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Cuentos de azafatas Polo for export Cecilia Roth - Crítica

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Por Pablo Perantuono (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Ushuaia)Afuera es el fin <strong>de</strong>l mundo, pero aquí a<strong>de</strong>ntrouna cumbia empalaga el ambiente. En penumbras,Yaza camina entre las mesas, siguiendoel ritmo con su cintura y los hombros. Yaza noconfiesa la edad, pero por la convicción con laque se mueve parece que cree que es eterna. Tiene argumentos–los tiene casi al aire– don<strong>de</strong> sustentar sus anhelos. Sabe queun movimiento <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra bien dado pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>satar una lluvia<strong>de</strong> inversiones extranjeras en Argentina. Yaza es morocha yluce una minifalda roja que podría ser un cinturón. Ayer llegó<strong>de</strong>l Chaco, su provincia, en don<strong>de</strong> estuvo <strong>de</strong> vacaciones. Viajócon lo que recaudó por una sola noche <strong>de</strong> amor con un turistainglés: tres mil pesos, los que le permitieron darse la gran vidaen Resistencia por dos meses. Ahora volvió y extraña a sushijos, pero <strong>de</strong> eso no quiere hablar. Tampoco <strong>de</strong> quién la trajohasta aquí ni en qué condiciones. Fuma todo el tiempo, tratando<strong>de</strong> matar las horas que antece<strong>de</strong>n a la acción.Yaza es una <strong>de</strong> las doce chicas que todas las noches se sientaen el Tropicana, uno <strong>de</strong> los seis cabarets <strong>de</strong> Ushuaia. Yaza esuna <strong>de</strong> las putas <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l mundo.“Esto es como Las Vegas, don<strong>de</strong> se llenaron <strong>de</strong> carteles luminosospara no darse cuenta <strong>de</strong> que están en el medio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto.Bueno, nosotros armamos este circo hermoso para sentirque no estamos tan lejos. Y las chicas y los prostíbulos sonimportantísimos en ese plan", cuenta Carla Fulgenzi, periodistalocal.Ushuaia es una ciudad <strong>de</strong> contrastes, un enclave colorido encuya superficie todo transcurre con la normalidad <strong>de</strong> una al<strong>de</strong>asuiza, pero en cuyas entrañas palpitan las señales <strong>de</strong> la distanciay la tragedia. Hace tiempo ya que se trans<strong>for</strong>mó en esto quees hoy: el último refugio, la posibilidad <strong>de</strong> una isla para miles<strong>de</strong> personas que llegan hasta aquí para inventarse una vida,para borrar un pasado.El crecimiento que tuvo la ciudad en los últimos años ha sidonotable. Una ola <strong>de</strong> inversiones vinculadas a la industria <strong>de</strong>lturismo vino a complementar el <strong>de</strong>sarrollo que ya había experimentadoel lugar en los años 80 y 90 al calor <strong>de</strong>l crecimientoindustrial. La población se triplicó. En esos años, Ushuaiapasó a ser el sueño <strong>de</strong>l polo industrial argentino, una ciudadlibre <strong>de</strong> impuestos que otorgaba generosos subsidios a lasempresas. Eso <strong>de</strong>terminó que muchas compañías eligieseneste paraje inhóspito, <strong>de</strong> grises eternos en invierno, para instalarse.El tiempo fue pasando. La explosión <strong>de</strong>l turismo –internacionaly nacional–, su condición <strong>de</strong> puerto abismal y una geografía<strong>de</strong> postal –montaña nevada, canal <strong>de</strong> Beagle, el sol <strong>de</strong>un naranja zarpado– hicieron el resto. Convertida en la últimamaravilla <strong>de</strong> la tierra, no había que ser un iluminado parasaber que aquí pasarían cosas.“Ahora el trabajo es tranquilo. Lo fuerte arranca a mediados<strong>de</strong> octubre, con los cruceros”, retoma Yaza. "El domingo, igual,llega un buque con marinos españoles", comparte entusiasmada.Yaza y sus compañeras esperan el bucanero -amarran entre30 y 35 al año- que amarrará en el puerto con una veintena <strong>de</strong>tripulantes que llegan <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un viaje <strong>de</strong> un mes. "Los gallegosson los mejores clientes. Los franceses, en cambio, son apestosos",diferencia Jazmín, <strong>de</strong> 32 años y más <strong>de</strong> 10 como puta.Jazmín es correntina, <strong>de</strong> Goya. En su provincia nunca ejerció la60-64-Cabarulos-261008.indd 61 23/10/2008 0:47:37

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