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la dignidad humana prima respecto de la pasión electoral - Tribunal ...

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guía para que los electores sepan quiénes son indignos <strong>de</strong> serrepresentantes popu<strong>la</strong>res.Es incuestionable que los partidos <strong>de</strong>mandados sí vio<strong>la</strong>ron nosólo <strong>la</strong>s normativida<strong>de</strong>s <strong>electoral</strong>es, sino más grave aún, el usocorrecto y ético <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong> expresión, <strong>de</strong>jándose llevar por <strong>la</strong><strong>pasión</strong> política. Es posible que los candidatos ofendidos no seanb<strong>la</strong>ncas palomas, que tal vez <strong>la</strong>s imputaciones que se les hicieronno estén alejadas <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad, pero acusar o exhibir a alguien sin<strong>de</strong>mostrar <strong>la</strong> veracidad <strong>de</strong> lo atribuido es calumniar, dañar <strong>la</strong> honray reputación <strong>de</strong>l ofendido, difamarlo, <strong>de</strong>sacreditarlo ante <strong>la</strong> opiniónpública, faltarle al respeto que se merece y que <strong>de</strong>bemos observarpara que se nos respete. Los actos imputados son injurias, ofensasque causan daño y perjuicios, pues los electores pue<strong>de</strong>n creerque son ciertos y no otorgarle el voto llegado el momento <strong>de</strong> sufragar,aunque tan drástica consecuencia no fue motivo <strong>de</strong> los juicios<strong>de</strong> revisión constitucional, pues se trató <strong>de</strong> hechos verificados durante<strong>la</strong> campaña; fueron ultrajes a <strong>la</strong> <strong>dignidad</strong>, pa<strong>la</strong>bras amargasque, mientras son peras o manzanas, dañan, perturban y humil<strong>la</strong>n.Son faltas a <strong>la</strong>s buenas costumbres, a <strong>la</strong> íntima convicción <strong>de</strong>lo que es correcto, por tanto, faltas a <strong>la</strong> moral. Y si <strong>de</strong>bemos conducirnoscon nuestros semejantes con corrección, no hacerlo evi<strong>de</strong>nciaconducta carente <strong>de</strong> ética y, por tanto, reprobable.El artículo 6 <strong>de</strong> <strong>la</strong> cpeum es c<strong>la</strong>ro y contun<strong>de</strong>nte: consagra el<strong>de</strong>recho humano —garantía individual formalmente— <strong>de</strong> <strong>la</strong> libreexpresión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as, pues sin dicha prerrogativa no habría comunicaciónefectiva, ni diálogo veraz y sincero, ni progreso socialen todas sus aristas: artística, cultural, científica, literaria, tecnológica,política, etcétera. Mas libertad no es libertinaje, no es potestadirrestricta <strong>de</strong> expresar o escribir i<strong>de</strong>as o grafías ofensivas, puesentonces lo dicho y publicado por los partidos nada tendrían <strong>de</strong>reprobable. La libertad <strong>de</strong> expresión tiene un límite: yo mismo.¿Quiero que me ofendan, que me traten mal, que me ridiculiceny me sometan al <strong>de</strong>sprecio? Volvamos a Rousseau: <strong>la</strong>libertad nos es innata, nos permite <strong>la</strong> auto<strong>de</strong>terminación y realizaciónpersonal; como dicen en Francia “l’epanouisement <strong>de</strong> <strong>la</strong>Comentariosa <strong>la</strong>s Sentencias<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>Electoral91

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