12.07.2015 Views

Autores_Humberto Maturana, Francisco Varela - El Arbol del Conocimiento

Autores_Humberto Maturana, Francisco Varela - El Arbol del Conocimiento

Autores_Humberto Maturana, Francisco Varela - El Arbol del Conocimiento

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

VII115sibles y, por lo tanto, el que podamos clasificarlas como una o como otra va a depender de que tengamosacceso o no a la historia estructural pertinente. En el presente <strong>del</strong> operar <strong>del</strong> sistema nervioso,no hay tal distinción.Es importante darse cuenta de que corrientemente tendemos a considerar el aprendizaje y la memoriacomo fenómenos de cambio de conducta que se dan al "captarse" o recibirse algo <strong>del</strong> medio.Esto implica suponer que el sistema nervioso opera con representaciones. Nosotros hemos visto yaque esta suposición oscurece y complica tremendamente el entendimiento de los procesos cognoscitivos.Todo lo que hemos dicho apunta a entender el aprendizaje como una expresión <strong>del</strong> acoplamientoestructural, que siempre va a mantener una compatibilidad entre el operar <strong>del</strong> organismo yel medio en que éste se da. Cuando nosotros como observadores miramos una secuencia de perturbaciones,que el sistema nervioso compensa de una de las muchas maneras posibles, nos pareceque internaliza algo <strong>del</strong> medio. Pero, ya sabemos, hacer esta descripción sería perder nuestra contabilidadlógica: sería tratar algo que nos es útil para nuestra comunicación entre observadores comoun elemento operacional <strong>del</strong> sistema nervioso. <strong>El</strong> describir el aprendizaje como una internalización<strong>del</strong> medio confunde las cosas al sugerir que se dan en la dinámica estructural <strong>del</strong> sistema nervioso fenómenosque sólo existen en el dominio de descripciones de algunos organismos, como nosotros, capacesde lenguaje.<strong>Conocimiento</strong> y sistema nerviosoEn el capítulo anterior hemos habladot de dominios conductuales, y en éste de la organización fundamental<strong>del</strong> sistema nervioso. Con ello nos hemos movido más y más cerca de aquellos fenómenos quecotidianamente designamos como actos de conocimiento. Estamos ahora en condiciones de afinar nuestroentendimiento acerca de qué se puede querer decir al indicar que un acto es cognoscitivo.Si pensamos por un momento qué criterio utilizamos para decir que alguien tiene conocimiento,veremos que lo que buscamos es una acción efectiva en el dominio en que se espera una respuesta.Esto es, esperamos una conducta efectiva en algún contexto que señalamos al hacer la pregunta. Así,dos observaciones <strong>del</strong> mismo sujeto, bajo las mismas condiciones, pero hechas con preguntas diferentes,pueden asignar distintos valores cognoscitivos a lo que se ve como la conducta <strong>del</strong> sujeto.CONOCIMIENTOAdmitimos conocimiento cada vez que observamosuna conducta efectiva (o adecuada) en uncontexto señalado, es decir, en un dominio quedefinimos con una pregunta (explícita o implícita)que formulamos como observadores.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!