12.07.2015 Views

Cuentos de azafatas Polo for export Cecilia Roth - Crítica

Cuentos de azafatas Polo for export Cecilia Roth - Crítica

Cuentos de azafatas Polo for export Cecilia Roth - Crítica

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

tras cartónCasablanca <strong>de</strong>l ConstiWashington Cucurtotodo comenzó cuandome mandó un mail laeditora <strong>de</strong> la revistaViva: “Cucu, necesito quete saques una foto urgenteen Constitución para unanota <strong>de</strong> diez páginas sobrevos. Te mando al mejorreporter <strong>de</strong>l diario, Juancito<strong>de</strong> Lomas -el Soiza Reylly<strong>de</strong>l Siglo XXIII-, y al mejorfotógrafo <strong>de</strong> todos, el as<strong>de</strong>l flash”. Si no hubiesecontestado ese mail mehubiese ahorrado un vagón<strong>de</strong> quilombos. Mas, qué levoy a hacer queridos lectores,mi vida, mi existencia,mi insólito respirar es unimán para los luzzers, losbor<strong>de</strong>rs y los choborras <strong>de</strong>esta ciudad.Cuando los tipos <strong>de</strong>scendieron<strong>de</strong>l remis <strong>de</strong>startaladosupe que algo fatal iba asuce<strong>de</strong>rme. Juancito <strong>de</strong>Lomas bajó como loco conuna edición <strong>de</strong> mi libroCosa <strong>de</strong> negros abierta enla primera página. “Ponemeun gancho, Cucu”. En laesquina <strong>de</strong> Matheu yRivadavia nos miramos unsegundo, yo estaba conuna cajita llena <strong>de</strong> libroscartoneros que tenía queentregar en la librería <strong>de</strong> lasMadres. No hubo tiempopara más y me metieron enel auto. Mi padre me <strong>de</strong>cía:“Nunca te subas al auto <strong>de</strong>un <strong>de</strong>sconocido”. “Dale,Cucu, que se va el sol”, medijo Juancito <strong>de</strong> Lomas,“tenemos un barsucho parahacerte unas fotos <strong>de</strong> tapa,Cook”, me terminó <strong>de</strong> <strong>de</strong>ciry me hizo con los <strong>de</strong>dos elgesto clásico <strong>de</strong> “un kilo ytres pancitos” <strong>de</strong> donCarlitos Balá. El chof, comoellos le <strong>de</strong>cían al quemanejaba, era un animal,se comía todos los baches,por la calle San Juan rayabala trompa <strong>de</strong> los bondis.¡Nos vamos a matar, chof!Cuando llegamos al barcito,bajé y el as <strong>de</strong>l flash se tiróen el piso y me mató a flashes,las putas me perifoneaban<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la otra vereday los transas <strong>de</strong>l barrio,que pensaban que era unaestrella <strong>de</strong> cumbia o unnarco colombiano, se acercabana pedirme laburo. Elas <strong>de</strong>l flash no paraba,ahora estaba subido encima<strong>de</strong> un árbol y le daba alclick. “Entremos aCasablanca, Cucu, la foto<strong>de</strong> tapa es tu cara al lado<strong>de</strong> una fonola”. Y lo fatal <strong>de</strong>lo que les hablé al principio,queridos lectores, me pasó.Era el amor que entró en mivida con todo, con pitos yfaroles. Pues, en ese inolvidablebarcito <strong>de</strong> la calleSalta, a metros <strong>de</strong>l pasajeO`Brian, me enamoré <strong>de</strong> ladueña, Blanca, una mujer<strong>de</strong>l Paraguay, la mujer másdulce y rica que hayan vistomis ojos y años <strong>de</strong> bailantero.Si usted, querido amigo,está bajoneado, no le salenlas cosas como pensaba,se le casó la hija con unvago o el nene imita aMessi y parece un mogólicojugando todo el día con elPlaystation; no lo du<strong>de</strong> niun instante, vaya a ver aBlanca, tómese una birracon ella y cuéntele suspenas. Casablanca es elmejor lugar <strong>de</strong>l mundo paraolvidar las penas y <strong>de</strong>scubrirla alegría <strong>de</strong> vivir.Anclado en la mítica calle<strong>de</strong> Constitución don<strong>de</strong>Roberto Arlt escribió ElJuguete Rabioso,Casablanca permaneceabierto las 24 horas, atendidopor su propia dueña. Suespecialidad son las marineras<strong>de</strong> pollo y una fonolasurtida con las mejorescumbias, polkas y cuartetos<strong>de</strong> la preferencia popular. Yya que estoy –pensóBlanca <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la cervezanúmero diez– conunos facinerosos que sehacen llamar periodistas,los voy a invitar <strong>de</strong> todocorazón a mi cumpleañosel domingo, van a venirunos mariachis a hacermeserenata y todos los clientes,que son mis amigos,van a llegar el domingo<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los lugares másremotos. ¡Es una genia,Blanca! ¡Lojaijú, Blanca ytoda la gente linda <strong>de</strong> laquerida República <strong>de</strong>lParaguay! “¿Qué querésque te traigamos <strong>de</strong> regalo?”“Su presencia, amigos”,nos dijo y nosconmovió a todos. Blanca,una trabajadora <strong>de</strong> lahermana nación <strong>de</strong>lParaguay, una mujer concorazón <strong>de</strong> oro a la cualvale mucho conocer. Atodas las personas tristes,enfermas, sin esperanzasque conozcan, háganles unbien invitándolos a tomar untrago a Casablanca. Sólotienen que sentarlas en unamesa con Blanca que siempretiene una oreja y unapalabra <strong>de</strong> aliento paratodos aquellos que estánmal. ¡La vida es mágicacompartiendo una cervezacon esta dama!Y nos fuimos dandotumbos por el Consti,felices <strong>de</strong> haber conocidoa Blanca. El as <strong>de</strong>l flash medijo: “Increíble esta mujer,Cucu”. “Sencillamentefantástica”, dijo Juancito<strong>de</strong> Lomas. El sol arreciabacon todo en el amanecerturbio. “Este sol no seva más, Cucu”, me dijoel as.Es el sol <strong>de</strong> Blanca. 5454-Cucurto-261008.indd 54 23/10/2008 0:54:13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!