IntroducciónDiario <strong>de</strong> campaña Roberto Alfa8 9Roberto AlfaHace unos meses, Roberto Alfa (1964-2008), conocido comunicólogo y creativo publicitario,murió asesinado en Guatema<strong>la</strong> durante un intento <strong>de</strong> robo. La policía encontróen el hotel don<strong>de</strong> se hospedaba un diario <strong>de</strong> <strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> última campañaelectoral en <strong>la</strong> que había trabajado. Tras varios avatares, no exentos <strong>de</strong> polémicapolítica, <strong>la</strong> esposa <strong>de</strong>cidió hacer público el documento.<strong>El</strong> texto que sigue a continuación es <strong>la</strong> transcripción íntegra <strong>de</strong>l diario, por primera vezen castel<strong>la</strong>no. Sus refl exiones, sus insinuaciones, <strong>la</strong> perspectiva distante, nihilista,acerada <strong>de</strong> una dinámica mediática y política que conocía a <strong>la</strong> perfección convierteneste documento en una rendija por <strong>la</strong> que mirar el interior <strong>de</strong>l reloj electoral y losa<strong>de</strong>ntros <strong>de</strong> un hombre que le da cuerda.En coherencia con el método <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> Roberto Alfa, e intentando ser fi eles a suvisión poliédrica <strong>de</strong>l fenómeno electoral, ofrecemos una interpretación cruzada <strong>de</strong>algunos <strong>de</strong> los aspectos tratados en el diario mediante el recurso <strong>de</strong> textos, citas ycomentarios que preten<strong>de</strong>n facilitar <strong>la</strong> comprensión a los lectores menos habituadosa este tipo <strong>de</strong> literatura profesional.Jorge Luis Marzo y Arturo “Fito” RodríguezA 10 días <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> campañaFaltan diez días para el inicio <strong>de</strong> campaña.Voy a empezar este diario. Es <strong>la</strong> primera vezque lo hago. No sé por qué, ni para quién, nitampoco me imagino con c<strong>la</strong>ridad qué voy acontar. Sólo sé que ha sido un pronto, unaespecie <strong>de</strong> muelle que no he podido reprimir.Es como si, <strong>de</strong> repente, tuviera <strong>la</strong> necesidad<strong>de</strong> escribirlo todo para mantener el equilibrio.Tengo <strong>la</strong> misma vibra <strong>de</strong> siempre en elecciones:el sabor metálico <strong>de</strong> <strong>la</strong> adrenalina y <strong>de</strong>l dormirpoco; el p<strong>la</strong>cer <strong>de</strong> dominar los nervios, <strong>de</strong>domarlos, <strong>de</strong> convertirlos en tus amigos y enlos enemigos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más; <strong>la</strong> íntima satisfacción<strong>de</strong> ver a alguien, en quien todo el mundotiene los ojos puestos, caminar por el caminoque tú le has marcado; <strong>la</strong> tranquilidad que daescuchar al jefe <strong>de</strong>cir que el camino siempre lomarca él (mis manos siempre están limpias); elpo<strong>de</strong>roso sentimiento <strong>de</strong>l mago ante <strong>la</strong> expectación<strong>de</strong> <strong>la</strong> audiencia; contar algo sin quese vea el truco. Sí, sensaciones que conozcobien. Sin embargo, hay algo, no sé qué es,que me hace dudar, que me <strong>de</strong>ja ausentedurante un instante. No me había pasadoantes. Es tan incipiente que no puedo nisiquiera escribirlo aquí.ComentariosLa primera cosa que sorpren<strong>de</strong> a un investigador alenfrentarse al diario <strong>de</strong> Roberto Alfa es que su autor<strong>de</strong>c<strong>la</strong>re que nunca antes había escrito un diario parecido.Según numerosos testimonios, tanto familiarescomo profesionales, Alfa no era muy proclive a <strong>de</strong>jarnotas escritas sobre su trabajo y siempre había <strong>de</strong>fendido<strong>la</strong> discreción profesional en un ámbito, comoel político, habitualmente sujeto a manipu<strong>la</strong>cionesinteresadas. Choca, pues, que un profesional <strong>de</strong> <strong>la</strong> tal<strong>la</strong><strong>de</strong> Roberto Alfa <strong>de</strong>cidiera romper su propia filosofíapara pintar sin tapujos el entorno en que se movía.Roberto Alfa participó en innumerables campañas publicitariasy políticas: en Estados Unidos, Guatema<strong>la</strong>,Argentina, España, Israel, Alemania, Rusia, Filipinasy México. Sus servicios fueron contratados tanto porgran<strong>de</strong>s empresas transnacionales como por históricospartidos políticos <strong>de</strong> diferente signo i<strong>de</strong>ológico.<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> que compaginara <strong>la</strong>bores publicitarias concampañas políticas nunca representó un problema <strong>de</strong>“compatibilida<strong>de</strong>s”, así como —para sorpresa <strong>de</strong> algunos—tampoco fue un problema moverse entre partidos<strong>de</strong> tan distinto horizonte político. A <strong>la</strong> acusación <strong>de</strong> serun “mercenario”, Roberto Alfa respondió en una ocasión:“<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> caída <strong>de</strong>l Muro, toda <strong>la</strong> política esmeramente comercial. Se acabaron <strong>la</strong>s campañas endon<strong>de</strong> haya gran<strong>de</strong>s verda<strong>de</strong>s que ven<strong>de</strong>r”.
Diario <strong>de</strong> campaña Roberto AlfaDiario <strong>de</strong> campaña Roberto Alfa10 11A 9 díasEsta mañana hemos empezado un rodaje.Me gustan los publicistas, los cámaras, losdirectores <strong>de</strong> arte: ellos entien<strong>de</strong>n <strong>de</strong> qué vaesto. Y lo sé cuando nos encontramos en elbaño. Pocas pa<strong>la</strong>bras y <strong>la</strong>s líneas medidasy mecánicas. Gente profesional, que no se<strong>de</strong>ja llevar por veleida<strong>de</strong>s o dudas. <strong>El</strong> jefeha aparecido puntual en el p<strong>la</strong>tó. Mientraslo maquil<strong>la</strong>ban, hemos estado repasando eltexto y el tono. No es fácil convencer a estepersonaje tan pagado <strong>de</strong> sí mismo. Ha puestoen duda, una y otra vez, algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>sexpresiones, calificándo<strong>la</strong>s <strong>de</strong> poco coloquiales.Él se encuentra a gusto en <strong>la</strong> distanciacorta, cuando pellizca y palmea con cariño <strong>la</strong>smejil<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente, en un gesto que a mí measquea, pero que él consi<strong>de</strong>ra entrañable. Hayque reconocerle cierto valor. Al César, lo que essuyo. Sí, su sonrisa será un <strong>de</strong>sastre, pero ese<strong>de</strong>sparpajo pillín que tiene nos va muy bien.Cuando dice lo que realmente piensa, lo querara vez ocurre, es diáfanamente meridiano.Le he visto convencer a sus asesores <strong>de</strong> cosaspor <strong>la</strong>s que media hora antes ninguno <strong>de</strong>ellos hubiera dado un céntimo. Me recuerda<strong>la</strong> historia <strong>de</strong> un general <strong>de</strong>sesperado que fuea <strong>de</strong>cirle a Hitler que ya no quedaba gasolinay que difícilmente podían ya luchar. Tras mediahora con el dictador, salió entusiasmado<strong>de</strong>l <strong>de</strong>spacho exc<strong>la</strong>mando a viva voz: “¡Vamosa ganar <strong>la</strong> guerra, no necesitamos gasolina!”.Esos momentos son electrizantes, pero nuncase verán. Está estrictamente prohibido dar luza esas actitu<strong>de</strong>s. Miguel no podría aspirar amejor munición. Tras un par <strong>de</strong> horas <strong>de</strong> tira yafloja, hemos conseguido que se ciña al guión,pero no hemos podido evitar que use indiscriminadamenteel <strong>de</strong>do apuntando a <strong>la</strong> cámara yque se levante <strong>de</strong>l taburete. Finalmente, hemostenido que tirar <strong>de</strong> steadycam, lo que le da unaire <strong>de</strong> ficción que me molesta un poco.Abrupta ruptura con el audiovisual<strong>de</strong> raíz políticaSiendo compleja <strong>la</strong> <strong>de</strong>fi nición <strong>de</strong> cine militante, no <strong>de</strong>beríaequipararse al cine documental o <strong>de</strong> no ficción, nitampoco única y exclusivamente al que se hace fuera<strong>de</strong> <strong>la</strong>s estructuras comerciales habituales. Se trataría <strong>de</strong>un cine no alienante, que no <strong>de</strong>sea limitarse a contar fábu<strong>la</strong>s<strong>de</strong>sligadas <strong>de</strong> <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> los seres humanos,sino a indagar en <strong>la</strong>s condiciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma y, en <strong>la</strong>medida <strong>de</strong> sus fuerzas, contribuir a cambiar<strong>la</strong>s. Estosmovimientos <strong>de</strong> cine político o <strong>de</strong> agitación, uno <strong>de</strong>cuyos principales referentes históricos es el movimiento<strong>de</strong> cine épico <strong>de</strong> carácter político y dialéctico,llevado a cabo por los gran<strong>de</strong>s cineastas rusos <strong>de</strong> <strong>la</strong>época muda, se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rán en una serie <strong>de</strong> corrientescuyo objetivo será <strong>la</strong> transmisión <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ología ycobrará forma e importancia en distintos contextoshistóricos y sociales.Con el paso <strong>de</strong>l tiempo encontraremos, en paralelo a<strong>la</strong> evolución técnica <strong>de</strong> <strong>la</strong> imagen, un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>la</strong>sestrategias <strong>de</strong> comunicación, tanto en cine como entelevisión, <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> <strong>la</strong>s nuevas tecnologías. Perotoda esta genealogía, rica históricamente tanto enproducción teórica como en obras cinematográfi cas,quedaría en cierta medida cercenada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> perspectiva<strong>de</strong> <strong>la</strong> actual “vi<strong>de</strong>opolítica”, toda vez que <strong>la</strong>efi cacia <strong>de</strong>l marketing o <strong>de</strong> <strong>la</strong> publicidad ha evacuadoprogresivamente el argumento i<strong>de</strong>ológico. Se pue<strong>de</strong><strong>de</strong>cir que lo que vendría a ser el <strong>de</strong>sarrollo natural<strong>de</strong> una concepción militante <strong>de</strong>l medio audiovisual secorta abruptamente en esta rama que son los spotselectorales a favor <strong>de</strong> una banalización <strong>de</strong>l mensaje,extensible también a <strong>la</strong> “comercialización” <strong>de</strong> <strong>la</strong>campaña política. <strong>El</strong> <strong>de</strong>finitivo so<strong>la</strong>pamiento entrepublicidad y propaganda (si bien esta división diomucho juego <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el acercamiento aca<strong>de</strong>micistaal fenómeno), se impone <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> concepción hasta <strong>la</strong>formalización <strong>de</strong>l producto electoral y activa así un po<strong>de</strong>rosomecanismo <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>l espacio <strong>de</strong> <strong>la</strong> política.Sin embargo, esta aproximación podría llevar a pensarque <strong>la</strong>s prácticas cinematográficas clásicas se distinguirían<strong>de</strong> <strong>la</strong>s vi<strong>de</strong>ográficas actuales por no respon<strong>de</strong>ra criterios <strong>de</strong> banalidad, lo que ciertamente sería cuestionablea <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> muchos productos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ologías fascistas y comunistas.Sobre <strong>la</strong> estetización <strong>de</strong> <strong>la</strong> política como estrategia propia<strong>de</strong>l fascismo es algo sobre lo que ya escribió WalterBenjamin en su día y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> perspectiva actualcabría analizar con renovado interés. En todas <strong>la</strong>s campañaselectorales recientes vemos cómo <strong>la</strong> propaganda<strong>de</strong> muy distintas facciones políticas se pliega cada vezcon más fuerza a <strong>de</strong>terminados criterios estéticos, conprofusión <strong>de</strong> recursos plásticos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> muy diversosreferentes y aplicados a los diferentes discursospolitico-partidistas. Si, como el propio Benjamin <strong>de</strong>cía,estas estrategias fascistas contribuyen a <strong>la</strong> conversión<strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad en espectáculo <strong>de</strong> sí misma, bien podríamoscomenzar a seña<strong>la</strong>r en qué punto <strong>de</strong>l camino nosencontramos, a riesgo <strong>de</strong> ser aso<strong>la</strong>dos por <strong>la</strong> evi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> una c<strong>la</strong>udicación. Si <strong>la</strong> <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocráticoha <strong>de</strong>venido estetización <strong>de</strong> <strong>la</strong> política, no es<strong>de</strong> extrañar que el propio Alfa <strong>de</strong>tecte el creciente procesohacia una <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong>l fascismo.