Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
130<br />
Y ya no salía de la cama y aunque seguía comiendo,<br />
no sentía nada. Y aun haciendo fuera una temperatura de<br />
cuarenta grados centígrados tenía frío.<br />
Una tarde o una mañana, no lo recuerdo, empecé a oír<br />
voces, no sabía de dónde venían, tampoco conocía de quién<br />
eran aquellas voces, no sabía si dormía o estaba despierto,<br />
pero hablaban de mí o eso creía yo, a veces pronunciaban<br />
mi nombre o simplemente reían, también lloraban y yo no<br />
lo podía soportar; llenaban mi cabeza con sus voces, me<br />
dolía, sentía tanta o más presión como cuando una persona<br />
se sumerge repentinamente en el agua para resurgir instantes<br />
después. Y nada me aliviaba, solo dormir.<br />
Pero esto no fue lo único que me hacía perder la<br />
razón… Los olores, primero unos pocos, luego muchos y no<br />
más tarde, cientos. Cuantos más sentía, más intensa era la<br />
sensación y, aunque al principio pudiera resultar agradable,<br />
aquello era cada vez más fuerte y más extraño porque todos<br />
esos olores empezaron a convertirse en uno.<br />
No me fue fácil de discernir y no podía ser lo que<br />
empecé a creer; era sangre, olor a sangre, dulce y amargo a la<br />
vez, terrible.<br />
Y mis tripas empezaron a sonar.<br />
Desde ese momento mi situación fue cada vez a peor.<br />
Cuando comía, ya no solo no me sabía a nada sino que comer<br />
era para mí innecesario, mi estómago continuaba igual de<br />
hambriento y rugía como un león comiera lo que comiera.<br />
No podía más.<br />
Quería salir corriendo, huir a cualquier parte, pero<br />
la última vez que había salido a la calle había sentido un<br />
dolor insoportable y estremecedor aunque yo tenía que<br />
probar, tenía que salir y espantar aquello que empezaba a<br />
creer que me pasaba.<br />
Era temprano, no creo que hiciera mucho rato que el<br />
sol acabase de salir, a esa hora no habría demasiada gente por