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Opinión¿QUIÉN RESOLVERÁLOS PROBLEMAS DELPUEBLO MEXICANO?Abel Pérez Za m o r a n oaperezz@taurus.chapingo.mxEn medio de una gravecrisis económicay social, México seencamina a <strong>la</strong>s eleccionespresidencialesy del Congreso, y,como cada seis años, los partidospresentan a sus candidatos comosuma y síntesis de todas <strong>la</strong>s virtudeshumanamente esperables enun político, que le adornan y hacenidóneo para encabezar al país.Deberemos elegir cuidadosamentea quien nos gobernará durantelos próximos seis años, y a quienesharán <strong>la</strong>s leyes, pero con plenaconciencia de que una ma<strong>la</strong> decisióntendrá un costo, como el quehemos pagado durante los últimos12 años, luego de habernos dejadoembaucar por “salvadores” queofrecieron el cambio y terminaronhundiendo al país en <strong>la</strong> barbarie.Hoy, de nuevo, empieza <strong>la</strong> bataho<strong>la</strong>electoral, y los partidos proc<strong>la</strong>manque <strong>la</strong> solución a los gravesproblemas nacionales encarna en<strong>la</strong>s personas de sus candidatos,presentado cada uno como el nonplus ultra de <strong>la</strong> honestidad, <strong>la</strong> inteligencia,“el espíritu amoroso”,y bajo cuya sabia conducción elnuestro será un mundo feliz. Y elpueblo, otra vez, habrá de elegirentre alguno de ellos, con <strong>la</strong> esperanzade que lo redima. Éste es ell<strong>la</strong>mado mesianismo político, extrapo<strong>la</strong>dode <strong>la</strong> religión a lo mundano,y que consiste en esperar unredentor, en este caso, un políticoque con sus cualidades personalesmejore <strong>la</strong> suerte de todos; conqueno queda más que esperar que,ahora sí, este Presidente sea “elbueno”.En esta perspectiva, <strong>la</strong> queguía al actual partido en el poder,<strong>la</strong> sociedad es punto menos quenada: un cero a <strong>la</strong> izquierda, unamasa gris y amorfa, constituidapor un pueblo al que los señoresdel Olimpo desprecian, calificándolode ignorante, flojo, borrachoy tramposo, incapaz ya nodigamos de cambiar al país, sinoincluso de imaginar el cambio;más bien, un estorbo para esa tareaque, por destino, correspondesólo a los próceres, emanados,obviamente, de <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses altas; yahí están para realizar tan magnatarea los cultos, los exquisitosde <strong>la</strong> política, <strong>la</strong> academia y <strong>la</strong>sartes y los conductores de noticieros:ellos y so<strong>la</strong>mente ellospueden hacer el cambio. El pueblo,<strong>la</strong> vulgaridad personificada,nada puede hacer, como no sea ira votar para elegir a quien lo va amandar durante los años venideros.¡Oh Nietzsche, qué bril<strong>la</strong>ntesdiscípulos tienes en este <strong>la</strong>dodel mundo!Guiados por esta concepción,los dueños del poder se aplicancon todo para secuestrar <strong>la</strong> democraciay marginar a <strong>la</strong> sociedad.Fomentan <strong>la</strong> apatía hacia <strong>la</strong> política,convirtiéndo<strong>la</strong> en sinónimo decorrupción, e incapacitan al pueblopara decidir, negándole unaverdadera educación; mediante <strong>la</strong>l<strong>la</strong>mada “partidocracia” han establecidouna democracia electoreraque excluye al pueblo de <strong>la</strong> toma dedecisiones, dejándole sólo el papelde comparsa, de vil decoración,que adorna y legitima los manejosde los ricos para contro<strong>la</strong>r el poder.Se ha trocado a <strong>la</strong> democraciaen utopía, en absurdo, pues por susignificado es el gobierno del puebloen favor del pueblo, pero a éstese le relega de <strong>la</strong> política, convirtiendoa <strong>la</strong> democracia en un entehueco, puramente retórico, que, simucho, permite al pueblo votar,para después expulsarlo del paraíso,por molesto.Para ello se ha estigmatizado a<strong>la</strong> organización social, convirtiéndo<strong>la</strong>en delito: recuérdese <strong>la</strong> machaconafrasecita de Vicente Foxal llegar a <strong>la</strong> Presidencia, cuandoun día sí y otro también tronaba,cual Zeus olímpico, diciendo queél no trataría con organizaciones,sino sólo con individuos. Y lomismo repetían a coro gobernadoresy presidentes municipales,aún del más atrasado municipiorural; <strong>la</strong> fobia y el odio al puebloorganizado quedaron convertidosen slogan de gobierno. Peroademás de satanizar a <strong>la</strong> organizaciónsocial, se ha perseguido <strong>la</strong>movilización popu<strong>la</strong>r, hostilizándo<strong>la</strong>desde <strong>la</strong> televisión, los diariosy <strong>la</strong> radio, dec<strong>la</strong>rando delitoel ejercicio de ese derecho constitucional,y acusando de “chantajistas”,sucios y ruidosos a quienesse atreven a alzar <strong>la</strong> voz yexigir sus derechos; a sus líderesse les califica de manipu<strong>la</strong>dores,“vividores” y otras lindezas. Alpueblo nunca se le consulta en <strong>la</strong>toma de <strong>la</strong>s grandes decisiones,como sí ocurre en otros países,sobre todo en Europa; más biense fomentan <strong>la</strong> apatía y el abstencionismo,<strong>la</strong> falta de interésen los asuntos públicos, con elc<strong>la</strong>ro propósito de retener paralos poderosos el monopolio de <strong>la</strong>política, sin el contrapeso y <strong>la</strong> vigi<strong>la</strong>nciadel pueblo.Pero nuestra experiencia históricadice que éste puede y sabegobernar; que cuando ha tomadoel poder ha hecho <strong>la</strong>s cosas bien,y que ha realizado los grandescambios que marcan <strong>la</strong> historiade México y del mundo entero.El pueblo, guiado por don MiguelHidalgo expulsó a los españoles yconquistó algo de independencia;con <strong>la</strong> fuerza del pueblo, y encarnandosu sentir, Benito Juárez, elpresidente más grande que ha tenidoMéxico, y entraña misma denuestras razas indígenas, ganó <strong>la</strong>Guerra de Reforma contra el conservadurismo,expulsó luego a losfranceses y derrumbó el efímero“imperio” de Maximiliano de Habsburgo.El General Lázaro Cárdenas,parte del pueblo, llegó al podercon su apoyo, y con él realizó<strong>la</strong> expropiación petrolera, fundóel Instituto Politécnico Nacional,realizó el más grande reparto detierras y fomentó <strong>la</strong> educación rura<strong>la</strong> una esca<strong>la</strong> nunca antes vista.En <strong>la</strong> actualidad, Brasil es no sólo<strong>la</strong> economía más grande de <strong>la</strong> región,sino <strong>la</strong> más dinámica y conresonantes éxitos en desarrollosocial y económico, y esta proezano es obra de <strong>la</strong>s élites, sino de unpartido y un gobierno popu<strong>la</strong>r, elde Lu<strong>la</strong> da Silva, obrero metalúrgicoelegido dos veces a <strong>la</strong> Presidencia.Importa, pues, elegir a un buenPresidente, pero no para depositaren él todas <strong>la</strong>s expectativasde progreso. El verdadero reto esnombrar un gobernante que facilite<strong>la</strong> organización del pueblo, y lepermita rec<strong>la</strong>mar su derecho a unavida mejor; c<strong>la</strong>ro que para ello elpueblo debe adquirir conciencia,<strong>la</strong> fuerza de su unidad, <strong>la</strong> disciplinanecesaria y seguridad en símismo; necesita dejar de sentirseinferior e incapaz, y revivir el orgullode su pasado, como inspiraciónpara construir el futuro. Poreso, en <strong>la</strong>s próximas elecciones elreto no es encontrar quién nos salve,sino quién haga menos difícily penosa, e idealmente apoye, <strong>la</strong>acción reivindicadora, que sólo alpueblo corresponde.Opinión16 de abril de 2012 www.buzos.com.mxwww.buzos.com.mx16 de abril de 2012