Salud laboralcosa, <strong>de</strong> repente ha cambiado mi manera <strong>de</strong> hablar, <strong>de</strong> vestir, mi cara ya no está tanquemada. Pero <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro no he cambiado, sigo siendo la misma chiquita, que quierecomer la misma comida, pastear carnero.(Juliana, 20 años, 5 o <strong>de</strong> educación secundaria)Los factores más importantes para mantener la i<strong>de</strong>ntidad cultural y las costumbres <strong>de</strong>llugar <strong>de</strong>l origen, en Lima son: el idioma, la música, el baile, la comida y, principalmente,las reuniones con paisanos que también han migrado. En Lima, cada provincia tiene suclub regional, en don<strong>de</strong> se realizan gran<strong>de</strong>s fiestas costumbristas. <strong>La</strong> mayoría <strong>de</strong> lasentrevistadas asisten a estas reuniones con sus hermanos u otros familiares que viven enLima. También se reúnen con sus paisanos, mayormente parientes, en las casas, cuandotienen su día <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso.De repente, no <strong>de</strong>berían olvidarse lo que es quechua, <strong>de</strong>berían seguir practicando.No es bueno olvidarse, porque el quechua, en realidad, es nuestro idioma en Perú. Elcastellano ya es un idioma que nos trajeron <strong>de</strong> otro país. Yo hablo quechua con otragente <strong>de</strong> mi tierra, también intercambio el quechua <strong>de</strong> las personas que son <strong>de</strong> otraparte, por ejemplo <strong>de</strong> Cusco. Yo nunca niego, digo «soy <strong>de</strong> la sierra, sí se hablarquechua».(Juliana, 20 años, educación secundaria completa)Me gusta y mantengo la costumbre <strong>de</strong> escuchar huaynos, bailarlos; mayormente, la genteacá, en Lima, no les gusta el huayno, pero yo todos los días escucho.(Tania, 19 años, 3 o <strong>de</strong> educación secundaria)En mi pueblo no se visten así, normal, como nosotros nos vestimos, sino con sus sombreros,con sus trencitas. Yo también andaba así, con mi faldita. Lo tejen <strong>de</strong> lana <strong>de</strong> oveja, lohilan; yo también sé hilar. También tejen ponchos, sé tejer; justo ahora estoy tejiendo(mostrando un tejido que tiene en su bolsa).(María, 22 años, 4 o <strong>de</strong> educación primaria)Cuando nos encontramos con los paisanos conversamos, cocinamos, hablamos en quechua.Cocinamos y almorzamos todos y <strong>de</strong>spués vamos a nuestros cuartos. A veces nos confundimos,algunas palabras nos confundimos y mezclamos con castellano, hablando quechua<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tiempo.(Marta, 20 años, 4 o <strong>de</strong> educación secundaria)Cuando me reúno con ellos (paisanos), me parece que estuviera en mi tierra, porque, osea, te ves con puros conocidos, pues, que te han conocido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niña. ¡Eso se llamaalegría! Cuando te reúnes con todos ellos, hacemos nuestras costumbres <strong>de</strong> allá, cocinamoscabrito, ceviche en verano.(Roberta, 16 años, 2 o <strong>de</strong> educación secundaria)61
<strong>LA</strong> SALUD: <strong>de</strong>recho violadoEn octubre nos reunimos todos, todos. Hay una costumbre en mi pueblo y toda la genteviene, hacen fiesta. Al año nos encontramos casi todos los paisanos allí. Nos encontramos,conversamos, tomamos, bailamos, hay música, contratamos orquesta y toda la gente baila.Hay procesión, para hacer pasear casa por casa. Eso a mí me gusta, también. Voy al añouna vez. Alquilamos un local gran<strong>de</strong>, toda la gente lo colabora (da dinero) para el localy para poner flores. Preparan comida ¡igualito que en la sierra! Cuando nos encontramosentre paisanos, ya nos hablamos en quechua... En mi salón (<strong>de</strong>l colegio), también hay unasamigas, hay tres que saben, y con ellas siempre hablamos en quechua.(Agripina, 24 años, 4 o <strong>de</strong> educación secundaria)Cuando les es posible, practican las costumbres <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l origen, principalmente enespacios privados. En las calles o lugares públicos no lo hacen por temor a la discriminación.Por ejemplo, cuando los empleadores viajan, ellas cocinan comidas típicas <strong>de</strong> sutierra; cuando se encuentran con personas que hablan la misma lengua materna en lascasas don<strong>de</strong> trabajan, en el colegio o en <strong>La</strong> <strong>Casa</strong> <strong>de</strong> <strong>Panchita</strong> lo utilizan y se sienten bien.En <strong>La</strong> <strong>Casa</strong> <strong>de</strong> <strong>Panchita</strong>, hay personas con quien sí hablamos aymara. Hablo con ellas, escomo un encuentro. No son <strong>de</strong> mi mismo pueblo pero es <strong>de</strong> otra provincia o <strong>de</strong> otrodistrito, pero nosotros hablamos el mismo idioma. Hablando aymara en Lima, vuelvo a misraíces cuando hablo con ellas. Me siento bien cuando hablo, me encuentro con esta clase<strong>de</strong> personas, con muchas ganas <strong>de</strong> superarse. Es lo que más me gusta y cuando volvemosa hablar así, aymara, volvemos a las raíces. Mi tierra está presente cuando nos encontramoscon ellos. Aunque siempre los tengo presente, extraño mucho cómo es la gente allá,cómo somos todos, la forma hasta <strong>de</strong> comer, ¡<strong>de</strong> todo! Extraño todo; es distinto.(Wara, 20 años, educación secundaria completa)62