaciones humorísticas, disculpasfácilmente aceptadas, reconciliaciones sobreabismos dolorosos, significan, a mi enten<strong>de</strong>r, una estafamoral. El riesgo más frecuente es enredarse en eltema y no po<strong>de</strong>r salir: al rechazar una solución, (porqueno haya ninguna fácil) se suspen<strong>de</strong> el relato en unaespecie <strong>de</strong> final abierto, y lo que preocupa es que no seaporten elementos para que el niño lo elabore.El niño ocupa el lugar <strong>de</strong> víctima, con respecto alas situaciones que la vida le plantea, originadaspor el mundo <strong>de</strong>l adulto: enfermedad, muerte, separación<strong>de</strong> los padres, violencia, maltrato,discriminación, pobreza, hambre, discapacidad, guerra,<strong>de</strong>sastres ecológicos, exilio, etcétera, son todasconsecuencias <strong>de</strong> conductas adultas que él no pue<strong>de</strong>manejar. En un espectáculo que le está <strong>de</strong>dicado,si esas situaciones se plantean, alguien (el o loshéroes) <strong>de</strong>be mostrar cómo se va a enten<strong>de</strong>r con elproblemaINICIACIÓNEn nuestro país el teatro para chicos es muy importantey se merece atención porque la cartelera esmuy abundante, casi la más extensa <strong>de</strong>l mundo, ycomo hecho cultural <strong>de</strong>stinado a las nuevas generaciones,funciona como un rito <strong>de</strong> iniciación. O sea,guste o no, es parte <strong>de</strong> los modos en que una sociedadmo<strong>de</strong>rna comparte sus valores con lasgeneraciones más jóvenes.Obviamente, en una sociedad compleja como BuenosAires siglo XXI, hay muchas facetas, buenas ymalas que, para perdurar y seguir produciendo susseguidores, requieren la iniciación <strong>de</strong> los jóvenes.Nadie que encare un producto cultural para los niñospue<strong>de</strong> <strong>de</strong>clararse inocente. Debe preguntarse, por elcontrario, a qué cosas incorpora, en qué cosas inicia alos niños, mediante su espectáculo. Debe preguntarsecómo los <strong>de</strong>ja, cómo los manda a casa. Por ejemplo:violencia o armonía, libertad o sometimiento, cuestionamientoo conductas masivas, elección o consumismo,egoísmo o generosidad, responsabilidad o impotencia,dignidad o servilismo, compromiso o indiferencia. Estosvalores se los presentarán sus héroes, si los8 CUADERNOS DE PICADERO


encuentra, pero estarán sobre el escenario, por comisióno por omisión.HÉROESEn estos tiempos, nuestra sociedad está muy pobre,muy vacía <strong>de</strong> héroes. Los niños (y nosotrostambién) necesitan alguien en quien confiar, a quienseguir, aunque sea en sus fantasías. De alguna manera,ellos encarnan este tránsito por un mundo lleno<strong>de</strong> peligros y <strong>de</strong>monios que es la vida cotidiana.Pero, si los sabemos con <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s pero elegidos,renuentes pero obedientes y comprometidos, débilesy frágiles pero a la vez dotados, llevandosolitarios la carga <strong>de</strong> su misión, pero acompañadospor ángeles <strong>de</strong> todo tipo, valientes en sus temores,sencillos en sus <strong>de</strong>cisiones; si conocemos su historia<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una mirada tierna y con humor, vamos aquerer ir con ellos, y vamos a pensar que nuestrocamino se asemeja. De modo que vamos a disfrutar<strong>de</strong> sus triunfos pequeños y gran<strong>de</strong>s y vamos a confiaren que nosotros también podremos, o sea,encontraremos nuestra esperanza.Personalmente, he encontrado algunos <strong>de</strong> ellos,tanto héroes como antihéroes que me han <strong>de</strong>jadosalir <strong>de</strong> la función más cómoda con mi vida, sonriendo,con esperanza, en los personajes gran<strong>de</strong>sy chiquitos que captaron mi emoción. Nombraralgunos sería injusto porque habría omisiones,pero lo importante es <strong>de</strong>cir que nuestro teatropara chicos ha sido capaz <strong>de</strong> crear personajesque acompañan a sus espectadores más allá <strong>de</strong>las funciones. Y no solamente los héroes: tambiénhistorias y su manera <strong>de</strong> contarlas.Personalmente he salido renovada y consolada<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la emoción por la belleza, el oficio, latécnica, esa magia que se logra cuando todo estábien trabajado y equilibrado, cuando el espectáculoes algo completo. Siento que allí está el“ser o no ser” <strong>de</strong> este tema: en la entrega inteligentee informada.DESLUMBRAMIENTO O ILUMINACIÓNEs posible que siempre haya sido así con el arte,una diferencia entre lo estruendoso y lo recoleto.Hay cosas que para <strong>de</strong>cirse necesitan <strong>de</strong> su tiempo,su silencio, si no, no se pue<strong>de</strong>n escuchar, como elsilbo silencioso <strong>de</strong> Dios en el <strong>de</strong>sfila<strong>de</strong>ro, o el llanto<strong>de</strong>l bebé recién nacido, o el rumor <strong>de</strong> las hojas <strong>de</strong>los árboles. Y los niños y el teatro son parte <strong>de</strong> eso,aunque algunos hayan sido obligados a olvidarlo.Hay cosas que para ser dichas y escuchadas necesitan<strong>de</strong> un clima <strong>de</strong> intimidad. Y por eso mismoes importante que los chicos no <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> tener esosclimas, que los adultos creadores no pierdan lasganas y las energías para dárselos.Aquí interviene, es mi convicción, la responsabilidad<strong>de</strong> las generaciones mayores, <strong>de</strong> los quetienen po<strong>de</strong>r o capacidad para <strong>de</strong>cidir, o para influir<strong>de</strong>s<strong>de</strong> algún espacio. Ningún adulto pensantetiene <strong>de</strong>recho a «lavarse las manos». Por comisióno por omisión, somos responsables <strong>de</strong> lasmentes, <strong>de</strong> los caminos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los cuales losniños nuestros, estos <strong>de</strong> ahora, tienen que elegiry transitar sus vidas.Un aporte como el <strong>de</strong> esta publicación, en la quelos responsables y conocedores <strong>de</strong> las distintas áreas<strong>de</strong>l teatro para niños comparten su experiencia, <strong>de</strong>muestraque al quehacer se lo toma en serio y que labúsqueda, que en realidad, no <strong>de</strong>be acabar nunca,sigue, también en serio.TEATRO TRO PARA NIÑOS9


Un Acercamiento a laHistoria <strong>de</strong>l <strong>Teatro</strong> paraNiños en Buenos AiresPor SUSANA LLAHÍ ** Licenciada en Letras, investigadoraCONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL EN LAETAPA FUNDACIONALA comienzos <strong>de</strong>l siglo XX Buenos Aires ya poseíalas características <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s metrópolis. Sumamentecosmopolita, la ciudad evi<strong>de</strong>nciaba, en todaslas áreas, los resultados <strong>de</strong>l progreso que ofrecía lamo<strong>de</strong>rnidad. En lo que concierne a la educación, lospaulatinos avances <strong>de</strong> la psicología <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrolloadvertían, no sólo a los especialistas, sino también alos funcionarios relacionados con el área, que losniños no eran «adultos en miniatura» y que, en consecuencia,necesitaban una educación diferenciada, tantoen las llamadas ciencias duras como en las disciplinasartísticas.En ese momento histórico, la élite <strong>de</strong> intelectualesargentinos estaba involucrada en una comunidad <strong>de</strong> perspectivasy problemas que abarcaba, tanto la reformapolítica como la reforma educativa. En ambas, la mayorpreocupación se centralizaba en la asimilación <strong>de</strong>l inmigrantey en aplicar la mejor manera para lograrla.Cuando en 1908, José Ramos Mejía asumió el cargo<strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Educación, <strong>de</strong>scubrióque la mayoría <strong>de</strong> los maestros <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong>Buenos Aires no hablaban castellano y que los valoresy el sentimiento <strong>de</strong> patriotismo se estimulaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el libro Corazón <strong>de</strong> Edmundo D’Amicis. En consecuencia,comenzó una fuerte campaña <strong>de</strong> pedagogía cívicacuyos ecos perduran hasta nuestros días. Durante superíodo se sistematizó, no sólo la liturgia que acompañabala exaltación <strong>de</strong> las gestas <strong>de</strong> la argentinidad enlas ceremonias escolares sino también los contenidos<strong>de</strong> la educación. De esta manera, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un órganocentral, se aseguraba que un nuevo paradigma educativopenetrara, capilarmente, en todo el territorioargentino. (Devoto, 2002: 30-33).A<strong>de</strong>más, el nuevo siglo asistía con optimismo al<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los sistemas educativos mo<strong>de</strong>rnos y elinterés comenzaba a centralizarse en el sujeto <strong>de</strong>l aprendizaje,lo que dio al siglo XX, el nombre <strong>de</strong> «siglo <strong>de</strong>lniño». En consecuencia, la normatividad didáctica <strong>de</strong>las teorías sociologistas en las que se asentaba laeducación argentina a comienzos <strong>de</strong>l siglo XX tenía lamisión <strong>de</strong> actuar como bisagra para alcanzar a través<strong>de</strong> la educación popular, laica y gratuita, la unificación<strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> nativos e inmigrantes en el marco <strong>de</strong>los principios básicos <strong>de</strong> la nacionalidad.LA CREACIÓN DEL TEATRO INFANTILEn este contexto, y sabedor <strong>de</strong> la profunda llegadaque el teatro tenía en los niños, José Ramos Mejía, en1913, antes <strong>de</strong> concluir su mandato como presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong>l Consejo <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Educación, solicitó la creación<strong>de</strong> un <strong>Teatro</strong> Infantil Municipal(1) 2 . El proyecto,finalmente, se concretó el 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1913, y10 CUADERNOS DE PICADERO


Escena <strong>de</strong> «Canciones para mirar»pasó a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r directamente <strong>de</strong> la Dirección <strong>de</strong> Parquesy Paseos. El <strong>Teatro</strong> Infantil Municipal incluyó aniños y adolescentes, y en su escuela se brindaba unaformación integral que abarcaba el canto, la danza y la<strong>de</strong>clamación.Hasta ese momento no hubo un teatro <strong>de</strong>dicado íntegramentea los niños. A pesar <strong>de</strong> que en 1825,María Teresa Samaniego, en su presentación ante elpúblico porteño, incluyó a su hija Emilia Hernán<strong>de</strong>zen la interpretación <strong>de</strong> monólogos infantiles, y mástar<strong>de</strong> tuvieron similar participación, Dominguita Montes<strong>de</strong> Oca y Domitila, la hija <strong>de</strong> Trinidad Guevara,estas actuaciones no pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse como teatropara niños, pues estaban incorporadas a las <strong>de</strong> losadultos y su <strong>de</strong>stino no era el público infantil. Enrealidad el objetivo se orientaba a ganar la simpatía ycomplacencia que la gracia <strong>de</strong> las niñas podía provocaren los espectadores. Algo similar sucedía con elteatro socialista y anarquista, a fines <strong>de</strong>l siglo XIX ycomienzos <strong>de</strong>l XX: sin lugar a dudas, el mensajeproducía un grado <strong>de</strong> sensibilización mayor cuandoaparecía en las palabras <strong>de</strong> un niño.Asimismo, los textos escritos para niños (principalmentepor sacerdotes jesuitas y salesianos) haciafines <strong>de</strong>l siglo XIX, estaban <strong>de</strong>stinados sólo al ámbitoescolar.Unos años <strong>de</strong>spués, por el impulso <strong>de</strong>l concejal GonzálezMaseda y con el apoyo <strong>de</strong>l proyecto presentadopor el actor y en ese momento concejal, FlorencioParravicini, el 27 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1928 se creó el<strong>Teatro</strong> Infantil Lavardén, un paso muy importante paraque el género alcanzara mayor autonomía. Es <strong>de</strong>cir: erapreocupación <strong>de</strong> la política cultural <strong>de</strong>l gobierno, teníaautores propios, un espectador bien <strong>de</strong>finido y un espaciopensado para él.A esta época pertenece la producción <strong>de</strong> teatropara niños <strong>de</strong> Clemente B. Cropi, Ricardo MonnerSanz, Próspero G. Alemandri, María <strong>de</strong>l RosarioChipriota, Germán Berdiales, y abarca el períodoque va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1911 hasta 1937. El repertorio <strong>de</strong> losautores <strong>de</strong> este período se constituía en base a monólogos,diálogos con escaso <strong>de</strong>splazamientoescénico, y <strong>de</strong>bido a que las presentaciones se realizabanen parques, la mayoría <strong>de</strong> las comediaseran mimadas, aunque el mimo no apareciera comoun procedimiento propio <strong>de</strong> la poética <strong>de</strong> la piezasino como una necesidad coyuntural. Los personajes<strong>de</strong> la comedia <strong>de</strong>l arte y otros, propios <strong>de</strong>l circo,comenzaron a incluirse complementando el espectáculocentral que siempre lo constituía la comedia.No obstante, aquellas piezas que estaban <strong>de</strong>dicadasa la exaltación patriótica seguían excluyendo todaposibilidad lúdica.UNA MIRADA DIFERENTETal era el panorama <strong>de</strong>l teatro para niños cuando arribóa Buenos Aires Alfonsina Storni. Progresivamente, ycomo parte <strong>de</strong> su intensa actividad como docente comenzóa <strong>de</strong>sempeñarse en el <strong>Teatro</strong> Infantil Lavardén<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo momento <strong>de</strong> su creación. Su producciónen la dramaturgia infantil abarcó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1928 hasta 1938:Blanco… Negro… Blanco; Pedro y Pedrito; Jorgey su conciencia; El dios <strong>de</strong> los pájaros; El<strong>de</strong>gollador <strong>de</strong> estatuas y Un sueño en el caminose representaron en el <strong>Instituto</strong> Lavardén al concluir elciclo escolar. En el transcurso <strong>de</strong> nuestra historia teatral,la obra <strong>de</strong> esta dramaturga fue representada variasveces, en especial, Blanco… Negro… Blanco. En2004, El dios <strong>de</strong> los pájaros fue puesta en escena porel grupo que dirige Patricia Palmer.Sus piezas encuadran en la estética <strong>de</strong> la comedia,utiliza procedimientos y personajes <strong>de</strong> la Comedia <strong>de</strong>lArte, <strong>de</strong>l melodrama, <strong>de</strong> la farsa y en la mayoría <strong>de</strong> loscasos, su poesía aparece musicalizada. La obra <strong>de</strong>esta autora constituye un punto <strong>de</strong> inflexión. En las dosúltimas piezas mencionadas, no se restablece el equilibriofinal como era una constante en la dramaturgiainfantil (esto evi<strong>de</strong>ncia un nuevo enfoque estético ei<strong>de</strong>ológico en el género), en ellas se lee una posiciónpesimista ante los graves problemas que genera lapobreza y la insensibilidad <strong>de</strong> los seres humanos.TEATRO TRO PARA NIÑOS11


Raúl AulesEL PANORAMA SE AMPLÍAEn la misma época, Angelina Pagano, la gran actrizdramática argentina, fundaba la primera compañía <strong>de</strong>teatro infantil. Su i<strong>de</strong>al era crear una escuela semejantea la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Declamación y ArteDramático, institución a la que concurrió en la ciudad<strong>de</strong> Florencia, Italia, en el momento <strong>de</strong> su formaciónjuvenil. A pesar <strong>de</strong> sus esfuerzos, nunca obtuvo elapoyo oficial para concretar una obra <strong>de</strong> tal magnitud.No obstante, con verda<strong>de</strong>ra pasión docente llevó a<strong>de</strong>lantesu empresa y en la sala <strong>de</strong>l cine-teatro Baby(actualmente teatro Ateneo) dictaba diariamente susclases a niños <strong>de</strong> tres a diez años. El instituto seorientaba hacia una formación integral: actuación, <strong>de</strong>clamacióny danza. La primera presentación <strong>de</strong>l elencotuvo lugar el 8 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1927 en la sala <strong>de</strong>l viejoteatro San Martín. En esa oportunidad el elenco estrenóEl sueño <strong>de</strong> Pelusita, que José León Pagano, CarlosSchaeffer Gallo, Enrique García Velloso y FranciscoVillaespesa escribieron especialmente para esta ocasión.Su teatro para niños se presentó en forma regularen las salas <strong>de</strong> los teatros I<strong>de</strong>al, Smart, en el ya señaladoteatro San Martín y en el teatro Colón <strong>de</strong> Mar <strong>de</strong>lPlata. De su escuela egresaron: Angel Magaña, IrmaCórdoba, Rosa Rosen, Marcos Zucker, Blanca Tapia,Carmelo Santiago, Meneca Norton, Jaime Walfisch, ymuchas otras importantes figuras <strong>de</strong>l espectáculo. A<strong>de</strong>más<strong>de</strong> los nombrados, escribieron para su teatroinfantil, Salvador Riesse, Carolina Alió, Lola Pita Martínez,Roberto Tálice.Esta reseña resulta <strong>de</strong>masiado breve para referirnosa la tarea que encaró esta gran actriz, quien comprendiótodo lo que el teatro pue<strong>de</strong> aportar para la formación<strong>de</strong>l niño. Solía <strong>de</strong>cir: «Lo mejor que tiene el hombre essu infancia, pues vale tanto como una promesa»…Sin embargo, a pesar <strong>de</strong>l interés que el teatro para niños<strong>de</strong>spertó en tantas personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro teatro, losestrenos eran esporádicos. La compañía <strong>de</strong> Camila Quirogapresentaba en el <strong>Teatro</strong> Nuevo; la <strong>de</strong> José GonzálezCastillo y Luis Motura en el teatro O<strong>de</strong>ón; Lola Membrivesen el San Martín y Enrique Santos Discépolo y las compañías<strong>de</strong> Josefina Díaz y Manuel Collado también hacían suaporte aunque no tenían un espacio <strong>de</strong>finido.Simultáneamente, el <strong>Teatro</strong> <strong>de</strong>l Pueblo, teatro in<strong>de</strong>pendientedirigido por Leónidas Barletta, comenzó aincluir en su repertorio el teatro para niños. Barlettaconsi<strong>de</strong>raba que un niño que se formaba en un teatro <strong>de</strong>calidad, habría adquirido un juicio crítico que le serviríapara las vistas <strong>de</strong>l teatro cuando ya fuera adulto. Deesta manera, en todas las temporadas había, por lomenos, una puesta <strong>de</strong> teatro para niños. Entre las piezasque se pusieron en escena po<strong>de</strong>mos mencionar:Pelos <strong>de</strong> zanahoria (1933) <strong>de</strong> Jules Renard, reprisadaen varias oportunida<strong>de</strong>s y don<strong>de</strong> tenía una <strong>de</strong>stacadaactuación Joaquín Pérez Fernán<strong>de</strong>z, eximio bailarín ygran actor <strong>de</strong> comedia. Polichinela (1936) <strong>de</strong> GonzálezLanuza; Bigotes para la luna (1938) <strong>de</strong> MarceloMenassé; El cuento <strong>de</strong> Barba Azul (1939) <strong>de</strong> JacintoGrau; El aserrín <strong>de</strong> los juguetes (1941) <strong>de</strong> Rodolfoy Carlos Orlando; Los títeres <strong>de</strong> Rosita (Rosa Eresky,1948), que con un variado repertorio continuó hasta1975, momento en que cierra sus puertas el <strong>Teatro</strong> <strong>de</strong>lPueblo. Más allá <strong>de</strong>l aspecto didáctico, rasgo dominante<strong>de</strong> este teatro, las puestas <strong>de</strong>bían contar concalidad musical y mucho colorido, tanto en la escenografíacomo en los trajes. Coherentes con su i<strong>de</strong>ario,todos los teatros in<strong>de</strong>pendientes, en el transcurso <strong>de</strong>su actividad teatral, <strong>de</strong>dicaron un espacio sumamentepreferencial al teatro para niños. El teatro in<strong>de</strong>pendienteJuan B. Justo, dirigido por Enrique Agilda, realizóuna interesante tarea durante seis años consecutivos.En 1930 se creaba la Universidad Popular <strong>de</strong> BelgranoAlfredo Fazio y Biblioteca Popular (UPB), espacioabierto a la comunidad con una múltiple oferta cultural.En la década <strong>de</strong>l 50 y 60 en ese espacio <strong>de</strong>sarrollaronsu actividad directores como Clelia Inés y RobertoVega. En la actualidad está dirigido por Carlos <strong>de</strong> Urquiza.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los talleres orientados a distintasdisciplinas, cumple con una cartelera <strong>de</strong> teatro paraniños sumamente amplia, don<strong>de</strong> se presenta, no sólo12 CUADERNOS DE PICADERO


el Grupo <strong>de</strong> <strong>Teatro</strong> Buenos Aires que li<strong>de</strong>ra el mencionadodirector sino también, María Inés Falconi, autora<strong>de</strong> las obras que pone en escena el Grupo <strong>de</strong> <strong>Teatro</strong>Buenos Aires y <strong>de</strong> las que presenta el grupo <strong>de</strong>l cual esdirectora, el <strong>Teatro</strong> Taller La Mancha, orientado a losadolescentes. A<strong>de</strong>más, en la UPB han realizado puestasotros teatristas <strong>de</strong>dicados al género: Roberto Vega,Manuel González Gil, Carlos Martínez, Roly Serrano,Silvina Reinaudi, Héctor Malamud, Marcelo Katz, etcétera.Des<strong>de</strong> hace once años la UPB <strong>de</strong>sarrolla losEncuentros <strong>de</strong> <strong>Teatro</strong>, Títeres y Cuentos, durante lasvacaciones <strong>de</strong> invierno, espacio que concita la adhesión<strong>de</strong> un relevante sector <strong>de</strong> la sociedad.A partir <strong>de</strong> 1946, Hedy Crilla iniciaba una importantetarea en el género; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que puso enescena La princesa y el porquerizo, hasta 1973 enque presentó Rosa, Rosita, Rosalinda, realizó sietepuestas en las que texto y dirección le pertenecían. Estatalentosa mujer <strong>de</strong> teatro, comenzó a incluir el elementolúdico como recurso fundamental <strong>de</strong>l teatro para niños,principalmente a partir <strong>de</strong> la música, tanto en las adaptacionescomo en las piezas <strong>de</strong> su creación.Hasta este momento, en el género actuaban sóloniños. Posteriormente, con el <strong>Teatro</strong> <strong>de</strong> la Nueva Argentina,durante el gobierno <strong>de</strong> Perón y <strong>de</strong>finitivamentecon Roberto Aulés, los elencos comenzaron a integrarsecon adultos.EL TEATRO PARA NIÑOS DURANTEEL GOBIERNO DE JUAN D. PERÓNLa política cultural <strong>de</strong>sarrollada durante el 1º y 2ºgobierno <strong>de</strong> Juan Domingo Perón, supo también hacer<strong>de</strong>l teatro para niños un recurso válido para la formación<strong>de</strong> la infancia en la línea i<strong>de</strong>ológica que sustentaba.A tal fin, creó El <strong>Teatro</strong> para Niños <strong>de</strong> la Nueva Argentina.Esta entidad <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> la Subsecretaría <strong>de</strong> Culturay contaba con el auspicio <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Educación<strong>de</strong> la Nación.Entre las puestas <strong>de</strong> este período po<strong>de</strong>mos mencionar:Una aventura en el circo <strong>de</strong> Alfredo Arjó y ElEscena <strong>de</strong> «Doña Disparate y Bambuco»alma <strong>de</strong> los muñecos <strong>de</strong> Alberto Larán <strong>de</strong> Vere, en1948. El 18 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1951, César Jaime estrenóEl baile <strong>de</strong> la fuerza y el 31 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1953 lo hizoFermín Chávez con Un árbol para subir al cielo,ambas en la sala <strong>de</strong>l teatro Enrique S. Discépolo. El<strong>Teatro</strong> para Niños <strong>de</strong> la Nueva Argentina contaba condos elencos que se presentaban los domingos en elteatro Smart y en salas <strong>de</strong> teatro y cine <strong>de</strong> los barrios(Mogliani, Revista <strong>Teatro</strong> XXI <strong>Nº</strong>20: 28) Las puestas secomplementaban con números <strong>de</strong> varieda<strong>de</strong>s y el balletfolklórico <strong>de</strong> Celia Queiró.A fin <strong>de</strong> concretar (y vuelven a ser útiles las palabras<strong>de</strong> Devoto) un paradigma educativo que penetrara capilarmenteen todo el territorio argentino, los elencos <strong>de</strong>la Comisión <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Cultura realizaban giras por elinterior <strong>de</strong>l país.En este momento, al igual que en el teatro paraadultos, hubo una gran escisión entre el teatro oficial yel teatro in<strong>de</strong>pendiente.PRIMEROS INTENTOS DE RENOVACIÓNHasta la década <strong>de</strong>l 60, la fantasía en el teatro paraniños venía <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> personajes no antropomórficos.Los personajes referenciales <strong>de</strong> la poética realistano podían corporizar el mundo <strong>de</strong> su imaginación talcomo lo hacen los niños durante el juego, en todo casoaccedían al espacio <strong>de</strong> la fantasía a través <strong>de</strong> lo queGraciela Montes <strong>de</strong>nomina el “sueñismo”.TEATRO TRO PARA NIÑOS13


Cambios importantes, ayudarían para que el géneroadoptara otros enfoques. En este momento adquirieronrelevancia las conceptualizaciones que realizaban profesionales<strong>de</strong> la psicología y pediatría, las queincidieron favorablemente en el teatro para niños. A<strong>de</strong>más,en el campo educativo comenzaron a cobrar fuerzauna serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimientos y reelaboraciones <strong>de</strong> lateoría <strong>de</strong> Piaget. Des<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> este autor, el juegosimbólico en el que el niño “jugaba a ser” y “jugaba ahacer” evocando ausencias, era fundamental para el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l símbolo y <strong>de</strong>l pensamiento. El niño, segúnPiaget, necesitaba <strong>de</strong>l juego para crear y adaptarsea la realidad. “La fantasía no era, entonces, tan evasora<strong>de</strong> lo real como parecía. Es más, se nutría <strong>de</strong> lo realy revertía sobre lo real. En el juego el niño compensabacarencias, liquidaba conflictos, anticipaba situacionesy, en general, purgaba temores” (Montes: 1990,18).Asimismo, la creación <strong>de</strong>l <strong>Instituto</strong> Di Tella, en 1958,generó un fuerte clima <strong>de</strong> entusiasmo y <strong>de</strong>seos <strong>de</strong>renovación entre la intelectualidad <strong>de</strong>l momento. Enconsecuencia, los teatristas, tanto los que se acercaronal Di Tella, como los que no lo hicieron, no podían<strong>de</strong>sconocer la efervescencia cultural que se vivía enBuenos Aires y mucho menos los aportes en el campoteatral. Tal es el caso <strong>de</strong>l absurdo que, en el teatro paraniños, generó un cruce con otras poéticas que pue<strong>de</strong>tornarse sorpren<strong>de</strong>nte cuando se necesita ilustrar lapérdida <strong>de</strong> hegemonía <strong>de</strong>l realismo.De esta manera, comenzó a <strong>de</strong>sarrollarse una forma<strong>de</strong> absurdo, más próxima a la commedia <strong>de</strong>ll’ arte,don<strong>de</strong> primaban el azar y la invención. No po<strong>de</strong>mos<strong>de</strong>sestimar el anclaje <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong>l absurdismo en elespacio teatral <strong>de</strong> Buenos Aires. Y como ejemplo, resultavalioso Doña Disparate y Bambuco <strong>de</strong> MaríaElena Walsh (1963). Esta autora realizó innovadoresaportes en el período. En su Canciones para mirar(1962), se <strong>de</strong>staca un profundo sentido estético, <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la línea que resalta lo pedagógico. Y la pieza <strong>de</strong>Laura Saniez Cuentos <strong>de</strong> nunca acabar (1964) evi<strong>de</strong>nciabala recepción productiva <strong>de</strong> esta puesta.A<strong>de</strong>más, la efervescencia i<strong>de</strong>ológica que produjo larevolución cubana dio como resultante una nueva mentalidadque directa o indirectamente repercutió en elteatro para niños. La reivindicación <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologíasgeneró un “aire <strong>de</strong> época” que imantó a muchas puestasen ese momento histórico; po<strong>de</strong>mos mencionar Elpríncipe <strong>de</strong> los pájaros (1958) <strong>de</strong> Agustín Malfatti,Clavelina (1963) <strong>de</strong> Ma<strong>de</strong>laine Barbulee y Carilinda,Primavera y Patapúfete (1964) <strong>de</strong> Andrés Lizarraga.Con relación al aporte <strong>de</strong> procedimientos que estimulabanel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la fantasía, se intensificaron losque provenían <strong>de</strong> la farsa y <strong>de</strong> la comedia musical. Yaunque los personajes mantenían la dicotomía buenos/malos,obedientes/<strong>de</strong>sobedientes, ya se lespermitía a los buenos, un atisbo <strong>de</strong> audacia que posibilitabael cuestionamiento y la rebeldía.En esta línea estética, la presentación <strong>de</strong> Monigoteen la pared <strong>de</strong> Roberto Aulés (1955) enriqueció al teatrocon este tipo <strong>de</strong> recursos y generó una importanterecepción productiva. Tal es el caso <strong>de</strong> Gran fiesta enel circo, Pin Pan Pum <strong>de</strong> Enrique Pinti (1960). Tiempos<strong>de</strong> negro y farol <strong>de</strong> Jorge Tidone y El chocolate<strong>de</strong> Frank Brown <strong>de</strong> Roberto Aulés (1961); El muñeco<strong>de</strong> Mariana <strong>de</strong> Carlos Mayón (1962); Las cosas <strong>de</strong>Pepito <strong>de</strong> Jorge Audifred (1965); La calesita rebel<strong>de</strong><strong>de</strong> Mauricio Rosencof con dirección <strong>de</strong> Hugo Álvarez yEl bicho canasto <strong>de</strong> Andrés Turnes (1965); Las hadasandan en calesita <strong>de</strong> Jorge Tidone, que obtuvo el PrimerPremio en el Concurso <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> teatro para niñosorganizado por la Subsecretaría <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> la Nación,dirigida por el pionero Roberto Aulés; El vagabundo<strong>de</strong> la luna <strong>de</strong> Roberto Medina; De gatos y lunas <strong>de</strong>Beatriz Seibel (1968); Corazón <strong>de</strong> bizcochuelo <strong>de</strong>Enrique Pinti (1970). No obstante, en muchas <strong>de</strong> laspiezas <strong>de</strong> la época, no se renunciaba <strong>de</strong>l todo al mimetismoy a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “ilusión”.La creación, en la ciudad <strong>de</strong> Necochea, <strong>de</strong>l Festival<strong>de</strong> Espectáculos para Niños, en 1962, dio cuenta <strong>de</strong> laimportancia que había adquirido el género tanto en laciudad <strong>de</strong> Buenos Aires como en el interior <strong>de</strong>l país. Apartir <strong>de</strong> su creación, este festival se convirtió en uno<strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> mayor legitimación.DEL ARTISTA A LA SUBJETIVIDADDEL ESPECTADOREn esta década asomaba Pipo Pescador en el teatropara niños. Las canciones y poesías <strong>de</strong> este autorsiguieron una línea contenidista, que hacían prevalecerel carácter didáctico <strong>de</strong> las mismas. En la década<strong>de</strong>l 80 esta textualidad se torna remanente, no obstante,en ¡Viva el teatro! (uno <strong>de</strong> sus mayores logros <strong>de</strong>los últimos tiempos), que contó con la dirección <strong>de</strong>Claudio Hochman, se puso en escena, precisamente,el cariño y adhesión popular que generaron y generansus actuaciones.En 1966, José Luis Viacava en un artículo <strong>de</strong> la revistaTalía (<strong>Nº</strong>31: 10/11) comentaba que luego <strong>de</strong> algunosaños <strong>de</strong> actividad que arrojaron no pocos resultadosperdurables, el teatro para niños había entrado en “francacrisis”. Viacava ubicaba las causas, precisamente, enaquel auge, el que fue una consecuencia <strong>de</strong> la utilización<strong>de</strong> procedimientos que dieron como resultado obrassumamente renovadoras. Así, los teatristas parecíanestar cómodos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa retórica, sin continuar conla investigación y la experimentación. Según este periodistalas fórmulas aplicadas con éxito en añosanteriores fueron reiteradas hasta el cansancio.No obstante, rescataba El niño sol <strong>de</strong> Roberto Vegay Corazón <strong>de</strong> bizcochuelo <strong>de</strong> Enrique Pinti, comoreposiciones que, tras cosechar importantes galardonesen el IX Festival <strong>de</strong> Necochea, podían convocar ala platea infantil en la nueva temporada. Finalizaba elartículo saludando con entusiasmo el estreno <strong>de</strong> Lavuelta manzana (1970) <strong>de</strong> Hugo Midón. De esta piezaopinaba que, a pesar <strong>de</strong> que los procedimientos aplicadosobe<strong>de</strong>cían a las “más probadas fórmulas <strong>de</strong>lgénero”, el texto y la puesta evi<strong>de</strong>nciaban la rigurosidadque nada <strong>de</strong>jaba librado a la improvisación.Este creador que se <strong>de</strong>stacaba al comenzar la década<strong>de</strong> los 70, recién en Narices (1983), comenzó a <strong>de</strong>sa-14 CUADERNOS DE PICADERO


ollar lo que fue una constante en su teatro (que tambiénhabía sido preocupación <strong>de</strong> Roberto Aulés) hacerun teatro “para chicos y adultos”. Midón, sin olvidarlas,tomaba distancia <strong>de</strong> las etapas evolutivas quemarcaba Piaget y confería importancia al estímulo queimplicaba brindarles a los niños una poética que colaboraraen su crecimiento. (Revista Viva, 08/02/98)Otro caso emblemático en el teatro para niños, loconstituye Héctor Presa, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1978 se halla alfrente <strong>de</strong> La Galera Encantada. En los comienzos contócon el asesoramiento pedagógico <strong>de</strong> Dora Sterman,aunque los textos y adaptaciones fueron <strong>de</strong> su absolutaautoría. En la actualidad, La Galera lleva alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>60 espectáculos estrenados, don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> observarseuna evolución constante que fue incorporando recursos<strong>de</strong> otras poéticas: el mimo, el títere, el clown y laestructura <strong>de</strong> la comedia musical, en un continuo trabajo<strong>de</strong> renovación. El teatro <strong>de</strong> Héctor Presa es unteatro <strong>de</strong> cámara que, en el género, se <strong>de</strong>staca por lacreatividad y funcionalidad <strong>de</strong> su escenografía. Entresus más recordadas puestas señalamos: Romance<strong>de</strong> trovadores (1981), El hado <strong>de</strong> Pistacho (1983)(con Carlos <strong>de</strong> Urquiza), Sandokán, una <strong>de</strong> piratas(1994), Romeo y Juliana, una historia <strong>de</strong> Mata<strong>de</strong>ros(1999).DE LA EXISTENCIA A LA RESISTENCIAEl gobierno <strong>de</strong> Alejandro Lanusse trató <strong>de</strong> alejarse <strong>de</strong>las “fronteras i<strong>de</strong>ológicas” (Manson:2000, 416), estotuvo múltiples repercusiones en el ámbito nacional einternacional, y, en algunos autores <strong>de</strong>l teatro paraniños produjo una nueva expresión que Tununa Mercado<strong>de</strong>nominó como “teatro político o <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as” (LaOpinión, sábado 2/09/72). La escritora incluía en estacorriente a Mambrundia y Gasparindia <strong>de</strong> CarlosGorostiza (1971), Chapatuti en Sandilandia, creacióncolectiva <strong>de</strong> Jorge Eines y Carlos <strong>de</strong> Mateis (1971)y Quién le teme al Señor John John <strong>de</strong> Hugo Álvarez(1972). A<strong>de</strong>más, el grupo <strong>de</strong> <strong>Teatro</strong> In<strong>de</strong>pendienteque <strong>de</strong>sarrollaba sus activida<strong>de</strong>s en una cooperativaEscena <strong>de</strong> «La Flauta Mágica»TEATRO TRO PARA NIÑOS15


Escena <strong>de</strong> «La Tempestad»<strong>de</strong> Villa A<strong>de</strong>lina, puso en escena El medio pollito <strong>de</strong>María Martín.Posteriormente, estas voces se fueron acallando. Sinembargo, el gobierno <strong>de</strong>l Proceso <strong>de</strong> Organización <strong>Nacional</strong>,a pesar <strong>de</strong> que instaló prohibiciones en el espacio<strong>de</strong> la literatura infantil, no focalizó con <strong>de</strong>masiada rigurosida<strong>de</strong>l lenguaje simbólico <strong>de</strong>l teatro para niños. Deesta manera, se produjo lo que Beatriz Iacoviello <strong>de</strong>nomina“momento <strong>de</strong> resistencia”: el teatro podía hablar<strong>de</strong> rebeldía, <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> libertad, podía <strong>de</strong>cir cosas através <strong>de</strong> la metáfora. Vale como ejemplo el hecho <strong>de</strong>que la obra <strong>de</strong> María Elena Walsh tenía espacio en elteatro para niños mientras que su lectura estaba prohibidaen los colegios oficiales.CON UNA MIRADA HACIA LA ACTUALIDADDes<strong>de</strong> 1983, en el ámbito educativo comenzó a aplicarsecon eficacia la teoría constructivista, la quegeneró un niño más participativo, con mayor capacidadpara <strong>de</strong>sarrollar su percepción y posibilidad <strong>de</strong> construirel conocimiento. Los realizadores <strong>de</strong>l género,capitalizaron favorablemente esta corriente.A<strong>de</strong>más, en el teatro para niños, con la llegada <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia y la certeza <strong>de</strong> la libertad, resurgió confuerza el teatro callejero. Son muchos los grupos que apartir <strong>de</strong> ese momento <strong>de</strong>sarrollaron las rutinas circensesen las plazas, otros las trasladan a las salas <strong>de</strong>teatro. Y aunque el teatro <strong>de</strong> títeres, hasta ese momentose <strong>de</strong>sarrollaba en un espacio propio, comenzó aincluirse como un procedimiento más, que en el crucecon el circo, el mimo, el clown, la estructura <strong>de</strong> lacomedia musical, sumados a los que ya estaban instalados,produjeron una <strong>de</strong> las actualizaciones másimportantes en la historia <strong>de</strong>l género. Con relación alos temas, se acentúan las adaptaciones <strong>de</strong> los clásicosy se fortalece la mirada ecologista.Ya en la década <strong>de</strong>l 90, en la línea <strong>de</strong>l mimo, PabloBontá presentó Imaginario, laboratorio <strong>de</strong> colores(1998), en la <strong>de</strong>l clown, Marcelo Katz puso en escenaClun (1998) y Luna (1998), y en lo que correspon<strong>de</strong> alteatro callejero, Ricardo Talento estrenaba en el mismoaño Los chicos <strong>de</strong>l cor<strong>de</strong>l, <strong>de</strong>l grupo Los Calandracasy el teatro Barracas. En la aplicación <strong>de</strong> las técnicascircenses aparece Gerardo Hochman con Bellas Artes(2000) y Fulanos (2004). En la actualidad, el grupo LaPipetuá, constituye un muy buen exponente <strong>de</strong> la recepciónproductiva que generaron los teatrista mencionados.En este último período, el teatro vuelve a evocar y atematizar las narraciones orales como forma <strong>de</strong> crear yrecrear mundos, <strong>de</strong> conjurar el tiempo y <strong>de</strong> generarefectos. Tal es el caso <strong>de</strong> Blancacienta, creacióncolectiva <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> Andamio 90, redactada porDarío Luchetta. El grupo juglar La Carreta, Leo Dyzen,Enrique Naidich y Diego Ruiz, con Chivos y bichos,sobre textos <strong>de</strong> Graciela Montes (1999); y <strong>de</strong> Soltandoamarras <strong>de</strong> Paula Andrada y Javier Smulevich,sobre textos <strong>de</strong> Italo Calvino, (2000).En teatro danza, género que posee pocos representantesen el teatro para niños, aparece la compañía ElRedon<strong>de</strong>l, Marta Lanterno y Patricia Dorín. De sus puestaspo<strong>de</strong>mos mencionar, Tres hechizadas (1994) yOceánica. Un cuento <strong>de</strong> sirenas (2000).Con relación a los temas que <strong>de</strong>ben llegar al niño <strong>de</strong>fines <strong>de</strong>l siglo XX y comienzos <strong>de</strong>l XXI, recor<strong>de</strong>mosque en los años 80 prevaleció una mirada ecologistaque, progresivamente, fue rotando hacia los temas que16 CUADERNOS DE PICADERO


alcanzan a este nuevo niño que cada día ve más reducidasu infancia. Es así que el teatro para niños comenzóa no soslayar el <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> los políticos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>Vivitos y coleando (1990) <strong>de</strong> Hugo Midón, hasta lareflexión que proponían las puestas <strong>de</strong> Gulliver, adaptación<strong>de</strong> Rivera López y La tempestad, adaptación <strong>de</strong>Claudio Hochman ambas <strong>de</strong> (1997). Tampoco <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>lado las consecuencias sociales que generan los malosgobiernos Huesito caracú, <strong>de</strong> Hugo Midón (2003),Juan Calle <strong>de</strong> María Inés Falconi (2003), Derechostorcidos <strong>de</strong> Hugo Midón (2005). Y Tuvo puestas plenas<strong>de</strong> poesía para referirse a la pérdida <strong>de</strong> los afectosy la soledad en Historia <strong>de</strong> un pequeño hombrecito(2000) adaptación <strong>de</strong> Hugo Álvarez sobre un texto <strong>de</strong>Barbro Lindgren y Noches blancas adaptación <strong>de</strong>lcuento <strong>de</strong> Dostoievsky por Mónica Spada y Pablo DiFelice (2002). Se ocupó <strong>de</strong> la discriminación en Elnuevo (1996), Caídos <strong>de</strong>l mapa (1990) y Sobre ruedas(2002) <strong>de</strong> María Inés Falconi. También <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> la muerte: Tiborantes <strong>de</strong> Leo Dyzen y Basilisa(2004) <strong>de</strong> Rafael Curcci y Omar Álvarez. Sin olvidar elconflicto que genera la separación cuando no media lamadurez en la pareja en Los hijos <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>a adaptación<strong>de</strong> Hugo Álvarez.Precisamente, para el tratamiento <strong>de</strong> estos temas, elcruce <strong>de</strong> poéticas es más que necesario, porque requieren<strong>de</strong> la parodia y <strong>de</strong> ciertos elementos absurdistas,como la falta <strong>de</strong> comunicación y la imposibilidad paraincorporar la imagen <strong>de</strong>l “otro” (en este caso, en nuestromedio, se observan muy buenos trabajos con elclown), <strong>de</strong> los recursos teatralistas que se logran en laalternancia <strong>de</strong> tiempos imaginarios y reales, y a<strong>de</strong>más,<strong>de</strong> un gran trabajo con el cuerpo y la gestualidad.En otro plano, se hace necesaria la sincronía entretiempo y espacio para alcanzar el ritmo justo que requierela poética, introducir con sentido la estructuramusical y los procedimientos que posibilitan el humor,a fin <strong>de</strong> que el niño pueda reírse ante aquello quele muestra la escena y que suele estar muy cerca <strong>de</strong> surealidad. Y, si bien es cierto que estas piezas parecenestar más dirigidas a los adultos que a los niños,siempre, existe la posibilidad (y qué positivo que lologre el teatro) <strong>de</strong> conversar con los chicos sobre estaspuestas “… que dicen mucho acerca <strong>de</strong> la condiciónhumana, <strong>de</strong> sus vicios y virtu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>zas y<strong>de</strong> sus pequeñas miserias cotidianas, <strong>de</strong> la intoleranciay la falta <strong>de</strong> respeto por las diferencias pero que,afortunadamente, también proponen la generosidad, lacomprensión y la justicia como bases <strong>de</strong>l bien común”(Beatriz Trastoy, <strong>Teatro</strong> XXI, <strong>Nº</strong>5).En otras puestas <strong>de</strong>l 90 hasta la actualidad, po<strong>de</strong>mosseñalar un repertorio que también ejemplifica una interesantemezcla <strong>de</strong> procedimiento: El hombrecito <strong>de</strong>lazulejo, versión libre <strong>de</strong> M. Harvey sobre el texto <strong>de</strong>Mujica Láinez (1996); El collar <strong>de</strong> Perlita <strong>de</strong> ClaudioHochman (1997); El príncipe y la rosa versión libre<strong>de</strong> Héctor Presa sobre el libro <strong>de</strong> Saint <strong>de</strong> Exupery(1999); La música <strong>de</strong> mis sombreros <strong>de</strong> Celia Marinacon la actuación <strong>de</strong> Silvina Snaj<strong>de</strong>r; Historia <strong>de</strong> unamor exagerado, <strong>de</strong> Leo Dyzen sobre el texto <strong>de</strong>Graciela Montes (2001); Colón agarra viaje a todacosta <strong>de</strong> María A<strong>de</strong>la Basch (2001), autora que hace<strong>de</strong>l trabajo con el lenguaje, la esencia <strong>de</strong> su creación.DE LA TELEVISIÓN AL TEATROA partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l 80, los espectáculos televisivos<strong>de</strong>dicados a los niños comenzaron con lo quesería una constante hasta la actualidad: durante lasvacaciones <strong>de</strong> invierno se instalan en las principalessalas <strong>de</strong> Buenos Aires con espectáculos que reproducenlo que están realizando por televisión. Al mismotiempo, figuras relevantes <strong>de</strong>l espectáculo recurren auna estrategia similar, crean una puesta para esa época<strong>de</strong>l año a fin <strong>de</strong> llegar a un público que generarentabilidad. En la mayoría <strong>de</strong> los casos se prolonganpoco tiempo más <strong>de</strong> lo que dura el receso invernal. Elprimer ejemplo para este fenómeno po<strong>de</strong>mos ubicarloen la actuación <strong>de</strong> las Trillizas <strong>de</strong> Oro en 1975, luegofue Margarito Tereré <strong>de</strong> Zulema Alcayaga en 1983para arribar a lo que podríamos llamar “el boom CrisTEATRO TRO PARA NIÑOS17


Morena”, que comienza con Rejugadísimo en 1994para continuar con Chiquititas, ciclo <strong>de</strong> gran aceptaciónen 1995 y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año pasado con Floricienta,su nuevo programa <strong>de</strong> televisión. Los estereotipos quegeneran estos programas televisivos, en la mayoría <strong>de</strong>los casos gozan <strong>de</strong>l beneplácito <strong>de</strong> los padres, quienestampoco se <strong>de</strong>tienen a analizar las contradiccionessociales, políticas y económicas que subyacen enellos. El circuito comercial que se crea a partir <strong>de</strong> losmismos genera un fenómeno estético particular, con elque <strong>de</strong>be convivir y competir la oferta que organizanlos teatristas, cuya tarea es producto <strong>de</strong> una constantebúsqueda y experimentación.LA MÚSICAY a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l 80, la música pasa a tenerel papel protagónico en la labor <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> realizadores:Sonsonando, Los Musiqueros, Carachumba,Mariana Cincunegui (Fundadores <strong>de</strong> MOMUSI, Movimiento<strong>de</strong> Música para Niños), a los que hay queagregar: Los cuatro vientos, Vocal 5, Indio Universo,Mariano Biaggio, Jorge Marziali, Luis María Pescetti,Papando moscas (rock para chicos), Tun Tun, Adriana.En todos los casos, la música es el centro <strong>de</strong> larepresentación escénica y a su protagonismo se agregacierta dramaturgia, que complementa y enriquece lasemántica <strong>de</strong> las composiciones.CONCLUSIONESCon la mirada puesta en los inicios, al hablar <strong>de</strong>lteatro para niños en Buenos Aires, más allá <strong>de</strong> que suvalor estético, visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la actualidad, nos pue<strong>de</strong>parecer muy pobre, <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rarlo como unainiciativa <strong>de</strong> vanguardia. Basta recordar que en losEstados Unidos, este género comenzó en 1903, cuandoAlice Herts fundó el <strong>Teatro</strong> Educativo Infantil, que tuvouna duración <strong>de</strong> sólo seis años y se retomó varios añosmás tar<strong>de</strong>. Y que Canadá, que posee en la actualidadun papel prepon<strong>de</strong>rante, no comenzó a preocuparse poreste género hasta 1948 (Martínez Velasco, 1989:82). Elteatro para niños en nuestro medio, tuvo un inicio prematuroen relación con el resto <strong>de</strong> América Latina y amuy poco <strong>de</strong> andar comenzó a enriquecerse con temasy procedimientos que nuestros creadores procuraron yprocuran, en las mejores fuentes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l arte.De acuerdo a lo analizado po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar queen el teatro para niños en Buenos Aires se dieron tresmomentos clave: 1) Con Alfonsina Storni, en cuyasobras se concretó una línea semántica que enunciabaotra posición i<strong>de</strong>ológica que difería <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sarrolladapor los escritores que en la época se <strong>de</strong>dicaban algénero. 2) Un segundo momento enriquecedor en ladécada <strong>de</strong>l 60. 3) Un tercero con el advenimiento <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia fortalecido durante los años 90. En ambosse comenzó a experimentar con procedimientos queprovenían <strong>de</strong> otras poéticas y que tuvieron el mérito <strong>de</strong>generar una importante recepción productiva.En este momento, la sociedad ha caído en una redque posibilita una nueva forma <strong>de</strong> sabiduría don<strong>de</strong> “(…)los mayores ya no son quienes presentan los valores<strong>de</strong> la oposición; los medios <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> masasadultizan al niño e infantilizan al adulto” (Aparici yGarcía Matilla, 1989:53). Sin lugar a dudas, en unnuevo movimiento, el teatro para niños, se verá en lanecesidad <strong>de</strong> evolucionar y crecer para un espectadormás exigente, poseedor <strong>de</strong> un aguzado espíritu crítico,por un lado, sujeto a una difícil problemática social enla que ingresa cada día más precozmente, y por otro,formado en la estética <strong>de</strong>l vi<strong>de</strong>ogame, y en general,habituado a una oferta cultural que lo induce a unalectura <strong>de</strong> imágenes en las que prevalece un ritmoexacerbado que en los últimos tiempos cubre todos losespacios <strong>de</strong> la vida cotidiana.Escena <strong>de</strong> «Vivitos y coleando III»Notas1 - Las funciones <strong>de</strong>l <strong>Teatro</strong> Infantil Municipal, se <strong>de</strong>sarrollabanen los parques: Avellaneda, Centenario, Chacabuco,<strong>de</strong> los Patricios, Los An<strong>de</strong>s, Rivadavia. En las Plazas:Herrera, Matheu, Vélez Sarsfield. Hospital <strong>de</strong> Niños.Casa <strong>de</strong> Expósitos y Patronato <strong>de</strong> la Infancia. En la películaUn bebé <strong>de</strong> contrabando (1940), protagonizada porLuis Sandrini, en una escena es posible observar unafunción <strong>de</strong>l <strong>Teatro</strong> Lavardén, en el Parque Avellaneda,con el <strong>de</strong>corado <strong>de</strong> fondo, tal como aparece en las fotos<strong>de</strong> los textos <strong>de</strong> esa época.18 CUADERNOS DE PICADERO


Dejemos que Caperucitase divierta con el LoboLA DRAMATURGIA DEL TEATRO INFANTIL(*) Dramaturga, directora, docente.Por MARÍA INÉS FALCONI *Hace un tiempo, tuve la oportunidad <strong>de</strong> compartirun almuerzo con gente <strong>de</strong> teatro entre la que se encontrabaun conocido escenógrafo <strong>de</strong>dicado al teatrocomercial para adultos. Durante la comida, intercambiamosopiniones sobre la actividad teatral, muchas<strong>de</strong> ellas coinci<strong>de</strong>ntes, teorías y bromas al respecto.Ya <strong>de</strong> sobremesa, el susodicho escenógrafo me preguntóa qué me <strong>de</strong>dicaba. “Escribo teatro para niños yjóvenes”, contesté, no sin cierta prevención, que sevio confirmada al instante con su respuesta: “Ah...”,fue todo lo que dijo, y giró su cabeza para hablar conel que tenía al otro lado, dando por terminada nuestraconversación.Lejos <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>rme, por semejante falta <strong>de</strong> cortesía,<strong>de</strong>bo agra<strong>de</strong>cerle su sinceridad. Son muchos los quepiensan “ah...”, así, sin ningún signo <strong>de</strong> admiración,cuando se habla <strong>de</strong> la dramaturgia para niños, pocosson los que lo dicen.De nada sirve afirmar, que esto suce<strong>de</strong> porque ladramaturgia para niños es un género relativamente nuevo.También lo son la pediatría, la psicología infantil,la odontología pediátrica y otra cantidad <strong>de</strong> especialida<strong>de</strong>sque, justamente, se “especializan” en niños.Pero nadie piensa que un cardiólogo infantil sea menoscardiólogo por trabajar con niños; sí que un dramaturgo,sea menos dramaturgo por hacer “obritas infantiles”.Este concepto, según creo, es extensible al arte engeneral; la literatura, la música y la pintura sufren lasmismas dolencias. Pero hablando específicamente <strong>de</strong>la dramaturgia, cabe preguntarse cuál es el motivo porel que este género está asociado a una actitud tanfrancamente <strong>de</strong>svalorizadora entre los teatristas, losintelectuales y la sociedad en general.Todos aquellos que nos <strong>de</strong>dicamos al teatro para niñosy jóvenes, solemos adoptar la postura <strong>de</strong> víctimas<strong>de</strong> la discriminación <strong>de</strong> las minorías, y hacer nuestras<strong>de</strong>fensas y alegatos a favor <strong>de</strong> esta actividad en encuentros,congresos, mesas redondas o festivales pero,siempre entre nosotros mismos. Es lógico: a los otrosencuentros, congresos, mesas redondas y festivales,pocas veces nos invitan. No figuramos en la programación.¡Pobrecitos nosotros! Supongo que ya es hora <strong>de</strong>abandonar este rol y comenzar a preguntarnos qué responsabilidadnos cabe a los dramaturgos para niños entodo esto.Por empezar, al menos en la Argentina (aunque creoque la situación es extensible a otros lugares <strong>de</strong>l mundo),trabajar en el teatro para niños es solo un pasoprevio para po<strong>de</strong>r llegar al teatro para adultos. Pocosson los que se <strong>de</strong>dican a él por vocación y por elección.La oportunidad, la casualidad y muchas vecesuna supuesta facilidad hacen que teatristas y drama-TEATRO TRO PARA NIÑOS19


Escena <strong>de</strong> «El nuevo»turgos se encuentren frente a un público infantil sólocircunstancialmente, mientras sueñan con las gran<strong>de</strong>smarquesinas <strong>de</strong>l teatro para adultos, el teatro <strong>de</strong> verdad.Lejos <strong>de</strong> ser, como la pediatría anteriormentenombrada, una especialidad que llega <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> unintenso estudio y su correspondiente diploma, la dramaturgiay el teatro para niños, llegan antes <strong>de</strong> haberserecibido <strong>de</strong> nada, bajo la teoría <strong>de</strong> que como es paraniños, es fácil, o más fácil.Es éste un primer error, nuestro, y no <strong>de</strong> los otros, que<strong>de</strong>beríamos <strong>de</strong>dicarnos a <strong>de</strong>sterrar. Trabajar, específicamente,escribir para niños, no es fácil. Supone,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> nuestro talento personal, nuestro conocimientosobre dramaturgia, nuestra necesidad <strong>de</strong>transmitir un mensaje, nuestro bagaje cultural y lainfinidad <strong>de</strong> otros aspectos que hacen a esta actividad,un profundo conocimiento acerca <strong>de</strong>l niño, tanto intelectualcomo afectivo.Todos sabemos que el público infantil es un públicoexigente; que, carente <strong>de</strong> las convenciones sociales,es capaz <strong>de</strong> hablar, levantarse y hasta correr <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lteatro si lo que está viendo le aburre; que es necesarioatraparlo, entretenerlo, interesarlo, pero... ¿qué mássabemos <strong>de</strong> ellos? Porque basándonos en este únicodato objetivo, caeremos en la tentación <strong>de</strong> presentarespectáculos con mucho colorido, mucha música,mucho ruido, efectos especiales cuando la producciónlo permita, algún otro animalito o muñeco que llame laatención y los infaltables personajes <strong>de</strong> cuentos tradicionales,para quedar conformes cuando los ojos <strong>de</strong>lniño vuelvan al escenario, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l décimo caramelo,o cuando el volumen <strong>de</strong>l sonido acalle las voces<strong>de</strong>l aburrimiento. Si esto es todo lo que po<strong>de</strong>mos hacer,los dramaturgos sesudos están en todo su <strong>de</strong>recho amirarnos por arriba <strong>de</strong>l hombro.Sin embargo, estoy segura <strong>de</strong> que la dramaturgia paraniños tiene otras posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> llegada a su público,acercándose a sus vivencias y traspasando la superficialidad<strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> música, color y alegría.Pero para llegar a los niños profundamente, tenemosque conocerlos profundamente. ¿Es que acaso para escribirteatro para niños tendremos que ponernos a leerinmensos tratados <strong>de</strong> psicología? Seguramente no esnecesario tanto, aunque todo ayuda. Pero no apelo anuestro intelecto, exclusivamente, si no a nuestra sensibilidad.Conocer a los niños es simplemente, estarjunto a ellos. No sólo cuando es “un niño público”, unmontón indiferenciado que como cualquier montón acepta,rechaza, ríe o se distrae; sino cuando es un niñoindividual y único, con sus gustos, y sus miedos, y sus<strong>de</strong>seos y sus malda<strong>de</strong>s, y sus afectos y su propia yparticular manera <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r este mundo adulto enel que le toca vivir. Es ese niño individual, en esemomento preciso, el que tal vez nos abra un mundo <strong>de</strong>posibilida<strong>de</strong>s para llevar al teatro. Es ese niño el que<strong>de</strong>spertará en nosotros la necesidad <strong>de</strong> crear para él unahistoria que responda sus preguntas, que calme sus20 CUADERNOS DE PICADERO


ansieda<strong>de</strong>s, que acreciente su seguridad o <strong>de</strong>spierte sufantasía. Una historia en la que él pueda verse reflejado.Una historia que, aunque escrita por un adulto, puedatransmitir las vivencias, sentimientos o experiencias<strong>de</strong> un niño, <strong>de</strong> ese niño. ¿Cómo podríamos saber todoesto si no es estando muy cerca <strong>de</strong> ellos?Porque cuando un adulto escribe para otro adulto pue<strong>de</strong>,sin ninguna duda, hablar <strong>de</strong> sus propias vivenciasy el público lo compren<strong>de</strong>rá, en mayor o menor medida.¿Qué es un autor si no un ser humano común y corrienteque transita por los lugares por don<strong>de</strong> todos transitany que, para alegría suya y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, tiene la posibilidady la necesidad <strong>de</strong> transformar sus experienciasen historias y sus sentimientos en palabras? Transmitiráun mensaje que todos compren<strong>de</strong>n porqueseguramente es lo que todos o muchos también quisieran<strong>de</strong>cir, expresar o vivir.¿Pero qué suce<strong>de</strong> cuando el que recibe un mensajees un niño y el que lo transmite un adulto? ¿Alcanza elremitirnos a las experiencias <strong>de</strong> nuestra propia infancia,por otro lado ya distorsionadas por el tiempo? Sinduda nuestra infancia importa, y tiene un fuerte peso,pero... ¿es suficiente por sí sola? ¿El famoso “niño quetodos llevamos a<strong>de</strong>ntro”, respon<strong>de</strong> a alguna necesidad<strong>de</strong>l niño actual, <strong>de</strong> carne y hueso que tenemos sentadofrente a nosotros? ¿Es necesario asumir el “infantilismo”cuando trabajamos para niños, o acaso eso nostransforme en adultos patéticos a los cuáles los niñostambién terminen mirando por sobre el hombro?Debemos romper con la imagen idílica <strong>de</strong>l niño, yasea interno o externo, y ponernos en contacto con elEscena <strong>de</strong> «Hasta el domingo»niño real. Trabajar, escribir para niños, es trazar uncírculo que partiendo <strong>de</strong> nuestra capacidad para escucharlos,pasa por nuestra propia infancia, por nuestroconocimiento, nuestra técnica, nuestros valores y nuestrapoesía, y les es <strong>de</strong>vuelto para <strong>de</strong>spertar “su”capacidad <strong>de</strong> escuchar. En <strong>de</strong>finitiva, escribir para niñoses sólo ser un puente para que ellos se escuchen así mismos.Y para ser un buen puente, es necesario conocer ellenguaje a<strong>de</strong>cuado, tener la técnica a<strong>de</strong>cuada, buscaruna estética a<strong>de</strong>cuada, para que ese mensaje fluya yno se trabe. Necesitamos ser verda<strong>de</strong>ros Dramaturgos,así con mayúscula.Entonces, esta necesidad <strong>de</strong> unir nuestro oficio <strong>de</strong>dramaturgos con un profundo conocimiento <strong>de</strong>l niño¿acaso no exige un esfuerzo? ¿No es sin duda unabúsqueda, una especialización, un perfeccionamiento<strong>de</strong> nuestra actividad? Si esto se diera así en la realidad,¿no mereceríamos que se nos atienda con respetopor tener un trabajo mucho más exigente y que nos<strong>de</strong>manda una mayor preparación?Sin embargo, la dramaturgia para niños y jóvenesestá casi siempre excluida <strong>de</strong> los centros <strong>de</strong> estudiosque preparan profesionales. No existe como materia,no existe como carrera, ni siquiera existe como temapuramente informativo. Aquellos que eligen escribirpara niños no tienen otro camino que apren<strong>de</strong>r a lostropezones, <strong>de</strong> su propia experiencia o <strong>de</strong> lo que puedanver a su alre<strong>de</strong>dor. Y es así como, en vez <strong>de</strong>aprovechar la experiencia ya realizada por otros, losdramaturgos están siempre empezando su propio caminoindividual, repitiendo los mismos errores que yaotros han cometido, sin posibilidad <strong>de</strong> avanzar hacianuevas propuestas, ni <strong>de</strong> abandonar el caballito <strong>de</strong>batalla <strong>de</strong> los cuentos tradicionales, porque todo tienenque <strong>de</strong>scubrirlo solos.Es posible que, si tomamos conciencia <strong>de</strong> nuestrasnecesida<strong>de</strong>s y carencias, si nosotros mismos nos exigimosuna mayor y mejor formación, si asumimos ladificultad <strong>de</strong> nuestro trabajo, comencemos a buscar y agenerar centros <strong>de</strong> formación, formales o informales,oficiales o no oficiales; pero serios, eso sí.Es hora <strong>de</strong> que los dramaturgos <strong>de</strong> teatro para niños,<strong>de</strong>jemos que Caperucita viva feliz con su abuela o conel lobo, según los gustos, y nos <strong>de</strong>diquemos a buscarlos mitos <strong>de</strong> nuestra propia época. Es hora <strong>de</strong> queabandonemos el facilismo y nos enfrentemos a lasdificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tarea que hemos elegido. Es hora <strong>de</strong>que <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> mirarnos por arriba <strong>de</strong>l hombro.TEATRO TRO PARA NIÑOS21


EL ACTORen el teatropara niños(*) Actor, director, dramaturgoPor HÉCTOR PRESA *Des<strong>de</strong> 1978 estoy trabajando en el teatro para chicosy, a lo largo <strong>de</strong> este tiempo me he cruzado con nomenos <strong>de</strong> 200 actores que han formado parte <strong>de</strong> migrupo La Galera Encantada o <strong>de</strong> otros proyectos en losque he participado y que me han permitido sacar algunasconclusiones, a partir <strong>de</strong> las experienciascompartidas, en cuanto a las características que <strong>de</strong>betener, según mi parecer, un actor <strong>de</strong> teatro para chicos.Inicialmente, podríamos hablar <strong>de</strong>l estigma <strong>de</strong>l géneromenor que persigue <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su creación al teatro parachicos. “Es para chicos…”: una apreciación recurrenteque inicialmente presupone que la tarea es más sencilla.Muchos actores, o estudiantes <strong>de</strong> teatro han abordadoel espectáculo infantil, como parte <strong>de</strong> una experienciamenor, como una etapa <strong>de</strong> aprendizaje en el comienzo <strong>de</strong>su carrera, sin observar en la mayoría <strong>de</strong> los casos lasreglas fundamentales que seguramente cuidarían al realizaruna obra para adultos.De allí, es que es común encontrarse con adultosencarnando roles <strong>de</strong> chicos, trabajando la composición<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una visión aniñada, ñoña, antigua, totalmentealejada <strong>de</strong> los parámetros reales <strong>de</strong> composición <strong>de</strong> unniño. Habitualmente este tipo <strong>de</strong> actores se queda enun armado externo, vacío, sin profundidad, sin aristas.Es por eso que al pensar en el tipo <strong>de</strong> actor que serequiere al encarar un espectáculo para chicos uno no<strong>de</strong>be dudar: ese actor que se busca <strong>de</strong>be tener lasmismas condiciones que uno buscaría al encarar unaobra para adultos. Por lo menos, ese <strong>de</strong>bería ser elpunto <strong>de</strong> partida para la búsqueda <strong>de</strong> un intérprete a<strong>de</strong>cuado,sumadas estas condiciones a otras específicasque proponen las obras para niños. En muchas <strong>de</strong> ellas,el género se emparenta con lo musical por lo que esimportante que el actor cante y baile, que pueda expresara través <strong>de</strong> la música los conceptos que el autorintenta trasmitir. También es muy frecuente que el humorsea el vehículo a través <strong>de</strong>l cual el autor relata lahistoria, por lo que el actor en cuestión <strong>de</strong>berá manejarun género por <strong>de</strong>más complicado. Y, como <strong>de</strong>talle insoslayable<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las condiciones que consi<strong>de</strong>ro<strong>de</strong>be cumplir el personaje en cuestión, será imprescindibleque tenga capacidad <strong>de</strong> juego. Esta últimacaracterística sería la clave <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong> un emprendimiento<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l teatro para chicos.Tomemos cada uno <strong>de</strong> estos ítems y <strong>de</strong>sarrollemosuna pequeña reseña acerca <strong>de</strong> los requisitos.UN ACTOR QUE JUEGUEEl juego es sin duda el elemento comunicante porexcelencia en el niño. De ahí que, en los espectáculosinfantiles, la presencia <strong>de</strong> este elemento como vehículo<strong>de</strong> transmisión <strong>de</strong> conceptos es habitual. Por lo quees fundamental, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi óptica, y se trasforma en elrequisito número uno, lograr que el intérprete juegue.22 CUADERNOS DE PICADERO


Que transite el “como si…” con absoluta facilidad,que tenga la impronta para entrar en la piel <strong>de</strong> unpersonaje <strong>de</strong> corta edad entendiendo que el razonamientopor el que el niño pasa siempre conduce oatraviesa el juego.UN ACTOR QUE CANTE Y BAILEEn la comedia musical, creo que no es tan necesariala presencia <strong>de</strong> un actor que cante y baile <strong>de</strong> maneraexcelsa sino que es importante enten<strong>de</strong>r que el actor<strong>de</strong>be po<strong>de</strong>r usar esos vehículos expresivos, con lamisma facilidad con que usa la palabra o el gesto. Elactor <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r que es necesario afinar y tener lacoordinación corporal suficiente para seguir un esquemamusical, pero tan importante como eso, es po<strong>de</strong>rinterpretar lo que el autor quiso <strong>de</strong>cir al colocar esacanción o ese baile en un sector <strong>de</strong> la obra. No buscobailarines o cantantes sino actores que bailen o canten.La diferencia es sutil, pero profunda.UN ACTOR QUE EMOCIONEMuchas veces se supone que el teatro para chicosfunciona más como un entretenimiento que como unaobra con un autor que <strong>de</strong>sea contar una historia. Si nosalejamos por un instante <strong>de</strong>l entretenimiento (que porcierto es uno <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong>l teatro para chicos,pero no el único) encontraremos que es importantelograr que la emoción aparezca toda vez que sea posible.Contamos con un espectador entregado, unespectador que cree ciegamente en lo que está viendo.El adulto sabe que es una actriz la que interpreta a LaCenicienta, el niño cree que la mujer que está sobre elescenario, es la Cenicienta. Esta entrega nos obliga atratar con mucho cuidado el material que ofrecemos<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el escenario porque, el espectador que nos enfrenta,cree abiertamente en lo que le <strong>de</strong>cimos. Poreso, es fundamental que todas las áreas <strong>de</strong>l espectáculoestén cuidadas y la actuación es, sin duda, el eje<strong>de</strong> todo. Un actor comprometido con la emoción nosbrindará la posibilidad <strong>de</strong> sacar <strong>de</strong> los más pequeñosuna sonrisa, una lágrima, un estremecimiento.Cada director requiere un actor con estas y algunascondiciones másUn actor disciplinadoUn actor responsableUn actor entregadoUn actor con capacida<strong>de</strong>sEn fin un actor, nada más y nada menos….De lo mejores con que uno pueda contar para po<strong>de</strong>rlograr los mejores resultados.Sin secretos, como en todas las profesiones, losmejores son los que marcan las diferencias y, más allá<strong>de</strong> algunas especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l género, en <strong>de</strong>finitiva loque uno querría como director es encontrarse con eseactor que le pueda proponer alternativas que conduzcanal crecimiento <strong>de</strong>l espectáculo.Escena <strong>de</strong> «Pido Gancho»TEATRO TRO PARA NIÑOS23


La puestaen escenaPor CARLOS DE URQUIZA *(*) Actor, director, dramaturgo, docente teatral.Posiblemente para el ojo poco advertido no habrá diferenciasen la tarea <strong>de</strong>l director teatral, en cuanto a lautilización <strong>de</strong> elementos técnico-expresivos, ya sea quese trate <strong>de</strong> la puesta en escena <strong>de</strong> un espectáculo paraadultos o <strong>de</strong> un espectáculo para niños. Y esto es así porcuanto no difieren en su esencia los elementos que, enuno y otro caso, utilizará el director para realizar su tarea.De acuerdo a este punto <strong>de</strong> partida, al menos en lo quehace al trabajo <strong>de</strong> puesta en escena, estaríamos dandola razón a aquellos que piensan que no existe una categoría,un género llamado teatro para niños. Es <strong>de</strong>cir, sino encontramos en cada uno <strong>de</strong> sus pasos, dramaturgia,puesta en escena y actuación, elementos que lo diferencieny lo <strong>de</strong>terminen no será posible hablar <strong>de</strong> “teatropara niños” como un género <strong>de</strong>terminado.Sin embargo, a poco <strong>de</strong> que comencemos a acompañaral director en su trabajo <strong>de</strong> puesta en escena,podremos ir viendo que estos elementos técnico-expresivosa los que hacíamos referencia, están utilizados<strong>de</strong> tal manera que implican una modificación en símismos, como consecuencia <strong>de</strong> una dramaturgia específicay <strong>de</strong> un receptor con atributos propios que lo<strong>de</strong>marcan y caracterizan: el niño.EL TEXTOSi algún problema tiene el teatro para niños, éste es,el <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> una dramaturgia, <strong>de</strong> cantidad y calidad<strong>de</strong> textos dramáticos, <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> la obra dramáticain<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> puesta enescena. En general, es práctica extendida que los grupossean a la vez autores <strong>de</strong> sus propias obras. Eldirector o el grupo son los autores <strong>de</strong>l texto dramático,texto que muchas veces aparece tan inserto en la puestaen escena que es difícil diferenciar uno <strong>de</strong> otro, ypocas veces es un material apto in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> la puesta en escena que lo gestó.Si bien éste es un proceso plausible, el <strong>de</strong> elaborarconjuntamente texto y puesta, es una clara insuficienciapara el género teatral infantil que este procedimientono sea una elección sino un camino obligado por lafalta <strong>de</strong> una dramaturgia a<strong>de</strong>cuada.Los procesos <strong>de</strong> cambio, las modificaciones estéticas,los hallazgos teatrales, muchas veces sontributarios <strong>de</strong>l texto escrito, <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la dramaturgia.Las temáticas, los <strong>de</strong>safíos para contar lasmetáforas a<strong>de</strong>cuadas al niño, en el lenguaje que éstepue<strong>de</strong> apreciar a partir <strong>de</strong> su estadio evolutivo, son elpunto <strong>de</strong> partida para la necesidad <strong>de</strong> innovaciones enla puesta en escena, innovaciones que renuevan ellenguaje y producen nuevas manifestaciones que abonanel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l género teatral.Encontrar un buen texto dramático es el inicio <strong>de</strong> unproceso creativo bien sustentado en su base, existe un24 CUADERNOS DE PICADERO


“a partir <strong>de</strong>” que le da solvencia y claridad a la materializaciónposterior. Pero, para ello, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> unautor y <strong>de</strong> una obra escrita anterior e in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> puesta en escena, <strong>de</strong>bemos contarcon un director que sepa manejar a<strong>de</strong>cuadamente estaherramienta, que sepa cómo realizar este procedimientoinquietante que significa dotar <strong>de</strong> materia a lainmaterialidad <strong>de</strong>l texto. Ése es justamente el proceso<strong>de</strong> puesta en escena.Muchas veces, quizá por la falta <strong>de</strong> experiencia o poruna escasa preparación -otro grave problema <strong>de</strong>l teatropara niños es cuando el espectáculo se convierte en laprimera experiencia teatral para directores y actores-,el texto no se erige como ese punto <strong>de</strong> inflexión fundamental<strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l proceso creativo, sino que es unapesada estructura ajena que nunca termina <strong>de</strong> conectarsea<strong>de</strong>cuadamente con la puesta en escena.Un texto dramático necesita <strong>de</strong> una profunda investigaciónpor parte <strong>de</strong>l director, que le permita <strong>de</strong>sentrañarsu estructura, su línea <strong>de</strong> crecimiento dramático que seva perfilando situación tras situación. Objetivar estaestructura como algo ajeno a uno mismo, que no respon<strong>de</strong>a lo que quisiéramos que fuera, sino que es como es,<strong>de</strong>scubrir las reglas que estructuran este universo cerradocreado por el autor y po<strong>de</strong>r penetrarlo para hacerlopropio, son algunas <strong>de</strong> las tareas previas que <strong>de</strong>bierarealizar el director en esta primera etapa <strong>de</strong> trabajo.La tarea <strong>de</strong>scripta le es común al director, ya sea quese trate <strong>de</strong> un texto para adultos o para niños, pero si setrata <strong>de</strong> un “texto para niños” éste <strong>de</strong>bería realizar unasegunda lectura aún más profunda en don<strong>de</strong> pudierapreguntarse: “¿Por qué pue<strong>de</strong> afirmarse que este textoestá orientado a los niños?; ¿qué diferencia, qué elementos<strong>de</strong>terminan que este texto sea “teatro paraniños”?; ¿cómo se expresa la metáfora que cuentaesta historia?; ¿qué procedimientos diferentes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la puesta en escena, me indican que este texto estéorientado a un público infantil?”…DE LA PUESTA EN ESCENAEs posible entonces que comencemos a <strong>de</strong>scubrirlas notas que caracterizan una puesta en escena orientadaal público infantil. Pero, <strong>de</strong>beríamos previamentehacer algunas consi<strong>de</strong>raciones que sirvan para <strong>de</strong>secharciertos estereotipos que abundan en algunaspuestas aparentemente orientadas al público infantil,para no incurrir en el equívoco <strong>de</strong> suponer que nosestamos refiriendo a estos elementos.Una puesta en escena orientada a este público noprecisa <strong>de</strong> colores fuertes, <strong>de</strong> música estri<strong>de</strong>nte escasamenteelaborada, con actores que se mueven todo eltiempo, sin sentido, confundiendo movimiento con acción,mientras gritan sus textos aparatosamente, convestuarios llamativos y una aparente participación <strong>de</strong>los espectadores a través <strong>de</strong> consignas directas. Estoselementos son distorsiones <strong>de</strong> lo que se cree infanti”,tanto como emplear diminutivos o disfrazar a los actores<strong>de</strong> animalitos. No es ésta la transformación <strong>de</strong> loselementos técnico-expresivos a los que hago referencia.A MODO DE EJEMPLOVamos a intentar <strong>de</strong>sarrollar estos elementos expresivos<strong>de</strong> la puesta en escena tomando como punto <strong>de</strong>referencia un espectáculo para niños menores <strong>de</strong> dosaños que tuve oportunidad <strong>de</strong> dirigir durante el añopasado (2005). Era un <strong>de</strong>safío encontrar aquellos elementosque provocaran el interés <strong>de</strong> público tan menudo,con una tan breve experiencia <strong>de</strong> vida, seguramenterealizando su primera experiencia como espectadorteatral. Como director conté con un excelente equipo<strong>de</strong> trabajo, con mucha experiencia en este género teatraly con un grupo <strong>de</strong> excelentes actores.Quizás algunas reflexiones sobre este espectáculopermitan aclarar algunos conceptos sobre la a<strong>de</strong>cuadautilización <strong>de</strong> los elementos expresivos <strong>de</strong> la puestaen escena, en función <strong>de</strong> un espectáculo para niños.Habría que precisar que no existen reglas al respecto yque cada texto va a necesitar <strong>de</strong> una estética y unapoética singular que lo caracterice; pero quizás, enesta oportunidad, por lo específico <strong>de</strong>l trabajo en cuantoa estar orientado a niños tan pequeños, la experienciapueda servir como ejemplo.EL ESPACIO. LOS ESPACIOSUna primera reflexión recae en el tema <strong>de</strong> la espacialidad.En general cuando se piensa en espacio se piensaen espacio escénico, es <strong>de</strong>cir, ese espacio <strong>de</strong> exclusiónque es ocupado por el actor y que éste <strong>de</strong>limita a través<strong>de</strong> su acción. Sin embargo, ésta es tan sólo una parte <strong>de</strong>lproblema. En un espectáculo teatral, el espacio <strong>de</strong>l actor,el espacio en don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrolla la acción dramática,<strong>de</strong>be entrar en necesaria e imperiosa comunicación conla otra parte <strong>de</strong>l espacio total: el espacio <strong>de</strong>l espectador.Y la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la manera en que estos dos espaciosse vinculan implica muchas veces el éxito o elfracaso <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> comunicación y, en <strong>de</strong>finitiva,<strong>de</strong>l espectáculo en su totalidad.Como, en general, cuando llegamos con nuestra obraa una sala teatral (la que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchas gestionesTEATRO TRO PARA NIÑOS25


Escena <strong>de</strong> «Chiches»pudimos conseguir) las plateas están fijas, con suespacio pre<strong>de</strong>terminado, nunca nos ponemos a pensaren cómo quisiéramos que fuera la estructuración <strong>de</strong>ambos espacios, qué forma <strong>de</strong> conexión sería másconveniente para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuestro espectáculo.Sin embargo, en un espectáculo para niños y en especialpara niños tan pequeños, la manera en cómo<strong>de</strong>terminemos ambos espacios influirá po<strong>de</strong>rosamenteen el transcurso <strong>de</strong>l espectáculo. En este espectáculotuvimos la posibilidad <strong>de</strong> contar con un espacio flexibleque podíamos a<strong>de</strong>cuar a nuestras necesida<strong>de</strong>s.Queríamos que la comunicación se estableciera a partir<strong>de</strong> la cercanía <strong>de</strong> ambos espacios, nos interesabaque los chicos y los padres estuvieran juntos compartiendoesta primera experiencia teatral e incluso quealguno <strong>de</strong> nuestros espectadores pudiera ver la función<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cochecito. Pero también sabíamos que talcercanía podía asustar a alguno <strong>de</strong> los chicos muypequeños. Tenía que haber opciones.El espacio era plano. Se <strong>de</strong>terminó el espacio <strong>de</strong>lactor ocupando un tercio <strong>de</strong>l espacio total, <strong>de</strong>limitadopor una carpa blanca que colgaba <strong>de</strong>l techo y bajabapor los laterales. Un largísimo almohadón que corría<strong>de</strong> una punta a la otra, a lo ancho, dificultaba el accesoal espacio <strong>de</strong>l actor y lo separaba <strong>de</strong>l espacio <strong>de</strong>lespectador. Es bueno recordar a esta altura, que nuestrosespectadores no poseen aún las convenciones quemás a<strong>de</strong>lante les impedirán entrar <strong>de</strong>cididamente en elespacio <strong>de</strong>l actor. Allí, pegado a esta separación, seagruparon colchonetas, en las cuales los padres y loschicos podían acomodarse a escasa distancia <strong>de</strong> losactores. Entre las colchonetas y las tribunas había unespacio libre en don<strong>de</strong> podían estacionarse los cochecitospara aquellos espectadores que quisieran mirarel espectáculo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí. Y, finalmente, las tribunasmás alejadas <strong>de</strong>l espacio escénico daban la tranquilidadnecesaria que, una distancia pru<strong>de</strong>ncial, otorgabaa aquellos que no gustaban <strong>de</strong> la cercanía <strong>de</strong>l actor.Así pudimos lograr el efecto <strong>de</strong>seado y propiciar unespacio que favorecía la comunicación y que, al mismotiempo, atendía las diferentes necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>nuestros espectadores.LA ILUMINACIÓNParecería que está <strong>de</strong> más <strong>de</strong>cirlo por obvio, peromuchos espectáculos empiezan muy mal sus funcionesal apagar las luces y producir un oscuro total en lasala. La oscuridad asusta y muchos espectáculos paraniños comienzan con llantos en la platea y con padresque <strong>de</strong>ben salir presurosos <strong>de</strong> la sala a calmar a sushijos, que por supuesto, se niegan a entrar nuevamente.El simple recurso <strong>de</strong> no llegar nunca al oscuro nospone a resguardo <strong>de</strong> tan mala experiencia para nuestrospequeños espectadores. Incluso <strong>de</strong>spués, duranteel espectáculo, cuidamos que nunca el oscuro fueratotal. Los cambios <strong>de</strong> iluminación siempre fueron lentos,nunca «a cuchilla», permitiendo a los espectadoresque se fueran acostumbrando al cambio, a los distintoscolores y a la mayor o menor intensidad <strong>de</strong> la luz.26 CUADERNOS DE PICADERO


EL SONIDOLos micrófonos inalámbricos, los «corbateros», estánmatando al teatro para niños. Cuando estoselementos tecnológicos no existían, el actor <strong>de</strong>bía preocuparsepara que su acción fuera lo suficientementeinteresante como para mantener a la platea en silencioy atenta. La dispersión, los chicos distraídos y conversando,eran un peligroso contrapunto que podía traercomo consecuencia que la voz <strong>de</strong>l actor no se escucharay que el espectáculo se fuera <strong>de</strong>slizando hacia elcaos total. Ahora, con el simple procedimiento porparte <strong>de</strong>l sonidista <strong>de</strong> darle volumen, se acabaron aparentementelos problemas <strong>de</strong> la dispersión. Un pocomás <strong>de</strong> volumen y la voz <strong>de</strong>l actor se alzará por encima<strong>de</strong> los murmullos <strong>de</strong> la platea. El actor, ignorante <strong>de</strong> loque suce<strong>de</strong>, terminará la función con la sensación <strong>de</strong>«lo bien que anda el espectáculo»... Claro, nunca escuchóa su platea.Tal como lo manifestara con respecto a las luces, elsonido también tiene que aportar al clima que queremoscrear, convertirse en un elemento expresivo quese coordine con el plan general <strong>de</strong> la puesta en escena.El sonido también está diciendo, está expresando unplan <strong>de</strong> puesta en escena que contiene una i<strong>de</strong>ología.Con respecto a nuestro espectáculo no queríamos quehubiese nada que perturbara el ambiente <strong>de</strong> tranquilidad,<strong>de</strong> calma que habíamos conformado. Un clima sinsobresaltos, en el que el niño pequeño pudiera confiary relajarse. Los sonidos <strong>de</strong>bían ser medidos, sin estri<strong>de</strong>ncias,graduados <strong>de</strong> tal manera que nunca llegaran aasustar ni a provocar el más mínimo sobresalto.A partir <strong>de</strong> allí se tomaron algunas <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>importancia: las voces <strong>de</strong> los actores no serían amplificadasni siquiera cuando tuvieran que cantar. Dadoque la música era en vivo, con un teclado, el volumen<strong>de</strong> éste estaría en lo mínimo necesario como parapo<strong>de</strong>r acoplarse a las voces <strong>de</strong> los actores cuandocantaban. Debimos trabajar en la emisión y proyección<strong>de</strong> la voz <strong>de</strong> los actores para que pudieran tener lapresencia necesaria, efecto que pudimos conseguir através <strong>de</strong>l trabajo diario con un profesor <strong>de</strong> canto. Des<strong>de</strong>ya que, para los parámetros actuales, el volumengeneral era muy bajo, pero era lo que necesitábamospara nuestro público. De la misma manera se regularonaquellas escenas <strong>de</strong> conjunto en don<strong>de</strong> se sumabanvarias voces al mismo tiempo. El sonido, <strong>de</strong> esta manera,se integró como elemento expresivo al plangeneral <strong>de</strong> la puesta que tenía al niño menor <strong>de</strong> dosaños como <strong>de</strong>stinatario <strong>de</strong>l espectáculo.DE LA ACTUACIÓNLa conducción <strong>de</strong>l actor en un proceso <strong>de</strong> puesta enescena <strong>de</strong> teatro para niños también tiene sus particularida<strong>de</strong>s,que lo diferencian <strong>de</strong> igual proceso en el teatropara adultos. A un actor acostumbrado al silencio <strong>de</strong> laplatea adulta, pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sconcertarlo los sonidos quesiempre provienen <strong>de</strong> la platea ocupada por un públicoinfantil: el llanto <strong>de</strong> un bebé al que la madre empecinadamente<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar en la sala, las preguntas <strong>de</strong> losniños a sus padres sobre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l espectáculo,los comentarios <strong>de</strong> los padres a sus hijos aún cuandoéstos no hayan preguntado nada, los ruidos <strong>de</strong> los papeles<strong>de</strong> las golosinas, etcétera, son algunas <strong>de</strong> lascaracterísticas <strong>de</strong> esta platea, aún cuando el públicoesté muy atento e interesado con lo que ocurre en elescenario. El rumor en la sala es inevitable Si no tenemosun actor preparado para estas contingencias es muyposible que se <strong>de</strong>sconcentre e incluso se moleste alsentir una permanente interferencia en su trabajo.Un actor <strong>de</strong> este género teatral <strong>de</strong>be ser un actorcon una oreja en la platea, que le permita <strong>de</strong>sarrollarlas intensida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su tarea <strong>de</strong> acuerdo a losestímulos que recibe. Tendrá que saber cuándo <strong>de</strong>beacentuar o aligerar su actuación, o cuándo <strong>de</strong>be incrementarel ritmo o cuándo está en condiciones <strong>de</strong>manejar tiempos más sutiles y extensos. Deberáapren<strong>de</strong>r a captar nuevamente el interés <strong>de</strong> la plateaTEATRO TRO PARA NIÑOS27


cuando ésta se ha dispersado, ya sea por <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l mismo espectáculo o por razones ajenas almismo – por ejemplo, el mencionado llanto prolongado<strong>de</strong> un bebé–; es <strong>de</strong>cir que precisamos <strong>de</strong> unactor que pueda <strong>de</strong>sdoblarse aprovechando los mensajesque recibe. Pero, en <strong>de</strong>finitiva, ya sea que setrate <strong>de</strong> un espectáculo para adultos o <strong>de</strong> un espectáculopara niños, <strong>de</strong>berá ser UN BUEN ACTOR.LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJEEn nuestro espectáculo, queríamos que se pudieraevocar a un niño <strong>de</strong> dos años a través <strong>de</strong> la corporalidad<strong>de</strong> los actores. Es <strong>de</strong>cir, rechazamos firmementela construcción <strong>de</strong>l estereotipo <strong>de</strong> un niño <strong>de</strong> estaedad, pero nos interesaba que se pudiera i<strong>de</strong>ntificaral niño a través <strong>de</strong> un personaje que contuviera en elcuerpo <strong>de</strong>l actor algunas notas específicas (el ritmo,una manera <strong>de</strong> incorporarse, <strong>de</strong>terminada secuenciaal caminar, una forma <strong>de</strong> vincularse, etcétera). Apenasun <strong>de</strong>talle, bien conformado, elaborado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lacreencia <strong>de</strong>l actor, seleccionado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchosintentos fallidos, <strong>de</strong>bía po<strong>de</strong>r disparar en el imaginario<strong>de</strong> la platea la imagen <strong>de</strong> un niño pequeño, quesería activamente completada a través <strong>de</strong> la imaginación<strong>de</strong>l espectador. La observación <strong>de</strong> niños <strong>de</strong> esaedad, unas largas horas <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>os familiares y unmeticuloso trabajo ensayo tras ensayo, nos permitieronconformar los personajes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vistapropuesto. Después, sólo se trató <strong>de</strong> realizar las accionescontenidas en el texto, ya que el personaje noes sino que se va haciendo al accionar, en tanto sevincula con los <strong>de</strong>más actores/personajes en el intento<strong>de</strong> lograr los objetivos propuestos.CUANDO HABLAMOS DE PARTICIPACIÓNEl tema <strong>de</strong> la participación es un <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> larga dataen el teatro para niños, y la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l director, alrespecto, afecta directamente los criterios <strong>de</strong> la puestaen escena. Hay quienes convierten el supuesto espectáculopara niños en una animación <strong>de</strong> fiesta, provocandoa la platea a participar con respuestas a las consignasdadas por el animador/actor. Se produce un estado <strong>de</strong>masificación en el cual los niños respon<strong>de</strong>n, en general,<strong>de</strong> la manera convenida o esperada, aunque losproblemas surgen cuando las respuestas rompen elmol<strong>de</strong> y el animador/actor se encuentra en una situacióncrítica muy difícil <strong>de</strong> resolver. En general, la opciónes ignorar <strong>de</strong>liberadamente las respuestas que no seavienen a lo esperado y seguir a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>jando a loschicos con la sensación <strong>de</strong> que están tratando conalguien con problemas <strong>de</strong> audición.En el otro extremo, tenemos a aquellos espectáculosabsolutamente cerrados en los cuales nunca se tomaningún estímulo que llegue <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la platea. La estructurano precisa, ni <strong>de</strong>sea, ninguna clase <strong>de</strong> intervencióny, aún las intervenciones espontáneas, son <strong>de</strong>sechadassin que el pequeño espectador obtenga ningún tipo<strong>de</strong> respuesta a su inquietud. Me ha tocado presenciarespectáculos en los cuales algún o algunos niños hanaportado o preguntado algo al actor, quien, sin hacerreferencia <strong>de</strong> ningún tipo, ha continuado con su tarea.Es otro caso <strong>de</strong> problema auditivo grave. Como el chicono entien<strong>de</strong> por qué no se le contesta, pue<strong>de</strong> estar pormucho tiempo insistiendo empecinadamente en su pregunta.Y yo me he planteado: «Si todos en la plateahemos escuchado con claridad la pregunta, ¿el únicoque no la escucha es el actor?».Es preciso apuntar que creo firmemente que la mejorparticipación es la <strong>de</strong>l espectador. Un espectador atentoe intenso, fuertemente interesado, con la vista clavadaen el escenario, vivenciando cada momento <strong>de</strong>l espectáculo.Pero, tenemos un espectador muy especial que,como <strong>de</strong>cía con respecto al espacio, aún no ha adquiridolas convenciones que todos conocemos. Porejemplo, los chicos no aplau<strong>de</strong>n al terminar la funciónsino como conducta imitativa <strong>de</strong> sus padres o docentes.De la misma manera, si los chicos no estáninteresados, <strong>de</strong>ambularán por la platea o les dirán aviva voz a sus padres: «Me aburro, me quiero ir…».También podrán, espontáneamente, como una <strong>de</strong>mostraciónmás <strong>de</strong> su interés, iniciar un diálogo con elactor, preguntándole para resolver alguna inquietud oaportándole soluciones.Creo que, sin duda, el actor <strong>de</strong> este género teatraltiene que estar preparado para tomar este estímulo ymodificarlo, transformándolo en la respuesta más a<strong>de</strong>cuaday proseguir con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la acción. Larespuesta no necesariamente <strong>de</strong>be ser una respuestaoral, el actor podrá también respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mismaacción o a través <strong>de</strong> un juego corporal, pero lo que no<strong>de</strong>biera hacer, es <strong>de</strong>jar a su espectador frustrado y sinrespuesta. En nuestro espectáculo trabajamos con losactores para conseguir <strong>de</strong> ellos esta actitud.PARA FINALIZARAun cuando hay mucho para seguir puntualizandosobre el teatro para niños, se me ocurren algunas precariasconclusiones para concluir este escrito:1 - Existe un género con pautas propias, que si bienconserva todas las características <strong>de</strong> su especie–el teatro–, tiene una i<strong>de</strong>ntidad que lo recortay lo <strong>de</strong>fine: el teatro para niños.2 - Los elementos técnico-expresivos son los mismosque los <strong>de</strong>l teatro para adultos, peroadquieren características propias cuando los utilizamosen una puesta en escena <strong>de</strong> teatro paraniños. La cuestión es apren<strong>de</strong>r a utilizarlos a<strong>de</strong>cuadamente.3 - Quienes se <strong>de</strong>diquen a esta especialidad (autores,directores, actores, escenógrafos, músicos,vestuaristas, etcétera) <strong>de</strong>berían tener una formaciónespecífica que los habilite para transitarpor este género teatral.4 - El género teatral infantil no sólo <strong>de</strong>be contentarsecon entretener y divertir. El niño vive en este mundoy todos los temas son <strong>de</strong> su interés. Tal como28 CUADERNOS DE PICADERO


Escena <strong>de</strong> «Chiches»afirma Suzanne Lebau, «todo tema es posible enel teatro para niños, sólo se trata <strong>de</strong> encontrar lametáfora a través <strong>de</strong> la cual contarlo».5 - El teatro para niños precisa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unadramaturgia potente para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sarrollarse.Mientras no la consigamos, el teatro para niñosestará estancado sin la posibilidad <strong>de</strong>l encuentro<strong>de</strong> nuevos lenguajes, <strong>de</strong> otras estéticas ydiferentes poéticas.6 - Si quienes tienen a su cargo la comercialización<strong>de</strong> funciones para colegios son los que <strong>de</strong>finenqué es bueno y qué es malo en teatro para niños,estamos al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l colapso y las posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo serán nulas.7 - Deberían tener en claro todos aquellos que iniciansu vida artística: el teatro para niños no esmás fácil <strong>de</strong> realizar que el teatro para adultos.La experimentación se basa en la acumulación<strong>de</strong> experiencia, a través <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> búsqueda,no en la ignorancia.8 - Todos los hacedores <strong>de</strong> teatro para niños <strong>de</strong>beríamosestar plenamente convencidos <strong>de</strong> que elniño tiene una i<strong>de</strong>ntidad propia, que no se trata<strong>de</strong> un adulto sin <strong>de</strong>sarrollar.9 - No <strong>de</strong>beríamos repetir fórmulas archiconocidasaprovechándonos <strong>de</strong> la inexperiencia como espectadoresque tiene nuestro público.10 - Debería estar bien claro: los que hacemos teatropara niños no creamos porque jugamos a serel niño que fuimos, sino que lo hacemos <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el adulto que somos, interesados en llegar a losque son niños hoy.11 - En muchas oportunida<strong>de</strong>s el teatro para niños es<strong>de</strong>svalorizado y no es tenido en cuenta. Pero, <strong>de</strong>beríamosreconocer, a veces lo tiene bien merecido.12 - Todo actor o director <strong>de</strong> espectáculos <strong>de</strong> teatropara niños <strong>de</strong>bería comprometerse consigo mismoy obligarse a ver 3 ó 4 puestas al año <strong>de</strong> los<strong>de</strong>más realizadores <strong>de</strong> este género teatral.TEATRO TRO PARA NIÑOS29


son muy variadas. Queda bajo la responsabilidad <strong>de</strong>los adultos, la elección <strong>de</strong> los materiales, espectáculosy estilos <strong>de</strong> comunicación que brindaremos anuestros chicos.El teatro, y más precisamente el musical, permite<strong>de</strong>sarrollar en el espectador una percepción <strong>de</strong> múltipleslecturas. La palabra, el sonido, el color y elmovimiento, confluyen y se potencian, brindando ensu unión, un producto <strong>de</strong> mayor riqueza expresiva,que la suma <strong>de</strong> las partes.Recorriendo mis producciones para teatro infantil,observo algunos momentos que marcaron puntos <strong>de</strong>inflexión en cuanto a la forma <strong>de</strong> inclusión <strong>de</strong> la músicaen los espectáculos, como también a lascaracterísticas <strong>de</strong> composición y producción musical.Des<strong>de</strong> la mencionada La vuelta manzana y durantealgunos años, la preocupación estaba<strong>de</strong>positada en cumplir con ciertos cánones <strong>de</strong> composicióny estructura musical, que no tuvierarupturas con lo escolástico y lo aprendido con losmaestros y el Conservatorio. Había también, enesas épocas, una palabra muy autorizada <strong>de</strong> educadoresy psicopedagogos, que tenían su influenciaa la hora <strong>de</strong> opinar acerca <strong>de</strong> lo que se presentabaen los espectáculos infantiles.Una obra, Narices, cambia radicalmente mi manera<strong>de</strong> pensar en la composición musical para teatro. Es elaño 1984, primeros momentos <strong>de</strong> la vuelta a la <strong>de</strong>mocraciay, justamente ese espectáculo, que es un cantoa la libertad y a la búsqueda <strong>de</strong>l propio camino, posibilitauna nueva visión conceptual y un permiso paraconfiar más en mi propia forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir.A partir <strong>de</strong> entonces, y con mayor libertad expresiva,tuve posibilidad <strong>de</strong> realizar, entre otrosproyectos la serie Vivitos y Coleando y el musicalpara títeres y actores Sietevidas <strong>de</strong> SilvinaReinaudi, en sus dos versiones.Simultáneamente, se iba produciendo, también,un cambio en la producción <strong>de</strong> sonido y en el conceptoorquestal. El valioso aporte <strong>de</strong> Sergio Blosteinen estos campos, permitió incluir la tecnologíadigital y dar un renovado color a los arreglos musicales.Al respecto, un recuerdo especial para elespectáculo Stan y Oliver. Allí, a partir <strong>de</strong> técnicassonoras y visuales, se generaba la ilusión <strong>de</strong>que los actores pasaban <strong>de</strong>l film al escenario. Enesa oportunidad tuve el privilegio y la osadía <strong>de</strong>musicalizar las películas <strong>de</strong> El Gordo y El Flacoincluidas en la obra, tratando <strong>de</strong> respetar, lo másfielmente posible, el estilo musical y el color <strong>de</strong>los sonidos <strong>de</strong> los años 30.En otros casos, la tarea con niños-actores en elespectáculo, muchas veces cuestionada, nos dio lasorpresa <strong>de</strong> encontrarnos con seres sensibles y comprometidos,que respondieron con idoneidad a lasexigencias <strong>de</strong> la partitura y con los que generamostres producciones: La familia Fernán<strong>de</strong>z, El 1% yDerechos torcidos.En la última temporada, Chiches, espectáculo dirigidoespecialmente a chicos <strong>de</strong> 1 a 4 años, propusoun nuevo <strong>de</strong>safío y una nueva posibilidad <strong>de</strong> búsquedajunto a María Inés Falconi y Carlos <strong>de</strong> Urquiza.La música, las canciones, la emoción y el juego<strong>de</strong>l teatro fueron, en todos los casos, el vehículopara po<strong>de</strong>r comunicar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lugar más querido ypersonal.Y estos momentos tan significativos, seleccionadosentre muchos otros no menos valiosos, mepermiten reflexionar sobre los temas, que a lo largo<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 30 años, constituyeron una problemáticano siempre resuelta, <strong>de</strong>l apasionante mundo <strong>de</strong> lamúsica en el teatro para niños.Hugo MidónFOTOGRAFÍA: MAGDALENA VIGGIANITEATRO TRO PARA NIÑOS33


La vida<strong>de</strong> los objetos(*) Titiritera, dramaturga, directoraPor ANA ALVARADO *LA INFANCIA DEL OBJETOMi hermana jugaba por las tar<strong>de</strong>s a que era maestra:ubicaba a todas sus muñecas en tres filas, como las <strong>de</strong>los pupitres <strong>de</strong> la escuela, y les daba clases magistrales.A veces me autorizaba a formar parte <strong>de</strong>l alumnado,siempre y cuando no me moviera ni hablara, exactamenteigual que las otras muñecas. Yo, que todavía noiba a la escuela, estaba convencida <strong>de</strong> que así eran lascosas y soportaba estoicamente el pacto <strong>de</strong> silencio.Era público atento, muñeca y actriz, todo a la vez, yesto, quizás, preanunciaba mi <strong>de</strong>stino: cruzarme con elteatro <strong>de</strong> títeres y bucear en la in<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> lasfronteras en el teatro.Siendo una pintora que recién iniciaba su carrera, tuvedos encuentros que cambiaron el rumbo <strong>de</strong> mis intereses.El primero fue ver ¡Qué revienten los artistas!<strong>de</strong>, con y por Ta<strong>de</strong>usz Kantor. El teatro, que todavía no erauna <strong>de</strong> mis pasiones, me abrió algo insospechado. Elimpacto <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Kantor, <strong>de</strong> la presencia ritual <strong>de</strong>sus objetos, <strong>de</strong> la fusión <strong>de</strong> sus actores con las cosas,fue abismal. El otro encuentro fue con la obra <strong>de</strong>l titiriteroargentino Ariel Bufano, con el que me formé y encontréun lugar nuevo para mi obsesión por los objetos: elescenario. Bufano era un titiritero que reformulaba ellenguaje: sus títeres ocupaban, no un pequeño retablo,sino los gran<strong>de</strong>s escenarios <strong>de</strong> la sala <strong>de</strong> la ciudad; ysus titiriteros no se ocultaban, estaban a la vista <strong>de</strong>lpúblico interpretando y manipulando a sus personajes.En ese momento era un acto revolucionario, en un lenguajepoco prestigiado.Estudié con él, formé parte <strong>de</strong> su elenco y entré almundo <strong>de</strong>l teatro <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los objetos. Y mequedé ahí, en el teatro, como intérprete, directora oautora pero siempre con un mirar periférico hacia elcampo <strong>de</strong> lo objetal.Des<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> los 90, y hasta la fecha, he estadoincursionando en la dirección <strong>de</strong> actores por fuera <strong>de</strong>lteatro objetal y creando, en el marco <strong>de</strong> mi taller <strong>de</strong>Interpretación y Puesta en Escena, un método o sistemapara trasladar al trabajo <strong>de</strong>l actor, muchos <strong>de</strong> los<strong>de</strong>scubrimientos realizados en los años <strong>de</strong> experimentacióncon objetos. De este laboratorio han surgidoi<strong>de</strong>as, imágenes y mo<strong>de</strong>los para la escena que llevoa<strong>de</strong>lante en espectáculos para adultos o para niños.Algunas <strong>de</strong> las palabras que vehiculizo durante el trabajodan cuenta <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong>l mismo: síntesis,asimetría, disociación; manipulación; fragmentación;máquina; sistema; acoples, repetición; retardo; aceleración;traducción; texto objetal; operación dramatúrgica.Mis puestas <strong>de</strong> los últimos años se caracterizanpor un dispositivo escénico <strong>de</strong> fuerte presencia visual,el tratamiento <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong>l actor en formametonímica, la fragilidad y orfandad <strong>de</strong> la naturalezahumana frente a la cosidad y el ritual, o sistema queconstituye la puesta, como un lugar <strong>de</strong> repetición sinsalida evi<strong>de</strong>nte.Las temáticas <strong>de</strong> mis últimos trabajos como directorahan sido: la <strong>de</strong>bilidad, la infancia evocada <strong>de</strong>l adulto,la inestabilidad <strong>de</strong>l artista, la i<strong>de</strong>ntidad sexual, losexilios, el amor y el <strong>de</strong>samor. Temas difíciles <strong>de</strong> tratarpero que intento lleguen al público, adulto o infantil,acompañados <strong>de</strong> alguna belleza formal que evite quese sienta esa dificultad o, más bien, que se la disfrute.34 CUADERNOS DE PICADERO


TEATRO PARA NIÑOSEn los espectáculos para niños, trabajo con materialesdiversos, objetos, actores, narración o<strong>de</strong>sdoblamientos nacidos <strong>de</strong> antiguas técnicas teatrales<strong>de</strong> Oriente.Mi interés por el teatro y la literatura para niñosnace, como la <strong>de</strong> muchos, en esa infancia poblada<strong>de</strong> cuentos y permanentemente revisitada al transitarla creación escénica, más aún, en el caso <strong>de</strong> losque trabajamos con muñecos y objetos. En estasobras, recupero, normalmente, algo residual <strong>de</strong>lmundo <strong>de</strong>l cuento tradicional y pongo en funcionamientolo que me parece que pue<strong>de</strong> estar vigente: laaventura, el tránsito <strong>de</strong>l héroe, el peligro, el miedo,la reparación, la mirada sobre lo absurdo <strong>de</strong>l mundoadulto. Como en los trabajos para adultos, trato <strong>de</strong>no concesionar a lo fácilmente digerible, a lo <strong>de</strong>consumo diario. Normalmente el público infantil tambiéntiene algo que reconstruir, fragmentos que juntarpara completar lo que ve.Últimamente, he estado reflexionando sobre algunas<strong>de</strong> las características que <strong>de</strong>finen a la escena actual y<strong>de</strong>scubrí que se cumplen inexorablemente en el teatrodirigido a los niños y que, verda<strong>de</strong>ramente, los toma encuenta como espectadores.El niño y su absoluta creencia en lo que ve, permitea la escena ser un universo completo, un lugar en elque se cumple el suceso, don<strong>de</strong> ocurren cosas que leson propias y no copian ni se aproximan a lo que existefuera <strong>de</strong> ella. En el nivel <strong>de</strong> los procedimientos otrascoinci<strong>de</strong>ncias son:- La <strong>de</strong>formación <strong>de</strong> la acción: repetición, retardo,<strong>de</strong>saceleración, estiramiento, ampliación, metonimia.- La importancia <strong>de</strong> lo insignificante.- La notación <strong>de</strong> cada movimiento <strong>de</strong>l actor en <strong>de</strong>trimento<strong>de</strong> la palabra dicha.- El vestuario y la utilería como formas móviles yliberadas en la escena.- La autonomía <strong>de</strong> la teatralidad frente al textodramático.- El objeto en el lugar <strong>de</strong>l actor.Trabajar para niños implica una permanente búsqueda<strong>de</strong> ruptura <strong>de</strong> la convención, siempre es teatroexperimental. Un niño no tolera la falta <strong>de</strong> humor <strong>de</strong> loconvencional. Los niños necesitan la hipérbole, la unión<strong>de</strong> los opuestos fantásticos, el absurdo <strong>de</strong> la sobredimensión,aman la repetición y disfrutan <strong>de</strong>scubriendola trama formal que sostiene a lo que se cuenta. Todoslos que hacemos teatro para niños y nos sentamosentre ellos en la platea, sabemos la importancia que ledan a un pequeño e insignificante <strong>de</strong>talle y cómo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ahí, construyen su propia dramaturgia <strong>de</strong> lo que ven.Escena <strong>de</strong> «Que revienten los artistas»TEATRO TRO PARA NIÑOS35


Ta<strong>de</strong>usz KantorLo accesorio para nosotros pue<strong>de</strong> ser central para ellos.Una mísera ovejita que pastaba insignificante, mientrasnuestro héroe vivía mil peripecias, es objeto <strong>de</strong>mucha preocupación. «¿Y la ovejita dón<strong>de</strong> está?», sepreguntan insistentemente, mientras nosotros <strong>de</strong>scubrimos,que lo que aparentemente <strong>de</strong>cora y luego seabandona en el patio <strong>de</strong> utilería, tiene un mundo infinito<strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s para él.Y así todo, si bien escuchan el texto, conocen comonadie la noción <strong>de</strong> organicidad en el trabajo <strong>de</strong>l actor.El texto sólo interesa si es vehiculizado por unpersonaje que concentre en sí mismo todo lo anterior:hipérbole, absurdo, humor, y un modo particular<strong>de</strong> verdad. El niño admite y <strong>de</strong>sea que el vestuario,la utilería, la escenografía sean incongruentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la verosimilitud, tengan su propia lectura, sein<strong>de</strong>pendicen <strong>de</strong> la unidad y aún que simulen vida.No necesitan el carne y hueso <strong>de</strong>l actor para creer,la apariencia <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l objeto les es más quesuficiente e incluso, <strong>de</strong>seable.Quizás por todo esto, es tan difícil diferenciar elprocedimiento empleado en la puesta en escena, en ladirección <strong>de</strong>l teatro para niños, <strong>de</strong>l empleado en elteatro <strong>de</strong> investigación para adultos. La diferencia está,probablemente, en algunos acentos y en el texto dramáticoque es el que dirime esta cuestión.EL TEATRO DE OBJETOS NO TUVO INFANCIAEl teatro <strong>de</strong> títeres nació cuando todavía no se sabíaque existía algo llamado infancia, y su público consiste,todavía hoy, en aquellos capaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse fascinary disfrutar <strong>de</strong>l equívoco, o sea, los niños y algunospocos adultos.En el campo <strong>de</strong>l teatro <strong>de</strong> objetos (nacido <strong>de</strong> sucesivastransformaciones <strong>de</strong>l teatro oriental <strong>de</strong> títeres,figuras y sombras; y entrecruzado más tar<strong>de</strong> con elsurrealismo, el dadá, Jarry, Kantor, etcétera), el objetoes sometido a un procedimiento escénico tan antiguocomo el teatro mismo: la manipulación. Objetos inútiles,provisorios, irracionales, simbólicos e inestables<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la trivial manipulación humana para moverseen la escena.La <strong>de</strong>finición convencional <strong>de</strong>l concepto «teatro» es:actores (o sea gente viva) y sus acciones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>entornos <strong>de</strong>finidos y con objetos escénicos apropiadosa esas acciones. En el teatro <strong>de</strong> objetos cambia lafunción tanto <strong>de</strong> éstos como <strong>de</strong> las personas: el actorpue<strong>de</strong> prestar su voz y la impresión <strong>de</strong> movimiento alpersonaje, pero la apariencia visual <strong>de</strong> este personajees proporcionada por un objeto.El movimiento al que es sometido el objeto es lo quesugiere que lo que se ve es la casi vida <strong>de</strong>l objeto yaque, obviamente, a pesar <strong>de</strong> ser capaz <strong>de</strong> accionar enla escena, su vida no es más que una proyección <strong>de</strong> laimaginación humana. Es un objeto queriendo ser un servivo, transformándose en personaje. Su papel es el <strong>de</strong>un ser vivo, pero limitado por la materia muerta que loconstituye. Es en esta contradicción en don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>su encanto, en ese lugar don<strong>de</strong> entran en contacto lamateria y el espíritu.Aunque el límite entre el teatro <strong>de</strong> actores y el teatro<strong>de</strong> objetos (necesario sólo para <strong>de</strong>terminar un campo<strong>de</strong> estudio) suele ser difuso, en principio, po<strong>de</strong>mos<strong>de</strong>cir que el teatro <strong>de</strong> objetos es aquel en que el objetono es un apéndice <strong>de</strong>l actor, sino que encarna al personajepor la sumatoria <strong>de</strong> la tensión interpretativa <strong>de</strong>lsujeto-actor que le da vida y la tensión latente <strong>de</strong>lobjeto. Es protagonista <strong>de</strong> la acción. Las posibilida<strong>de</strong>svinculares entre objeto, personaje y manipulador-actorson numerosas.Otra posibilidad <strong>de</strong>l teatro <strong>de</strong> objetos es la inclusión<strong>de</strong>l actor vivo (no manipulador) en pendant con el objeto-personaje,que pue<strong>de</strong> ser manipulado en forma36 CUADERNOS DE PICADERO


visible, invisible (a distancia, por ejemplo) o inclusomecánicamente. De este vínculo surge una nueva confrontaciónque tiene infinitas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>experimentación.Los objetos pue<strong>de</strong>n humanizarse adquiriendo la proporciónhumana o en el caso <strong>de</strong> los antropomórficos,ser concebidos y movidos <strong>de</strong> modo hiperrealista. Pue<strong>de</strong>ntambién, ser autómatas que se mueven por símismos, aunque lo humano esté sobreentendido.En todos estos casos, las variables se vuelven muyinquietantes. La dialéctica sujeto-objeto cobra una enormedimensión. ¿Lo <strong>de</strong>mostrado por un objeto podría ser<strong>de</strong>mostrado por un actor humano? Por lo general, no.Por ser un individuo, ningún actor es, por ejemplo,capaz <strong>de</strong> crear la representación <strong>de</strong> un ser humanogeneralizado, como lo haría un objeto antropomórfico.Nada se resuelve. Ambas partes se interrogan, <strong>de</strong>benhacerlo para abarcar y compartir equitativamente elnuevo territorio creado.La historia <strong>de</strong> este vínculo tiene puntos <strong>de</strong> inflexión.En el período romántico, y aún en los finales <strong>de</strong>l sigloXIX, hubo voces que argumentaron la superioridad <strong>de</strong>lobjeto-actor sobre el actor vivo. Pensaban en el objetocomo un actor virtual, sin ambiciones personales, fiel alas intenciones <strong>de</strong>l autor y superando las limitacionesbiológicas y humanas. Gordon Craig afirmaba que lamarioneta tenía que reemplazar al actor vivo. El hombre,creado por la naturaleza, era para él una injerenciaextraña en la estructura abstracta <strong>de</strong> una obra <strong>de</strong> arte.Craig consi<strong>de</strong>raba al hombre, sometido a pasiones diversasy en consecuencia, al azar; como un elementoextraño a la estructura <strong>de</strong> una obra <strong>de</strong> arte y <strong>de</strong> sucarácter fundamental: la cohesión. Cien años antes,Kleist (contemporáneo <strong>de</strong> Poe y Hoffman) había exigidoque el actor fuese reemplazado por una marioneta, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> porque el hombre, sometido a las leyes <strong>de</strong> lanaturaleza, era una injerencia extraña en una construcción<strong>de</strong>l intelecto, por el papel nefasto <strong>de</strong>l control permanente<strong>de</strong> la conciencia incompatible con los conceptos<strong>de</strong> encantamiento y belleza. Nace la pasión maníacapor inventar un mecanismo que supere al organismohumano: El Hombre Artificial y su versión <strong>de</strong>gradada:los autómatas. Y luego, Ta<strong>de</strong>usz Kantor y su “objetocomo mo<strong>de</strong>lo para el actor”. Ahora, la tecnología y susobjetos inteligentes se acercan a la escena.La muerte y la nada que transmite una criatura aparentementeviva pero privada <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sí,provocan al mismo tiempo empatía y rechazo. La vidaexpresada por la falta <strong>de</strong> vida. El objeto <strong>de</strong>be estar enescena cuando su cosidad viviente es significante,cuando su presencia estructura, no sólo la forma, sinotambién el sentido <strong>de</strong> la obra, tanto en el teatro paraniños como en el dirigido a los adultos.Ariel BufanoTEATRO TRO PARA NIÑOS37


Danza, MovimientoFantasía y Juego(*) ICoreógrafa, docente y directoraPor PATRICIA DORÍN *En esta entrevista Marta Lantermo,Teresa Duggan y Mecha Fernán<strong>de</strong>z serefieren a distintos aspectos que hacena la tarea <strong>de</strong>l coreógrafo en el teatroinfantil. Por un lado, como parte <strong>de</strong> unequipo <strong>de</strong> trabajo; por otro, en suspropias producciones como autoras y,por último, como observadorasatentas <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong>l cuerpo quese proyecta a los niños en losespectáculos contemporáneos.-¿Cómo ven a la danza <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>lactual teatro para niños?Marta Lantermo: Me parece que hay dos propuestas:trabajos que son <strong>de</strong> investigación y experimentación<strong>de</strong>l movimiento y otros que son más convencionales,que toman <strong>de</strong>terminados movimientos o pasos <strong>de</strong> danzay los montan sobre una canción. El movimiento enlos espectáculos para chicos está poco <strong>de</strong>sarrollado,salvo en algunas obras don<strong>de</strong> se da una relación entremovimiento y texto o movimiento y puesta en escena.Estoy pensando en obras como Fulanos. Allí sus creadoresya tienen un lenguaje <strong>de</strong> movimiento y la danzaestá unida a ese lenguaje. En ese caso, no i<strong>de</strong>ntificásqué es danza y qué es acrobacia. Ahí se nota que hayun proceso <strong>de</strong> investigación en cuanto al movimiento.Después, en otras obras que trabajan con actores, haytambién dos estilos. Hay gente que trabaja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elmovimiento, no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el movimiento <strong>de</strong> la danza, sino<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la acción y elmovimiento cotidiano, y don<strong>de</strong> esas acciones son <strong>de</strong>sarrolladasen función <strong>de</strong> una historia que tienen quecontar y <strong>de</strong> una puesta en escena que es acor<strong>de</strong>. Elsegundo estilo, más convencional, está ligado a lacomedia musical. Eso no se mueve <strong>de</strong> lugar <strong>de</strong>s<strong>de</strong>hace muchísimos años, está siempre en el mismo punto.Veo que tiene una fórmula y esa fórmula se repite;varían los pasos –<strong>de</strong> manera muy eficiente– que <strong>de</strong>spiertanel aplauso en los chicos y en la gente en general.Pero cuando finaliza la coreografía, el fervor acaba. Meparece que tiene menos poesía que otras cosas <strong>de</strong>danza: es muy efectivo, <strong>de</strong>spierta euforia pero que <strong>de</strong>spuéses chato, plano y frontal, muy para afuera. Es paraun ratito y se terminó.Teresa Duggan: Des<strong>de</strong> hace un tiempo las disciplinasse vienen entrecruzando mucho. En realidad, creoque el hecho artístico es una unidad. Cuando leo unprograma cada rubro aparece por separado, pero cuandoveo la obra, allí está todo junto. Entonces, esta cosa<strong>de</strong> rotular quién hizo la coreografía, quién hizo la puesta,pue<strong>de</strong> darse en un papel pero sabemos muy bienque, en el trabajo, se da una tormenta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que vajuntando todo, que nada está tan sectorizado, que voshacés los ocho tiempos <strong>de</strong> la coreografía y yo no memeto en la dirección…Mecha Fernán<strong>de</strong>z: En este momento se trabajaintegralmente, porque si siempre el coreógrafo estuvoal servicio <strong>de</strong> un director, al servicio <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a, alservicio <strong>de</strong> un libro y el director te <strong>de</strong>jaba el hueco paraque vos hicieras el paso <strong>de</strong> baile, eso <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser así.En este momento, hay una necesidad mutua. Por algolos coreógrafos necesitamos ahora tener otras capacida<strong>de</strong>s,no solamente la <strong>de</strong> saber bailar o montar orealizar una composición coreográfica, sino que uno yatiene que estar pensando en la dirección <strong>de</strong> los bailarineso los actores, “dirección actoral”. Ya nada es,38 CUADERNOS DE PICADERO


como <strong>de</strong>cía Teresa, “hoy pongo el pasito” y nada más.Todo se integró.T. D.: Sí, todo es una construcción. Me parece que nohay que quitarle mérito a nadie <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un espectáculo.Para mí, coreografiar es guionar; coreografiar tieneque ver con las i<strong>de</strong>as. El movimiento se da a través <strong>de</strong>ljuego <strong>de</strong>l cuerpo en el espacio y con el ritmo o sin elritmo. Porque a veces no es una puesta coreográficadon<strong>de</strong> estamos contando en el ocho levantar la mano y,<strong>de</strong> alguna manera, todo eso tiene que ver también conun guión, con algo que uno quiere <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el movimientoy que tiene casi tanto valor como la palabra.También hay que analizar qué valor tiene la palabra,qué peso tiene la palabra y qué peso tiene el movimiento.Pareciera que la palabra tiene más prensa queel movimiento. Me parece muy interesante la palabra,porque hay cosas para <strong>de</strong>cir que con el movimiento nobasta; pero también, me parece que esos dos condimentostienen que ir unidos.M. F.: La globalización va más allá <strong>de</strong> lo económico,está en todos lados, se manifiesta también en el teatro.Ahora todo es una globalización <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l pequeño mundoteatral. Específicamente hablando <strong>de</strong> los niños, los directores<strong>de</strong> espectáculos hoy tampoco pue<strong>de</strong>n limitarsea la palabra sin toda la acción que se requiere en estemomento. Todo está mucho más integrado, por eso estan interesante el equipo <strong>de</strong> trabajo. Vos hablabas <strong>de</strong> lapalabra y yo tengo un espectáculo que no tiene palabras.Cuando me preguntan para qué edad es, al no tenerpalabras, da tanto para un nene <strong>de</strong> tres años, que seengancha con la música, el baile, con los sonidos quehacemos, como para un chico <strong>de</strong> sexto, séptimo grado,que se engancha con la historia <strong>de</strong> amor. Es <strong>de</strong>cir, ésa esla ventaja que te da la no palabra. No es tan directo,usás más la imaginación, te da más libertad.-En sus propias experiencias, ¿notan diferenciasentre trabajar en un espectáculo que esnetamente coreográfico y un espectáculo don<strong>de</strong>comparten la tarea con equipo <strong>de</strong> trabajo?M. F.: Hay mucha diferencia. Primero, en el espectáculoque te estoy nombrando (Amorcitos, mío y <strong>de</strong>Rony Keselman), nos integramos músico y coreógrafoa elaborar un libro, una estética. No es un sobrino, esun hijo propio, y es mi lenguaje, más allá <strong>de</strong> queestudié dirección actoral, es un lenguaje don<strong>de</strong> mesiento cómoda, como pez en el agua. Por otro lado,tengo la buena fortuna <strong>de</strong> trabajar en equipos. Trabajandoen La Galera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 11 años, hay unconocimiento con Héctor Presa, una libertad <strong>de</strong> trabajo.En algún momento se da una fusión en la que nosabés dón<strong>de</strong> empieza él a hacer una puesta y dón<strong>de</strong>está mi trabajo.M. L.: Tuve poca experiencia en el contexto <strong>de</strong> unaobra teatral. Trabajé con Carlos <strong>de</strong> Urquiza, muy alprincipio <strong>de</strong> mi carrera como coreógrafa, y fue unaexperiencia superinteresante. Ahora, viéndola a la distancia,habría cosas que haría distintas, en el sentido<strong>de</strong> sumergirme más todavía en la obra <strong>de</strong> teatro. Igual,la experiencia que tuve consistía en montar sobre unacanción, con lo cual había que trabajar “sobre”… Fuebueno, porque pu<strong>de</strong> trabajar sobre la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l director yfue difícil porque el movimiento que proponía era unpoco complicado para los actores. Hoy no sé si trabajaría<strong>de</strong> la misma manera porque siento que, cuando estan externo el movimiento, el actor lo termina perdiendoporque no le es propio, se termina diluyendo. Unactor no tiene tanto manejo corporal como un bailarín,y el entendimiento <strong>de</strong>l movimiento es otro. Trabajaríamucho más con lo que el actor pue<strong>de</strong> dar, antes que conuna coreografía que puedo inventar, que me parecelinda, que me la imagino bien bailada y resulta que a lahora <strong>de</strong> que el actor la baile, no pue<strong>de</strong> hacerlo porqueno es bailarín. Es mejor trabajar con lo que el actortiene, con el movimiento que él pue<strong>de</strong> generar a partir<strong>de</strong> su posibilidad. Es interesante y complejo, también,Escena <strong>de</strong> «Fulanos»TEATRO TRO PARA NIÑOS39


unir la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l director y lo que ese actor pue<strong>de</strong> dar. Enese caso, el trabajo <strong>de</strong>l coreógrafo es vincular unacosa con otra, sumergirse en la propuesta y en quiénesson los que trabajan, quién es el director, qué lenguajeusa, quiénes son los actores.T. D. : Totalmente, porque uno empieza con una i<strong>de</strong>ay el otro la va completando, entonces le agrega unacosa más. A<strong>de</strong>más, no sé como trabajan uste<strong>de</strong>s, perose trabaja mucho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la concepción total <strong>de</strong>l espectáculo;no es un segmento. Entonces, lo que es muyinteresante, y que también me resulta un <strong>de</strong>safío comocoreógrafa, es cuando trabajo con un director. Le tengomucho respecto a ese rol porque que el director tambiénhace todas esas cosas que son muy aburridas,como conseguir dón<strong>de</strong> hacerlo, elegir el elenco, tenertodas las responsabilida<strong>de</strong>s. Es el que pone la firma.Entonces, <strong>de</strong> alguna manera, si uno trabaja bien conesa persona, está como muy protegido.Lo que me resulta muy importante, también, es po<strong>de</strong>rmeterme en la cabeza <strong>de</strong> ese director, en lo que quiereEscena <strong>de</strong> «Fulanos»lograr y po<strong>de</strong>r ir por el mismo carril. Porque ahí esdon<strong>de</strong> siento que se hace la construcción y que siempretiene un final feliz. Yo, por ejemplo, trabajo conGerardo Hochman <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 97, y Gerardo, una vez dijo:“Con Teresa somos una misma cabeza con dos cuerpos”.Al momento <strong>de</strong> trabajar, es increíble elsincronismo. Una <strong>de</strong> las cosas importantes es que nocompetimos, porque el gran secreto para llevarse biencon un director es no competir, valorar mucho las i<strong>de</strong>as<strong>de</strong>l otro, pero también sentirse valorado, porque si elotro no lo hace, se rompe toda la magia. Ahora, con elgrupo La Pipetuá, hice la puesta en escena y el armado<strong>de</strong> los números, es una estética completamente diferente;y también estuve trabajando con el grupo <strong>de</strong>música Al Tun, Tun. Me resulta un <strong>de</strong>safío muy agradablemeterme en estos otros mundos imaginarios yresolver <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese lugar. Tenés que ser como un camaleón,po<strong>de</strong>r adaptarte a las necesida<strong>de</strong>s, a la estética yno imponer lo que uno quiere…M. F: Ése es el trabajo <strong>de</strong> equipo. No sé si es correctolo que voy a <strong>de</strong>cir pero, me aparece ahora como i<strong>de</strong>a:nosotras estamos criadas como cooperativa <strong>de</strong> grupos<strong>de</strong> danza, formamos nuestros grupos para po<strong>de</strong>r bailar,bailar por placer y no por dinero. Somos una generaciónque está alimentada por todo eso. Veo que tenemosuna actitud cooperativa. Ahora, por ejemplo, estoy trabajandoen equipo con Carlos <strong>de</strong> Urquiza, María InésFalconi y Carlos Gianni. Po<strong>de</strong>r hablar con el músico,sentarnos todos a ver qué hacemos. Con el objetivo <strong>de</strong>hacer Chiches fuimos cuatro cabezas que se transformaronen una. A mí me recordaba mucho a los grupos<strong>de</strong> antaño, a esta cosa <strong>de</strong> armar grupos para bailar porplacer. Creo que el tema <strong>de</strong> la cooperación es fundamental.Como la valoración: es necesario sentirtevalorizado en lo que vos pensás. La danza tiene facetas,tiene tantas cosas que, sonará arrogante, peropo<strong>de</strong>mos mover tantas aristas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espectáculo,que está bueno que el director acepte esto, porque esenriquecedor para todos.40 CUADERNOS DE PICADERO


-¿Qué piensan uste<strong>de</strong>s que tiene que tener uncoreógrafo que se <strong>de</strong>dique al teatro para niños?M. L: Para mí tiene que tener capacidad <strong>de</strong> juego,mucha imaginación, po<strong>de</strong>r entrar en el mundo fantástico<strong>de</strong> los chicos y <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s y, también, una cuota<strong>de</strong> humor y <strong>de</strong> sorpresa. Pero eso me parece que entra<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l juego: la sorpresa, la capacidad <strong>de</strong> resolución<strong>de</strong> una manera no lógica.T. D: Sí, humor, que no quiere <strong>de</strong>cir hacer reír. Humoren el sentido <strong>de</strong> la sorpresa <strong>de</strong>l movimiento, la frescura;digamos, sentido <strong>de</strong>l humor. Que el movimientoesté más a partir <strong>de</strong>l juego que <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> danza.M. F: Creo que la parte lúdica es fundamental. Todoespectáculo para niños tiene que tener una referencia<strong>de</strong> juego ante el niño, si no, no existe la conexión.T. D: Es esa i<strong>de</strong>a en la que uno, al crear ese movimiento,lo recrea, se divierte con él. Cuando uno locrea, lo piensa o le <strong>de</strong>signa al otro el movimiento, lorecrea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong> diversión. Que tenga que vercon esta cosa <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse sorpren<strong>de</strong>r por el movimiento,más que ir a esos movimientos que tienen nombre yapellido. Ése es el tipo <strong>de</strong> movimiento que me interesaver y que me interesa proponer. Cuando veo una cosapor la que puedo <strong>de</strong>cir: «Esto es un passé o un <strong>de</strong>velopé»,<strong>de</strong> alguna manera, eso es una barrera que tengoque atravesar. Si esa persona lo hace <strong>de</strong> una forma muy<strong>de</strong>liciosa, tal vez, le puedo ver el espíritu a eso….M. F: Me encantó lo <strong>de</strong> nombre y apellido. Porque sepue<strong>de</strong> hacer este paso, con nombre y apellido, en uncontexto y en una forma que provoque algo lúdico.T. D: Por eso digo que hay que volver a mirarlo. No esque agarrás el catálogo <strong>de</strong> los pasos, que lo hacéscomo una fórmula y sabés que funciona. A<strong>de</strong>más, comolos chicos tienen la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> impermanencia muchomás fresca que nosotros, los adultos, que queremosque todo dure para siempre, también la duración <strong>de</strong>lmovimiento y la duración <strong>de</strong> la escena tienen que vercon eso.M. F: Y le agregaría a eso el tema <strong>de</strong> la repetición.Existe en algunos espectáculos y en <strong>de</strong>terminadas coreografías(para <strong>de</strong>terminadas eda<strong>de</strong>s, sobretodo) eltema <strong>de</strong> la repetición <strong>de</strong>l movimiento que es muy claropara el niño. El niño necesita una repetición, la internaliza;primero la ve, <strong>de</strong>spués la mastica y <strong>de</strong>spués ledivierte. El tema <strong>de</strong> la repetición lo mete al niño inmediatamenteen un mundo.T. D: Totalmente <strong>de</strong> acuerdo. Cuando algo hace gracia,hay que hacerlo otra vez. Para el chico, no es comopara el adulto, “ya lo ví”. Al chico le contás un cuentoy, si le gusta, se lo contás <strong>de</strong> nuevo. Le gusta volver aescuchar y a ver algo que le produjo placer o risa. Larepetición hay que saber usarla bien, dón<strong>de</strong> y cómo.M. F: Creo que es uno <strong>de</strong> los condimentos diferentes,por eso lo diferencio <strong>de</strong>l adulto. El adulto, como diceTeresa, tiene una memoria más fotográfica. El niñonecesita esa elaboración y agra<strong>de</strong>ce eso. Es más, pue<strong>de</strong>llegar la simpleza, y la repetición hace que puedacopiar el movimiento. He visto niños saliendo <strong>de</strong> unespectáculo haciendo el movimiento; lo mismo quepasa con la música.-Y hablando <strong>de</strong> movimientos con “nombre yapellido”, ya que en general nos toca trabajarcon personas que no saben los nombres y apellidos<strong>de</strong> los movimientos, ¿cómo sería eseproceso, con los actores o con los músicos?M. F: Justamente, con el juego. Me tocó trabajar conlos Cuatro Vientos. Quería que hicieran una pirueta, un<strong>de</strong>voullé. La consigna era: miremos el espacio, y sindarse cuenta, estaban haciendo un <strong>de</strong>voullé. Me tocamucho trabajar con actores que, muchas veces, notienen ningún conocimiento. Ese es todo un tema: elactor con el movimiento. Sin embargo, todo aparececon el juego. Vos te metés con el juego y el movimientoaparece.M. L: Pienso que ponerle movimiento con nombre yapellido, como dice Teresa, a gente que no lo maneja,es una tarea inútil que nunca va a dar un buen resultado,porque queda muy impuesto, muy forzado. Se losve incómodos. Me parece que los movimientos connombre y apellido, en realidad, no me gustan ni paralos bailarines. No me gustan esos movimientos en unacoreografía para chicos, ni para gran<strong>de</strong>s. Me pareceque son una técnica, un entrenamiento para los bailarines,pero que si trabajara con actores o con músicos,trabajaría, con los músicos, con el ritmo, con movimientosque ellos puedan hacer y con lo que manejan,que es el ritmo, básicamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su cuerpo ejecutandoun instrumento. Eso, <strong>de</strong> alguna manera es danza.Y en el caso <strong>de</strong> los actores, trabajaría con resortes quesean particulares <strong>de</strong> esa persona, trabajaría algo quees más emocional, más gestual; intentaría que asícomo genero pautas <strong>de</strong> movimiento para un bailarín,probaría pautas <strong>de</strong> movimiento cargadas <strong>de</strong>l saber <strong>de</strong>esa persona.T. D: También, trabajar imágenes o texturas. Unopue<strong>de</strong>, a través <strong>de</strong> esas herramientas, lograr que elotro se acerque a ese paso que uno quiere, pero<strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro lugar. Creo que la gran dificultad <strong>de</strong> lagente que no está acostumbrada a moverse es lacontinuidad <strong>de</strong>l movimiento y es la transición. Paramí, la danza está entre una forma y la otra, en esacoyuntura. Pegar fotos a gran velocidad… eso no esbailar. Lo que es difícil <strong>de</strong> transmitir es lograr que elotro pueda comenzar a sentir ese tejido que se vahaciendo. Es ahí, en esa coyuntura que es prácticamenteinvisible, don<strong>de</strong> un movimiento se fun<strong>de</strong> enel otro y se transforma. Entonces, cuando uno traba-TEATRO TRO PARA NIÑOS41


ja con gente que tiene otras habilida<strong>de</strong>s, para míesto es lo que más cuesta integrar.Primero, uno tiene que hacer un diagnóstico <strong>de</strong>l grupoy, <strong>de</strong>spués, tratar <strong>de</strong> ver el potencial que tiene el otroque, por ahí, ni él mismo lo sabe. Entonces, trabajarcon ese potencial, no con lo que no pue<strong>de</strong>, sino con loque uno ve que va a po<strong>de</strong>r. Aparte, me parece que comouno apuesta a eso, tiene logros mucho más interesantesque al <strong>de</strong>cir “esto no le sale”. También, en ladanza, uno tiene que ser muy flexible con el cuerpopero, lo más flexible que tiene que tener, es la cabeza.Ahí es don<strong>de</strong> uno tiene que <strong>de</strong>cir: «Tengo este material,¿qué hago con este material?». El movimiento estárelacionado con el placer, entonces trato <strong>de</strong> hacerle elpuente para que encuentre ese placer y para que trabaje<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese placer y no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las limitaciones. Siemprepienso que el obstáculo es fascinante porque uno, apartir <strong>de</strong>l obstáculo, empieza a trabajar el ingenio. Apartir <strong>de</strong> esto se abren puertas internas <strong>de</strong>l actor y <strong>de</strong>lbailarín, que <strong>de</strong>spués llevan al resultado final. Es muchomás gratificante que la copia.- ¿Cómo ven el lenguaje <strong>de</strong> movimiento que seutiliza en los espectáculos?M. L.: Periférico. En el caso <strong>de</strong> la comedia musicalsiempre es como un lenguaje <strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> manitosy piecitos y manitos y piernitas, por afuera. Enotros espectáculos el lenguaje <strong>de</strong> movimiento tienepoco espacio, aunque se ve mucho avance en ese sentido.Me parece que el lenguaje <strong>de</strong> movimiento quedaaparte o puesto en un lugar más pequeño, no sé si selogra integrar tanto. Estoy pensando en el caso <strong>de</strong> losactores y <strong>de</strong> los músicos. No lo veo como eje en losespectáculos, salvo en algunos casos particulares comoen obras don<strong>de</strong> se trabaja eso específicamente, peroen general, todavía lo veo separado.M. F.: Hay espectáculos con un trabajo coreográficoa investigar en función <strong>de</strong>l libro y, hay otros, que tienenuna estructura: viene canción, viene baile. Hay un reflejo<strong>de</strong> la canción y <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong> moda, que también esválido. A mí me divierten más los primeros, don<strong>de</strong> hayuna investigación. La cosa <strong>de</strong> la comedia musical infantil,texto, canción y bailan todos <strong>de</strong> frente, estábuena porque a los chicos les gusta y les divierte, peroa mí me gustan más otro tipo <strong>de</strong> coreografías, don<strong>de</strong>me sorprendan más.T. D: Hay una ten<strong>de</strong>ncia a representar la canción. Meparece que se le pue<strong>de</strong> dar una vuelta más ingeniosa.Esas coreografías me parecen fáciles, como obvias<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación y, por ahí, en contraposición a unasuperproducción <strong>de</strong> efectos especiales, etc. quedanpobres, en relación a otras cosas que se ponen enjuego.M. F: Como dice Teresa, muchas veces estos espectáculosno están hechos por coreógrafos que hayanhecho algo para niños, no tienen el lenguaje para ellos,tienen el lenguaje para los adultos. Creo que ahí está lafalla. Trabajar para niños implica toda una especialización.Con el tiempo vamos aprendiendo todo esto <strong>de</strong> loque estuvimos hablando antes.T. D: A<strong>de</strong>más, los bor<strong>de</strong>s entre el niño y el adulto, anivel movimiento, están cada vez más corridos. Ves unanenita <strong>de</strong> 8 años y se mueve <strong>de</strong> una manera particular,tiene movimientos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo, se hace la sexy, la topmo<strong>de</strong>l. Cuando juega, no juega a la niña, juega a laadulta. Cuando uno va a ver un espectáculo para chicosy está muy presente esa cosa muy sensual, el chicoabsorbe eso. Y eso tiene que ver con cuáles son losreferentes culturales, y todo eso aparece en la concepción<strong>de</strong> ese espectáculo, en el tipo <strong>de</strong> movimiento…M. F: Si el referente es una nena que tiene que bailarsexy, tipo Shakira en televisión, es obvio que necesitever eso arriba <strong>de</strong>l escenario, pero está en uno po<strong>de</strong>rmostrar otra cosa, y que vuelva a su estado natural.42 CUADERNOS DE PICADERO


T. D.: Sí, sí, porque, a<strong>de</strong>más, no es que no va a habermovimiento sexual o sensual, pero tampoco es quetodo está montado como una provocación, el unísono,el hacia el público, el todo frontal, es una especie <strong>de</strong>provocación. Eso es muy diferente a una coreografíadon<strong>de</strong> los personajes se relacionan y el espectadormira lo que está pasando en el escenario, no que se lotiran… Me da la sensación <strong>de</strong> que estoy viendo unshow <strong>de</strong> la RAI: <strong>de</strong> repente aparece una escena con undiálogo y, <strong>de</strong> repente, se ponen todos <strong>de</strong> frente a bailar.Hoy, eso está muy marcado en los espectáculos <strong>de</strong>chicos, sobre todo, los que tienen que ver con la superproduccióny los que tiene que ver con la tele.M. F.: Porque también tienen equipos que han trabajadoen espectáculos para adultos. He hablado congente que hace ese tipo <strong>de</strong> espectáculos, y te dicenque los chicos bailan lo que copian. Creo que es unerror, más allá que me guste o no me guste, porqueestá bueno vivir cada época <strong>de</strong> la vida. Me parece queuna nena <strong>de</strong> 8 años está bien que juegue; el hecho <strong>de</strong>que una nena mueva la ca<strong>de</strong>ra queda bien, pero todavíano la tiene formada … Es tan ridículo y tanpatético….-Hablaron hasta ahora <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,hablaron <strong>de</strong> la representación <strong>de</strong> lacanción, <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la danza <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un espectáculo, no como una disciplina autónoma,¿cómo sería el vínculo entre la danza yla obra, qué aspectos colaboran con la obra?T. D.: Si analizamos una puesta, todo el tiempo elritmo está presente y, la coreografía, también. Todo eltiempo hay cuerpos que se mueven en el espacio ydistintos ritmos que, a veces son musicales y a vecesson <strong>de</strong>terminados por la palabra. Eso es coreografía.M. L.: Me parece que hay poca investigación con elespacio. En general, el espacio es bastante frontal,tiene poca profundidad; se indaga poco en ese sentido.Tal vez la colaboración <strong>de</strong> un coreógrafo en unaobra también tiene que ver con eso. Podría colaborarperfectamente en una puesta, más allá <strong>de</strong> los pasosque hagan o <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong>l movimiento quese proponga, saber cuál es la propuesta espacial ycómo transita la obra espacialmente, a lo largo <strong>de</strong> su<strong>de</strong>sarrollo, que no está solamente puesto en el cuerpo<strong>de</strong>l bailarín, actor o músico. Ése es el elemento quetiene la coreografía, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l lenguaje sobre elcuerpo <strong>de</strong> cada persona. También es importante elritmo <strong>de</strong> la obra: lo que uno propone como coreógrafotambién inci<strong>de</strong> sobre el ritmo <strong>de</strong> la obra total. Meparece que, en realidad, los coreógrafos no nos jugamosa un trabajo innovador en las obras para chicos.En la danza contemporánea, en este momento, haymucha gente que se juega a experimentar con otrasEscena <strong>de</strong> «Al tun tun»cosas, hay preguntas sobre el cuerpo en la danza. Esotodavía no llegó ni cerca a la danza para chicos. Todavíaestamos todos muy aferrados a que sea simpático,a que tenga juego, color, humor. Imagino la imagen <strong>de</strong>los libros que son en blanco y negro para chicos, nocualquiera compra un libro, con historias más truculentas.Hay alguien que se jugó a pensar en eso, ailustrar <strong>de</strong> esa manera, a una historia más tenebrosa.Creo que en los espectáculos para chicos nadie sejuega <strong>de</strong>l todo por una cosa así: «Voy a investigar yvoy a experimentar». Estamos muy pegados al productocolorido. El máximo exponente son los espectáculosque la televisión lleva al teatro: mucha luz, muchocolor, mucho para afuera. Por ahí, yo tampoco me animoa sumergirme tanto en una propuesta <strong>de</strong> ese tipo,pero no hay un lugar <strong>de</strong> jugarse a algo nuevo, nuevo,nuevo para los pibes y me parece que hace falta. HayTEATRO TRO PARA NIÑOS43


fórmulas <strong>de</strong> diferente tipo, hay fórmulas para la comediamusical, para el circo; fórmulas que sirven y queson eficientes y el público las compra.Pareciera que todos los espectáculos toman recursos<strong>de</strong> un lado o <strong>de</strong> otro, y por todos reconocibles:algo <strong>de</strong> títeres o algo <strong>de</strong> la comedia musical, o cosasque ya son preconcebidas, que funcionan. No haynuevas propuestas en cuanto a lo coreográfico. Laverdad es que no hay.-Cuando trabajan en equipo, cuando hay unamúsica, un dramaturgo, ¿cómo ven el lugar <strong>de</strong>la danza con respecto a las otras áreas?M. F.: Cada vez más respetado. En general se trabajamás con muchos cuerpos y una sola cabeza, se respetamás la mirada <strong>de</strong>l otro. Tengo la buena fortuna <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rtrabajar más en equipo. Es muy interesante y muchomás creativo.T. D.: De cualquier manera es un lugar que la danzatiene que ir ganando. La danza siempre es como la Cenicienta<strong>de</strong> las artes. Muchas veces, el rol <strong>de</strong>l coreógrafoes visto peyorativamente. Pero cada vez está más respetado,porque también se ha comprobado que la figura <strong>de</strong>lcoreógrafo se suma al espectáculo. Es cada vez más unanecesidad, una pata más <strong>de</strong> la mesa…M. L.: Todas las áreas tienen que estar en sintonía,no pue<strong>de</strong>n estar unas a merced <strong>de</strong> otras. En el caso <strong>de</strong>un equipo, don<strong>de</strong> hay un director teatral, un músico, unescenógrafo, el coreógrafo tiene que estar a disposición<strong>de</strong> la obra. Primero, tratar <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> qué setrata la obra, proponiendo cosas que tienen que ver conel trabajo con el espacio y con las calida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> movimiento.Hacer una búsqueda, ver con quiénes estátrabajando, quiénes son y qué saben hacer. Eso meparece que es fundamental. Yo trabajaría en un entrenamientoparalelo, porque hay cosas <strong>de</strong>l código, que elbailarín tiene que enten<strong>de</strong>r, porque hay ciertas cosas<strong>de</strong> ese código que los actores, los músicos tienen queenten<strong>de</strong>r. También <strong>de</strong>jándome influenciar más por loque va sucediendo. Lo que <strong>de</strong>cía Teresa me parecebuenísimo: uno se va nutriendo, uno no está solo pensandotoda la coreografía; va sucediendo, si uno pue<strong>de</strong>estar abierto a que suceda, cosa que no siempre esfácil por cuestiones personales o por la relación queentabla con el director. Es bueno trabajar en equipoporque según la apertura que uno tenga el espectáculoserá más rico.-En uste<strong>de</strong>s, ¿se <strong>de</strong>spierta un imaginario diferentecuando van a trabajar para niños?M. F.: Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo lo tomes. La imaginación esla imaginación. Yo juego <strong>de</strong> cualquier manera, mi partelúdica en el movimiento es la misma y tiene que vercon el juego, así sea un drama. Hay a que tener encuenta a quién va dirigido. No es lo mismo. No estoy<strong>de</strong> acuerdo con quien dice que es lo mismo, por todo loque dijimos antes. El niño necesita <strong>de</strong> una repetición,<strong>de</strong>l humor, <strong>de</strong>l juego; necesita <strong>de</strong> un montón <strong>de</strong> ingredientesque quizás en un espectáculo para adultos no<strong>de</strong>sarrollás.T. D.: Los tiempos también: el tiempo <strong>de</strong> duración <strong>de</strong>un cuadro, la síntesis, también cambia mucho. A unadulto, una pausa le resulta emocionalmente <strong>de</strong> otramanera. Con un chico tenés que ser mucho más pragmático,más explícito. El sensor <strong>de</strong>l niño es muy distintoal sensor <strong>de</strong>l gran<strong>de</strong>. No es en la imaginación, sino enel modo en que uno cuenta las cosas.M. L.: Sí, tiene que ver con la temática. Cuando meimagino cosas para chicos, siempre tienen otra dinámica,otra frecuencia, otro ritmo. Tienen esa frescura yesa alegría que tienen los chicos. Pienso en los chicos,y pienso en eso que te <strong>de</strong>spiertan cuando los ves,entonces, lo que imagino es distinto en relación a losadultos. Por otro lado, las temáticas que me mueven ahacer cosas para adultos son bastante tenebrosas y,cuando hago cosas para niños, no. Una es más oscuray la otra es más luminosa.-Marta, ¿cómo hilarías esto que <strong>de</strong>cís con laimagen a la que te referías <strong>de</strong> los libros enblanco y negro?M. L.: (¡¡Risas!!) Por ahí, justamente, es la propiafórmula que uno tiene para pensar, es no atreverse aindagar en otras zonas, es parte <strong>de</strong>l propio prejuicio o,inclusive, <strong>de</strong> la inserción social, <strong>de</strong> lo esperable. Lascosas para chicos son <strong>de</strong> esa forma y uno cae en lapropia trampa <strong>de</strong> ese pensamiento. Pienso que la realidad<strong>de</strong> los chicos no es siempre luminosa o la <strong>de</strong>44 CUADERNOS DE PICADERO


A modo <strong>de</strong> epílogo:teatro <strong>de</strong> antes,niños <strong>de</strong> ahoraPor JUAN GARFF*Des<strong>de</strong> hace dos décadas se viene diciendo que la edad promedio <strong>de</strong>l público <strong>de</strong> lasobras <strong>de</strong> teatro va bajando <strong>de</strong> modo constante. Actualmente, es habitual ver chicos<strong>de</strong> dos años en las butacas, con una notable “cultura <strong>de</strong> espectador”. Hace nomuchos años eran los típicos ambuladores <strong>de</strong> los pasillos <strong>de</strong> los teatros. En cambio,se hace cada vez más infrecuente encontrar en la platea infantil a público <strong>de</strong> once odoce años. ¿Infantilización <strong>de</strong>l teatro <strong>de</strong>dicado a los chicos o maduración acelerada<strong>de</strong> su público? Probablemente una combinación <strong>de</strong> ambos factores en un contextosocio-cultural que favorece ambas puntas <strong>de</strong>l fenómeno.La rápida expansión <strong>de</strong> Internet y sus subproductos ha encontrado en la niñez queya maneja el lenguaje escrito, un público masivo, que se entrena en sus horas libresfrente a pantallas, en una permanencia en la silla inusitadamente prolongada paraeda<strong>de</strong>s en que tiene (o tenía) fuerte arraigo el impulso al movimiento. Es cierto quela navegación por la red <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s y el chateo exigen una mayor cuota <strong>de</strong> interacción(incluso física, a través <strong>de</strong> mouse y teclado) que la situación <strong>de</strong>l espectador televisivo,que sólo canaliza su motricidad mediante el zapping y eventualmente lamasticación <strong>de</strong> papas fritas. La amplia oferta cinematográfica apta para todo público,también aporta lo suyo al entrenamiento <strong>de</strong>l chico-espectador. Y claro, el teatro<strong>de</strong> las tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> semana y <strong>de</strong> funciones escolares se ha convertido, a lo largo<strong>de</strong> los últimos treinta años –al menos en la ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires– en parte <strong>de</strong>lpaisaje cultural.(*) Periodista especializado <strong>de</strong> teatro para niños y jóvenesHasta ahí la convergencia: la computadora, el televisor, el cine y el teatro coinci<strong>de</strong>nen proponer al niño un tiempo se<strong>de</strong>ntario. Las horas que suman en la vida <strong>de</strong> unainfancia urbana son muchas más hoy día que en los años 70 <strong>de</strong>l siglo pasado, cuandoya se discutía cuánto tiempo <strong>de</strong>bía pasar un chico frente al televisor. ¿Por qué nologra entonces, el teatro, retener a sus espectadores como lo hacen los <strong>de</strong>másgéneros <strong>de</strong> entretenimiento transitados por los chicos?TEATRO TRO PARA NIÑOS45


Los temas <strong>de</strong> la dramaturgia infantil y su tratamiento en escena apenas acompañan lastransformaciones <strong>de</strong>l espacio vital <strong>de</strong> los chicos. Las incursiones <strong>de</strong> la infancia en zonasque ya no forman parte <strong>de</strong>l patio <strong>de</strong> juegos <strong>de</strong>dicado exclusivamente a los chicosreplantea muchas cosas, entre ellas el concepto <strong>de</strong> infancia en sí. Escuchan la música<strong>de</strong> mtv, siguen los reality-shows, alquilan todas las películas <strong>de</strong> terror y siguen a la par<strong>de</strong> los adultos las sagas literarias y cinematográficas <strong>de</strong> aprendices <strong>de</strong> brujos y señoresmitológicos.En la calle, en tanto, se cruza el chico que pi<strong>de</strong> monedas a cambio <strong>de</strong> unos malabarescon el chico que viene en auto <strong>de</strong> ver a otros malabaristas en el teatro. La crisis socialgenera separaciones a la vez que imposibilita el aislamiento <strong>de</strong>l avestruz.No se trata, necesariamente, <strong>de</strong> convertir el escenario en reflejo <strong>de</strong> los dramas cotidianos<strong>de</strong> la vida social.Pero no se pue<strong>de</strong> concebir ya al niño como un espectador ingenuo, virgen <strong>de</strong> imágenesy situaciones <strong>de</strong> alto impacto. Tanto más le faltan, probablemente, instancias <strong>de</strong> elaboración,<strong>de</strong> reflexión a la medida <strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> niño. Y esto es lo que justamentepue<strong>de</strong> aportar el teatro como pocas otras modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> interlocución. Hasta ahora, sonmuy pocos los intentos en este sentido en los escenarios locales, algunos <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>autores <strong>de</strong> otros países, otros sobre la muy seria vocación reflexiva <strong>de</strong>l humor <strong>de</strong> losclowns, cuando generan esa risa <strong>de</strong>l “darse cuenta” <strong>de</strong> que las cosas obvias se pue<strong>de</strong>n ver<strong>de</strong> un modo totalmente distinto e inesperado. Una mirada que está muchas veces presenteen el pensamiento infantil, cuando logra escapar <strong>de</strong> la estandarización que suele imponerel “sentido común”. Pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el escenario son intentos insuficientes.Posiblemente se haya instalado una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “especialización” en el teatro infantil –nosólo en los elencos y autores, sino también en la crítica y la producción– que obturaaccesos a creadores y pensadores que podrían aportar propuestas enriquecedoras. Unentrecruzamiento más fluido <strong>de</strong> directores y dramaturgos que logren saltar las vallas <strong>de</strong>l“corral <strong>de</strong> la infancia” –ya <strong>de</strong>rribadas <strong>de</strong> modo no siempre i<strong>de</strong>al por otros espectáculos–podría revitalizar la relación entre el teatro y los chicos.Al fin y al cabo, no hay adulto que no haya pasado por la niñez y no hay niño que noespere llegar a la adultez. Y entre ambas etapas <strong>de</strong> la vida y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong>ellas existen conflictos que, llevados a escena, pue<strong>de</strong>n provocar risas, lágrimas,asombro, miedos, alegría y tristeza, pero sobre todo, la sensación, al salir <strong>de</strong>l teatro,<strong>de</strong> que durante esa hora en la butaca ocurrió algo que conmovió el escenario interno<strong>de</strong>l espectador.46 CUADERNOS DE PICADERO

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