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Autores_Humberto Maturana, Francisco Varela - El Arbol del Conocimiento

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ALTRUISMO Y EGOÍSMO<strong>El</strong> estudio de los acoplamientos ontogénicosentre organismos y la valorización de su gran universalidady variedad nos apunta a un fenómenopropio de los social. Se puede decir que, cuando elantílope se queda atrás y arriesga más que losotros, es el grupo el que se beneficia, y no necesariamenteél directamente. También se puede decirque, cuando una hormiga obrera no se reproducey, en cambio, se ocupa de conseguir alimento paratodas las crías <strong>del</strong> hormiguero, es, otra vez, elgrupo el beneficiado, y no ella directamente.Todo ocurre como si hubiese un balance entrela manutención y subsistencia individual, y lamanutención y subsistencia <strong>del</strong> grupo como unidadmás amplia que engloba al individuo. De hecho,en la deriva natural se logra un balance entrelo individual y lo colectivo en la medida en que losorganismos, al acoplarse estructuralmente en unidadesde orden superior (que tienen su propio dominiode existencia), incluyen la manutención deéstas en la dinámica de su propia manutención.Los etólogos han llamado "altruistas" a accionesque pueden ser descritas como con efectos debeneficio colectivo, escogiendo un nombre queevoca una forma conductual humana cargada deconnotaciones éticas. Esto es así, tal vez, porquedurante mucho tiempo recibieron <strong>del</strong> siglo pasadouna visión de la naturaleza "roja en el diente y enla garra", como dijo un contemporáneo de Darwin.A menudo se escucha que justamente lo queDarwin propuso tiene que ver con la ley de la selvaen que cada uno vela por sus propios intereses,egoístamente, a costa de los demás en una implacablecompetencia.Esta visión de lo animal como lo egoísta es doblementefalsa. Primeramente es falsa, porque lahistoria natural nos dice por donde quiera quequeramos mirarla que no es así, que las instanciasde conductas que pueden ser descritas como altruistasson cuasi universales. Es falsa, en segundolugar, porque los mecanismos que se pueden postularpara entender la deriva animal no requierenen absoluto esa visión individualista en que el beneficiode un individuo requiere el daño de otro;por el contrario, sería inconsistente con ellos.En efecto, a lo largo de este libro hemos vistoque la existencia de lo vivo en la deriva natural,tanto onto como filogénica, no se da en la competenciasino en la conservación de la adaptación,en un encuentro individual con el medio que resultaen la sobrevivencia <strong>del</strong> apto. Ahora bien, nosotroscomo observadores podemos cambiar denivel de referencia en nuestra observación y considerartambién la unidad grupal de la cual los individuosson componente, y para la cual, en sudinámica como unidad, la conservación de laadaptación es también necesariamente válida ensu dominio de existencia. Para el grupo como unidad,la individualidad de éstos es írrelevante, y todosellos son, en principio, reemplazables porotros que puedan cumplir sus mismas relaciones.Para los componentes como seres vivos, en cambio,su individualidad es su condición de existencia.Es importante no confundir estos dos nivelesfenoménicos para la cabal comprensión de los fenómenossociales. La conducta <strong>del</strong> antílope al retrasarsetiene que ver con la conservación <strong>del</strong>grupo y expresa características propias de los antílopesen su acoplamiento grupal en la medida enque el grupo existe como unidad. Al mismo tiempo,sin embargo, esta conducta altruista para launidad grupal se realiza en el antílope individualcomo resultado de su acoplamiento estructural enun medio que incluye al grupo, y es expresión <strong>del</strong>a conservación, de su adaptación como individuo.No hay contradicción, por lo tanto, en la conducta<strong>del</strong> antílope en la medida en que él se realiza ensu individualidad como miembro <strong>del</strong> grupo: es"altruistamente" egoísta y "egoístamente" altruista,porque su realización individual incluye su pertenenciaal grupo que integra.Todas estas consideraciones son también válidasen el dominio humano, aunque modificadasde acuerdo con las características <strong>del</strong> lenguaje comomodo de acoplamiento social humano, comolo veremos más a<strong>del</strong>ante.

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