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el misticismo del súperhombre américo

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Con tal de que <strong>el</strong> conocimiento persista en manifestarse como base d<strong>el</strong> mundo de puro objeto enun reino de lo general a lo particular donde cada objeto en lo general sea particular y vivo pero intocablematerialmente.Para Schopenhauer la intuición en conceptos abstractos sí goza de materia y es vehículo de Ideas.Pero jamás será la Idea en sí.El individuo como manifestación de Idea, sin embargo, es siempre materia.Schopenhauer no se le ocurre que para conciliar materia y espíritu hay que conciliar objeto y sujetoen un Individuo con voluntad como centro d<strong>el</strong> Universo y que esto lejos de estar divorciado de las ideasplatónicas y su externa pureza, por <strong>el</strong> contrario, la fortalece.En otras palabras, <strong>el</strong> "no tocar al mundo" no es un hecho literal sino <strong>el</strong> hecho de tocarlo sinrealmente tocarlo.El conocimiento puro no es ajeno al obrar puro sino que son ambos fusionados."Saber para Hacer y Hacer para Saber".Así es como la b<strong>el</strong>leza nos descubre todos sus secretos y los deseos son saciados.La sexualidad funde a la voluntad con la Ideas platónicas y a la materia con <strong>el</strong> espíritu.La sexualidad como acto espíritu-material, es acto puro y a la vez, conocimiento puro.Schopenhauer, por otra parte, al referirse a la b<strong>el</strong>leza dice que es la objetivación adecuada de lavoluntad, por ser de la manifestación en <strong>el</strong> espacio.Además insiste en que la Idea platónica es <strong>el</strong> que sabe <strong>el</strong>evarse por sobre toda voluntad y todaindividualidad, hasta <strong>el</strong> puro sujeto d<strong>el</strong> conocimiento. Es <strong>el</strong> hombre genial gozando de Int<strong>el</strong>igencia pura.Por eso la obra de arte es sólo apreciada por los más <strong>el</strong>evados hombres.El concepto es estéril y la Idea fecunda.Por medio d<strong>el</strong> arte la Ideas se purifica.Toda las artes objetivan la voluntad de una manera mediata por medio de las ideas y nuestromundo no es más que la manifestación de Ideas.No hay materia sin voluntad y de todas las arte, la música es <strong>el</strong> lenguaje d<strong>el</strong> sentimiento y de laspasiones, como las palabras <strong>el</strong> de la razón.Imposible satisfacer un deseo. El deseo sólo genera nuevos deseos, infinitamente. -SegúnSchopenhauer.Así de infinita es la música.Una física y metafísica sin ética correspondería a una mera armonía sin m<strong>el</strong>odía.Ninguna música es perfecta, pues los individuos son infinitos.El mundo visible todo entero no es más que la objetivación, <strong>el</strong> espejo de la voluntad, y acompaña aesta para conducirla al reconocimiento de sí misma, conducirla a su salvación.Y cuando al mundo como representación se le contempla aislado emancipándose de la voluntad.Queda los más puro de la vida. Y <strong>el</strong> arte es la realización acabada de todo cuanto existe, porque <strong>el</strong> arteno es otra cosa que <strong>el</strong> mundo visible concentrado. El arte es pues, la flor de la vida.El arte es un consu<strong>el</strong>o.Porque la vida en sí, la voluntad y la existencia misma son un dolor perpetuo, en partedespreciable y en parte espantoso.Y <strong>el</strong> arte nos emancipa de ese dolor.El arte es (la ciencia) de la contemplación. Este conocimiento puro de la esencia d<strong>el</strong> mundo seconvierte en <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> artista.El santo se resigna para aquietar su voluntad. Pero esto sólo puede ser temporal sin lograremanciparlo de la vida. Hasta que <strong>el</strong> santo se cansa de su propio juego y vu<strong>el</strong>ve a la seriedad.LIBRO IVLas acciones humanas son base de una filosofía práctica. Pero en sí la filosofía no dirige laconducta ni forma un carácter. Es letra muerta. Es siempre filosofía teórica que permite observar einvestigar pero no dar reglas, porque no puede.Conceptos muertos no deciden, es la naturaleza interior d<strong>el</strong> hombre mismo la que lo hace, <strong>el</strong>hombre forja su carácter int<strong>el</strong>igible, diría Kant.210

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