DLETRAS Y MÁSPor JOSÉ LUIS ESCOBARUna vez se firmó la paz, afloró en el país el interés de nuevasgeneraciones de escritores. Leonel Juracán, entonces de 17 años, seacercó al grupo Vértice, compuesto en su mayoría por poetas quepromediaban 50 años de edad. “Con talleres se comenzó a promoverla poesía. En ese grupo conocí a Enrique Noriega. Coincidió enVértice gente que había querido publicar durante la represión y tenían acumuladotrabajo de hacía 10 o 15 años”, recuerda Juracán (Guatemala, 1982), quienrecientemente presentó —editado por Magna Terra— su tercera obra, Fúnebre ycarnavalesco, la cual recoge 52 poemas, escritos en la última década.Leonel comenta que en el grupo había un tipógrafo que tenía imprentapropia, lo cual fue vital para las intenciones del colectivo: publicar libros ydestinarlos a los departamentos. “Organizamos talleres de poesía yhacíamos revisiones de nuestros textos. Con eltiempo, el grupo seseparó”, indica el escritor, que aún recuerda la actividad poética queconoció en Quetzaltenango, San Marcos, Sololá y Jutiapa.Había bastantes grupos departamentales. La idea era hacer unapublicación que los incluyera a todos. Sacaron un periódico quetambién se llamó Vértice. Duróaproximadamente un año y tuvoLeonel Juracánpresentó unnuevo poemario,su trayectorialiteraria esparalela a lageneración deescritores de laposguerra.cuatro ediciones, cada una de milejemplares. Se editó además unaserie de 25 poemarios pequeños.La primera publicaciónEl poeta menciona que el gestorprincipal del trabajo editorial de Vérticeera Luis Leiva. “Yo trabajabacomo diagramador y comentarista.Escribía las introducciones ylainformaciónde la contraportada de loslibros. En cierta ocasión, y cuandotenía dos años de trabajar con elgrupo, sehizo un tiraje grande ysepresentó la oportunidad para incluirparte demis escritos. Así nació Guíapráctica para manejar la invisibilidad”.La intención de ese primer poemario,agrega su autor, fue evitar elestereotipo de que un joven poetaescribe únicamente sobre el temadel amor. “Apenas uno asomó parcialmentepor ese tema. El resto depoemas abordó temas cotidianos. El hastío yla angustia también fueronrecurrentes. Fue un poemario muy existencialista”, indica el poeta.Otros grupos literariosCuando las actividades de Vértice mermaron, Juracán se acercó comootros jóvenes escritores lo hicieron —Javier Payeras, Estuardo Prado,Maurice Echeverría— alaCasa Bizarra, de cuyos encuentros brotó unasignificativa camada de nuevos artistas del presente siglo. Asimismo, comenzóa participar en las reuniones de la Comunidad Nacional de Escritores.Pero fue en un tercer colectivo, Folio 114, en el que el poeta echó raíz.Acerca de su experiencia comenta: “Duró casi cinco años y se consolidó apartir del espacio que ganó cuando el Palacio de Correos se convirtió en uncentro cultural municipal. Desde Folio se gestaron diferentes muestras, inclusoD-22 :25de noviembre de 2012
LA POESÍA DEJURACÁNse invitó a poetas de Centroamérica. Al agotarse los fondos que sosteníanal grupo hubo menos actividades ylentamente sefue separando. Enélrealicé talleres de poesía, tanto en la capital como en Chimaltenango,Sololá, San Marcos y otros departamentos”.Inflamable —Editorial Cultural, 2008— es el segundolibro deJuracán ysuaño de publicacióncoincide con la disolución deFolio 114. Adiferencia de su predecesor,en Inflamable Juracán exploró la narrativa.Musa fue uno de esos relatos, queeste año fue incluido en la antología Nihermosa ni maldita. Narrativa guatemaltecaactual (Alfaguara, 2012).“Trata de un joven que deambula amedianoche en busca de una prostituta,de la cual cree estar enamorado desdehace un año. Cada vez que la ve le va demal en peor”, indica Juracán de sucuento breve, un ejemplo de la líneaurbana que marca parte de su narrativa,aunque también considera que el desarraigoes otra de sus temáticas. A diferencia de supoesía, la narrativa de Juracán es “más cruda”,no en cuanto al uso del lenguaje, sino porsituaciones y ambientes que se describen.El nuevo poemarioFúnebre y carnavalesco, dice Leonel, “habla de banquetas, basureros yde la vida urbana”. Hay casi una década de trabajo detrás del mediocentenar de poemas de su tercer libro. Varios de ellos “debieron esperarun tiempo prudencial” debido a que las personas osituaciones quedescriben “aún eran demasiados recientes para ventilarlos por medio dela poesía”, señala el escritor. Figuran también poemas introspectivos,como los seleccionados para esta nota.Juracán estudió Filosofía y Literatura y es laboratorista clínico. Peroen los últimos años en el arte contemporáneo convergen su vena literariay laboral, pues es él quien escribe los textos museográficos o de catálogosFoto <strong>Prensa</strong> <strong>Libre</strong>: JOSÉ LUIS ESCOBAREl locoMe tienen miedoporquesoy el muchacho raroLe tienen miedoa mi soledadMe tienen miedoporque estoy lejosde su lejanía.Los barrotesSólo tengo conmigomi locura y mis faucescomo el animal que quiere y no sabesi perder su jungla o su carne.para artistas como Regina José GalindooAníbal López. “Prefiero usar la frasemuseográfico y no curatorial porque lapalabra curador no me suena, es comosi el arte fuera una infección”.El escritor trabaja en Crónica marxciana,una novela homónima de unrelato breve de su autoría. La historiasucede dentro de cien años yen ellarealza el dato de que una de las mayorescompañías de fabricación dearmas sea también la principal financistade una estación en Marte.25 de noviembre de 2012 : D-23