10.07.2015 Views

DwFb8I

DwFb8I

DwFb8I

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

las voces que hay que oirPsiquiatrizaciónde la transexualidadSer hombre o mujerno depende de los genitalesRosa AlmirallGinecòloga.Trànsit: servicio depromoción de la saludde las personas transMecanismos de control de las conductas humanasTodas las sociedades y todas las culturas, ancestrales yactuales, se han encargado de clasificar las conductashumanas en aceptables y no aceptables. Han sido muchoslos mecanismos que han puesto en marcha, para transmitir lano idoneidad de algunas conductas a toda la sociedad y enestablecer sistemas de control y penalización de las mismas.Desde el poder religioso, el legislativo, el médico y losmedios de comunicación se han estigmatizado y penalizadoconductas desde los siglos de los siglos.La transexualidad resulta una provocación en la mayor partede sociedades. Pone en cuestión el hecho, minoritario, peropersistente a lo largo de la historia, de que algunas personaspuedan sentirse, vivirse y percibirse en un sexo/género distintodel que se les ha asignado a partir de los genitales externosobservados al nacer. Nuestra sociedad clasifica a las personassegún la forma de sus genitales externos. En función de losmismos, serán asignados a categorías excluyentes entre sí.A partir del momento de ser clasificados como mujeres uhombres, deberán sentir, actuar y comportarse según unosesquemas rígidos preestablecidos culturalmente.Sin embargo, en todas las sociedades y en todas las culturashan existido, desde siempre, personas que no se han identificadoni en sus comportamientos ni en sus roles, con losesperados en función de sus genitales externos. En algunassociedades y culturas, estas personas, han sido identificadascomo personas del “tercer sexo”. Los fa´afafine en Samoa, losrae rae o mahu en Hawai, los hijra en la India, los muxes enMéjico, los berdache o badea en Estados Unidos, los kathoeyen Tailandia son algunas de ellas. Muchas de estas personasson consideradas o han sido consideradas personas concapacidades y habilidades superiores a las de las mujeres olos hombres, porque en su vida se expresan integrando lofemenino y lo masculino.Pese a la lucha política activa de personas que se definencomo transexuales, para visibilizarse desde la normalidad yexigir el derecho a ser y estar más allá de estigmatizaciones,etiquetas y exclusiones, nuestra sociedad continua con unamirada reprobatoria. No acepta presentaciones corporalesdistintas que transgreden lo femenino o lo masculino. Apartir de estas corporalidades distintas, deduce necesidades,sentimientos y comportamientos que han de ser objeto deevaluación para poder justificar su existencia. La psiquiatríaha sido y es la responsable, aquí y ahora, de ejercer, sobreestas personas, el control que la sociedad reclama.La psiquiatría como garante de lo socialmenteaceptableLa psiquiatría como ciencia se basa, naturalmente, en laconvicción de sus profesionales de que existen enfermedadesmentales que impiden la adecuación social de las personas“enfermas”, y que disponen de instrumentos fiables paradiagnosticarlas y tratarlas. Sin embargo ¿Dónde está el límiteentre lo normal y lo patológico en gran parte de los problemaspsiquiátricos? Frecuentemente lo anormal no es patológico,simplemente es menos frecuente y lo normal se define desdeel ámbito sociocultural, como adaptación adecuada a uncontexto social.La historia de las clasificaciones psiquiátricas nos muestra queel contexto social es un referente permanente. Por ejemplo,comportamientos antes considerados productos de la maldadhumana (piromanía, cleptomanía, pedofilia), vicios (juego38 MYS 36

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!