11.07.2015 Views

El Mundo Clásico. La Epopeya de Grecia y Roma.

El Mundo Clásico. La Epopeya de Grecia y Roma.

El Mundo Clásico. La Epopeya de Grecia y Roma.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

325 / 495Sería el último pacto sellado entre los dos, pero el resultado <strong>de</strong>l mismo no iba aser el esperado por Antonio. Ambos lí<strong>de</strong>res tenían por objetivo una guerra, perosi bien Antonio entregó los barcos a Octaviano, no recibió <strong>de</strong> éste la mayorparte <strong>de</strong> los soldados prometidos. Había habido también una dimensiónfemenina en todo aquello: Octavia había contribuido al pacto, mediando entresu esposo y su hermano. En sólo tres años <strong>de</strong> matrimonio, ya había dado aAntonio dos hijas sanas (tal vez una tercera falleciera a corta edad). Pero ahoralos problemas llegarían también para ella. No iba a marchar a Oriente con susposo: estaban las niñas, el hecho <strong>de</strong> que quizá estuviera nuevamenteembarazada y todos los peligros <strong>de</strong> aquel lejano <strong>de</strong>stino, aunque no tardaría enhaber una cosa más. En el invierno <strong>de</strong> 37-36 Antonio había regresado aAntioquía con el fin <strong>de</strong> prepararse para la guerra contra los partos, y con élhabía ido Cleopatra, su «plato egipcio». Probablemente la soberana egipcia norecibiera todo el territorio que anhelaba, pero sí un buen pedazo. Y tambiénvolvía a estar embarazada <strong>de</strong> Antonio.Al igual que la campaña contra Partia, también Cleopatra llevaba la impronta <strong>de</strong>Julio César. Juntas, una y otra permitirían al «nuevo DÍoniso» contrarrestar laprincipal baza <strong>de</strong> Octaviano, su nombre como nuevo «César»: Cleopatratambién tenía al pequeño Cesarión, hijo,orno seguían diciendo, <strong>de</strong>l mismísimo Julio César. Antonio dio a<strong>de</strong>más aCleopatra parte <strong>de</strong> Fenicia, Siria y Ju<strong>de</strong>a, ricos presentes que <strong>de</strong>bían asegurarla frontera oriental <strong>de</strong> Egipto: las ciuda<strong>de</strong>s fenicias celebraron la nueva era conun nuevo calendario. Los gemelos <strong>de</strong> la pareja fueron reconocidos; <strong>de</strong> hecho,Octavia había sido repudiada. Consciente <strong>de</strong> la oportunidad que se lepresentaba y <strong>de</strong> los peligros que lo amenazaban, Octaviano empezó la guerra<strong>de</strong> relaciones públicas más <strong>de</strong>clarada que haya conocido la historia <strong>de</strong>l mundoantiguo. Desacreditó a Antonio tachándolo <strong>de</strong> borracho, víctima <strong>de</strong> una bárbarareina <strong>de</strong> Egipto: a su <strong>de</strong>bido tiempo, abriría incluso el testamento <strong>de</strong> Antonio yharía correr el rumor <strong>de</strong> que éste planeaba trasladar la capital a Alejandría yser enterrado a orillas <strong>de</strong>l Nilo. <strong>La</strong> gente más seria <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Italiaprobablemente llegara a creerse todas esas historias tan impactantes comoestremecedoras. En <strong>Roma</strong>, la mayoría <strong>de</strong> los senadores estaban menospreocupados. Antonio se <strong>de</strong>fendió en un panfleto, «Sobre su propio estado <strong>de</strong>ebriedad» (que lamentablemente para nosotros, se ha perdido), y escribió unacarta en términos bien claros, aclarando que Cleopatra no era su esposa, queOctaviano se acostaba con un montón <strong>de</strong> mujerzuelas que lo ro<strong>de</strong>abanpermanentemente, y terminaba diciendo: «¿Importa acaso dón<strong>de</strong> y con quiénsacias tu <strong>de</strong>seo?». 408 Decía también que Octaviano tenía a un joven,probablemente esclavo, <strong>de</strong> nombre Sarmentó, que hacía las veces <strong>de</strong>«<strong>de</strong>licia», como «los romanos ... llamaban ... a un muchachito <strong>de</strong> los queservían <strong>de</strong> entretenimiento».<strong>El</strong> año 36, sin embargo, fue <strong>de</strong>finitivo. Octaviano consiguió <strong>de</strong>rrotar por fin aSexto Pompeyo en el mar. <strong>El</strong> mérito <strong>de</strong> la batalla naval fue <strong>de</strong> su generalAgripa, pero el «César» se ganó el fervor popular cuando hizo ejecutar a losprisioneros en el curso <strong>de</strong> un espectáculo en <strong>Roma</strong>. Sexto logró escapar, perofue asesinado en Oriente un año <strong>de</strong>spués. Por su parte, Octaviano tomó laprotección «inviolable» <strong>de</strong> un tribuno para su persona y para la <strong>de</strong> la pobreOctavia, que podía ser presentada astutamente como la esposa «abandonada»<strong>de</strong> Antonio: <strong>de</strong>dicó el botín <strong>de</strong> la victoria a la construcción <strong>de</strong> un gran templo <strong>de</strong>Apolo en <strong>Roma</strong> junto al cual mandaría erigir su propia casa, no lejos <strong>de</strong> la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!