Cuadernos de Picadero Nº 7 - Instituto Nacional del Teatro
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oficio. A esta altura <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l género,afortunadamente, muchos están <strong>de</strong> acuerdo en queno es cuestión <strong>de</strong> cualquier musiquita, cualquierropita, cualquier cartón pintado y menos, menos aún,<strong>de</strong> saber actuar más o menos, y resolverlo todo entres o cuatro ensayos.Aunque tampoco es solamente cuestión <strong>de</strong> pantallapanorámica, humo, petardos, rayos láser, hamacasque bajan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, títeres que saltan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elsuelo, personajes que vuelan. No, eso tampoco.Como tampoco cuentan por sí solos, las caras famosas,las sonrisas carismáticas y los reiteradosgags y trucos <strong>de</strong> un actor histriónico, ni siquiera lasacrobacias. Lo que hace falta, ya que se invita alchico al teatro, es que se haga TEATRO. Que se lecuente una historia con el lenguaje <strong>de</strong>l teatro. Y aeso se refiere esta publicación.VARIANTES EN EL TIEMPOEn estas últimas décadas el niño ha ido avanzandoen la sociedad en su condición <strong>de</strong>mercado. Ahora ha alcanzado plenamente lafigura <strong>de</strong> target, y Dios lo libre <strong>de</strong> las implicacionesy las consecuencias <strong>de</strong> suprotagonismo como consumidor.Hace unos treinta años, el teatro para chicos eraanimación con globos y golosinas, o algún cuentoclásico representado, con los animales o personajesvistiendo los más lamentables disfraces. A lospadres les importaba que sus niños pasaran al escenarioe hicieran alguna gracia y fueran aplaudidos.Eso se llamaba participación.Enrique Pinti y Hugo Midón fueron al principio severamentecriticados por introducir el musical en elteatro para niños. Después vinieron grupos comoEscena <strong>de</strong> «Juan Calle»Catarsis, La Galera Encantada, Asomados y Escondidos,El Triángulo, con el énfasis en el juego y lamirada hacia los temas propios <strong>de</strong> la infancia.Los códigos teatrales servían en algunos casospara pasar información o formación. Los espectáculoseran didácticos. La aprobación <strong>de</strong> la escuelaimportaba. Nítidos, prolijos, cuidados, con más omenos <strong>de</strong>spliegue, un argumento muy simple, y buentrabajo corporal, invitaban a los chicos a pasar unrato agradable con un cuidadoso y respetuoso acercamientoa su mundo más íntimo. Tan cuidado aveces que el tema se diluía en un leve roce. Sinembargo, paralelamente otras propuestas manteníanla ten<strong>de</strong>ncia al juego, la diversión, el humor, conectadoscon la música.Cuando la TV <strong>de</strong>scubrió este target en el teatro,aparecieron, en vacaciones <strong>de</strong> invierno, las gran<strong>de</strong>sproducciones, <strong>de</strong>slumbrantes, <strong>de</strong> gran impacto y casisiempre, vacías <strong>de</strong> contenido. Esto se contagió, jun-TEATRO TRO PARA NIÑOS7