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Columnawww.twitter.com/mariocamposMEDIUS OPERANDIMa r i o A. Ca m p o sLos (tramposos) periodistasquieren decirnos por quién votar”,“obvio, quieres que gane Peña porque trabajasen Televisa”, “ya sabía que me ibas“Ustedesa contestar eso, es lo mismo que dicen todos losperiodistas”, “claro, eso piensas porque eres partede la nomenklatura” (Sic). Frases como ésas recibocon cierta frecuencia, en intercambios tuiteros o conpersonas que difieren con algún texto o mensaje. Yaunque siempre he sido partidario de la crítica y laretroalimentación debo confesar que me pone muyde malas recibir cualquier comentario que parte deque pertenezco a un gremio y que eso explica por quépienso como pienso.En otras palabras, reemplazar la conversación unoa uno por un imaginario debate entre un ciudadano ylos periodistas confabulados me ha parecido siempreuna sinrazón. “Pues cuántos ves”, quisiera responderen más de una ocasión, luego de voltear a mi alrededory comprobar que en efecto no hay nadie más conmigoy que lo que escribo no es un producto colectivosino una expresión individual. Pero más allá de misreacciones el fenómeno es interesante porque revelauna manera de entender los medios.Para muchas personas el ejercicio del periodismoincluye una especie de afiliación gremial. Una credencialque identifica que quienes escribimos o hablamosen radio o televisión tenemos un pensamientocomún. Y si bien es cierto que el ejercicio mismoimplica prácticas compartidas: seleccionar y jerarquizarinformación, analizar la actualidad, trabajar conformatos de comunicación específicos, etcétera. Laidentificación profesional no va más allá.No hay, por ejemplo, cónclaves de periodistas paradecidir cómo manipular a la opinión pública. Tampocoreuniones secretas para determinar qué partes dela realidad se pueden contar y cuáles debemos ocultar.Hay, claro, criterios editoriales en cada medio decomunicación y ciertas visiones compartidas entrealgunos colegas. No obstante asumir, por ejemplo,que todo aquél que labore en Televisa es peñista porconvicción o interés es una tontería, como lo es suponerque todos los que trabajan en La Jornada votaránen automático por Andrés Manuel López Obrador.La realidad siempre es más compleja y los perio-distas son personas, complejas como cualquiera, másallá del medio en el que participen. Que por lo demásen los tiempos recientes lo común es colaborar en variasempresas, con líneas editoriales distintas, lo quehace aún más inútil ese proceso de etiquetado.Pero la percepción existe y en buena medida esculpa de quienes laboramos en los propios medios decomunicación. Por un lado, porque durante muchosaños se percibió a los medios como actores más cercanosal poder que a los propios lectores, radioescuchasy televidentes. Por el otro, porque somos cajas negrasque no explicamos ni compartimos con los públicoscómo se hace el trabajo periodístico, con qué criteriosse procesa la información y cómo se decide qué publicary cómo publicar.Porque como ya he señalado antes en este espacio,al gremio en general le gusta más pedir cuentas querendirlas, de ahí que apenas se esté volviendo unasana costumbre el diálogo con las audiencias para explicarnuestro trabajo.El tema es importante porque pone sobre la mesauno de los desafíos más importantes de nuestro momento:la necesidad de construir una cultura críticadel consumo de la información, con bases no con especulaciones,y una nueva relación entre los usuariosde los medios y sus constructores. De tal forma quesalgamos de los lugares comunes, que cada periodistase haga cargo de su trabajo y que el público sea máspuntual en sus señalamientos para que el periodismorealmente pueda mejorar y servir mejor.San Millán de la Cogolla y el primertrazo de la lengua españolaEl español es la cuarta lengua más usada –conmás 325 millones de hablantes–, y la terceracon más Estados hispanoparlantes (20). Lalengua más hablada es el mandarín o chino, concasi 800 millones; lo sigue el inglés, con más de490 millones, y el hindi, con 360 millones. El ingléses utilizado en 50 naciones, y el francés, en 27. Laamplia difusión del inglés, el francés y el españolen el mundo –los dos primeros se hablan hoy enEuropa, África, América y Asia– se debe al pasadoy presente imperialista de sus naciones de origen;asimismo, a la estrecha relación económica e ideológica(religiosa) que las lenguas tienen con las culturasvigentes.En México el español es lengua madre de másdel 90 por ciento de los habitantes, y comparte territorio,usos y culturas con cerca de 10 millonesde personas que hablan 81 lenguas y 242 dialectosde origen prehispánico. El español mexicano tienemás de 12 variantes tonales y es claramente comprensiblepara la mayoría de los habitantes de larepública.El primer registro escrito de la lengua castellana(español), según el escritor Dámaso Alonso (De lossiglos oscuro al de oro, Madrid, Círculo Internacionaldel Libro, 1964), ha sido detectado en un breve textodescubierto en San Millán de la Cogolla, España.Se trata de una oración religiosa del siglo X creadapara invocar a Jesucristo. En este poema cadauna de sus palabras, cláusulas y frases, así como suorden lógico y sonoridad, son claramente discerniblescon respecto a otras lenguas de origen latino(gallego, portugués, catalán, francés o italiano). Eltexto dice: Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo,Don Salvador, señor que está en el honor y señor quetiene el mando con el Padre, con el Espíritu Santo, enlos siglos de los siglos. Háganos Dios omnipotente hacertal servicio que delante de su faz gozosos seamos.Amén. Esta oración antecedió por más de un siglo alPoema de mío Cid (1140), y por más de 600 años a ElEstorias vrebesÁn g e l Tr e joingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguelde Cervantes Saavedra, donde el castellano de1605 es el mismo que hoy hablamos y escribimos.El texto más antiguo en francés es anterior a laoración de San Millán de la Cogolla. Se trata, diceDámaso Alonso en el libro citado, de una cartaen la que dos nietos del emperador Carlomagno–Luis el Germánico y Carlos el Calvo– conciertanun tratado de alianza contra un hermano suyo,quien también era nieto del fundador de las principalesdinastías reales de la Europa medieval. Eldocumento, datado en 842 en Estrasburgo, esjurado en germánico por el primero y en francéspor el segundo. De fecha posterior (940) y quizáscontemporáneo del texto español, el primer textoen toscano o italiano fue registrado en Capúa.Se trata de un acuerdo de traslación de una propiedadraíz entre el abad de Montecasino y un talRodelgrimo. El acuerdo comercial está testificadopor un juez y suscrito o jurado en italiano por losdos contratantes.El primer texto en prosa española fue escrito enel año 1050, consta de 62 páginas, se titula El collarde la paloma y su autor fue el escritor árabe españolAbu Muhammad ibn Hazm (Córdoba, 994 - Huelva,1064). Es un tratado sobre el amor y los amantes,en el que las palabras utilizadas, la sintaxis yla prosodia exploran con nitidez el idioma que hoydomina en poco más de la mitad de la poblacióndel continente americano, incluidos los hispanoparlantesde origen latinoamericano que habitanen centenares de ciudades de Estados Unidos. Laprevalencia internacional de la lengua castellana–que crece en vez de disminuir– evidencia que nosólo el poderío económico forja y expande identidades,sino que la cultura es también un elementobásico o primigenio para la conservación y defensade éstas y sus nacionalidades. La patria y la matriade cualquier persona subyace básicamente en lalengua que habla.16 de abril de 2012 www.buzos.com.mxwww.buzos.com.mx16 de abril de 2012