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Rompiendo el silenciocualquier miembro de lacomunidad puede dirigirse alas autoridades a denunciar.Incluso a la misma familiapara hacerles recapacitar yayudarles a desistir de haceresto.Así piensan ellas…La Boletina tambiénconverso con una niña y unaadolescente, quienes noimaginan su vida obligadas acasarse. Por ejemplo, DianaCruz, en los próximos años sólose ve como una estudiante.“Si me dijeran que me van acasar, no me caso. Me voy dela casa, pero no me caso. ¡Esodebe ser feo! Casarse a estaedad, sí son 11 años los quetengo y casarme con un viejo!Eh…, no podré jugar, mepondrían a lavar, a cocinar yeso yo no puedo todavía. Si meviolaran tampoco me gustaríaque me casaran. Hacen mal lasmamas en casarlas. Ella no tienela culpa, el culpable es el que lavioló”.Para Leyla Altamirano,estudiante de IV año desecundaria casarse es unadecisión que debe tomarse acierta edad. “Es verdad queel papá y la mamá tienenderecho a corregirnos, perotambién nosotros tenemosderecho a decidir sobre nuestravida. Lo siento por los planesde mi mamá, pero los míos sonescoger a mi esposo hasta tenermi trabajo para no dependerde él. Si me violan se que esalgo difícil, pero no me casaría”reflexionó la adolescente de 16años.Seguir como espectadores delos casos de abuso y violenciacontra las niñas nunca será lamejor decisión. Al hacerlo nosconvertimos en cómplices delos violadores. Hablar y buscarinformación sobre el daño queocasiona en la vida de unaniña a asumir un papel no lecorresponde puede ayudarte ano cometer este error.La responsabilidad de velar porel bienestar de las y los hijoshasta que éstos puedan tomarsus propias decisiones es tuobligación.36 La Boletina No. 70