ContenidoPrólogo. Aurelio AlonsoAdvertenciaLa Constituyente <strong>de</strong> 1940 es una lección <strong>de</strong> madurez nacional.El período 1935-1940 en <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> CubaEntrevista con Berta Álvarez MartensLa continuidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> cultura cubana.Nacionalismo, literatura y vanguardiaEntrevista con Ricardo Luis Hernán<strong>de</strong>z OteroEl amor lo salva todo.Memoria y vivencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Universidad <strong>de</strong> La HabanaEntrevista con Delio Carreras CuevasRubén limpio <strong>de</strong> polvo y paja.La política y el intelectual en CubaEntrevista con Fernando Martínez HerediaLa institucionalidad republicana.Estado, nación y <strong>de</strong>mocraciaEntrevista con Julio A. CarrerasEl negro espacio <strong>de</strong>l negro.Raza y nación en CubaEntrevista con Tomás Fernán<strong>de</strong>z RobainaLa República al contado.Las seis primeras décadas <strong>de</strong> economía republicanaEntrevista con Oscar ZanettiLa imaginación contra <strong>la</strong> norma.Re<strong>de</strong>scubrimiento fantasioso, quién sabe si verda<strong>de</strong>ro,<strong>de</strong> <strong>Pablo</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Torriente</strong>Entrevista con Juan Or<strong>la</strong>ndo PérezAl terminar este <strong>libro</strong>,mis hijos estaban a punto <strong>de</strong> nacer.Para ellos, y para Lupe,estas y <strong>la</strong>s otras páginas que escriba.
PrólogoCuando me disponía a empezar estas líneas no pu<strong>de</strong> evitar <strong>la</strong> tentación <strong>de</strong> dispersarmeunos instantes, no pocos, preguntándome en qué consiste el verda<strong>de</strong>ro papel <strong>de</strong>lprologuista. A diferencia <strong>de</strong> un criterio con el cual me he tropezado a veces, quienprologa no se coloca para compartir, con su texto puramente introductorio y<strong>la</strong>udatorio, el mérito <strong>de</strong>l autor. Concepción parasitaria <strong>de</strong>l prólogo, le l<strong>la</strong>maría yo aesta. Un gesto obligado <strong>de</strong> lealtad a quien te escoge para abrir su obra radica en nocreerte acreedor <strong>de</strong> lo que solo al autor correspon<strong>de</strong>.Mucho menos le toca a quien prologa, por supuesto, el papel <strong>de</strong> <strong>la</strong> crítica, que no meparece legítima cuando alguien ha aceptado que otro nombre aparezca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>lperímetro <strong>de</strong> su obra. Ni tarea <strong>de</strong> autor ni <strong>de</strong> crítico, prologar se me antoja como unejercicio más mo<strong>de</strong>sto, que po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar como privilegio <strong>de</strong>l primer lector.Incluso si casi nunca los primeros lectores sean, en realidad, los prologuistas, sinootros por cuyas manos el manuscrito ha pasado y a quienes los autores suelenagra<strong>de</strong>cer opiniones.Pero si algún privilegio tiene <strong>la</strong> apreciación <strong>de</strong>l prologuista es el <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r trasmitiral lector potencial <strong>la</strong>s impresiones que en él <strong>de</strong>jó <strong>la</strong> lectura. Para el público, elprologuista es siempre el verda<strong>de</strong>ro primer lector. Así que <strong>la</strong> virtud <strong>de</strong> este género tienemucho que ver con <strong>la</strong> sinceridad y <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ridad, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> exigir un obligado recato.Pue<strong>de</strong> que este no resulte un buen comienzo, pero hecho está. Lo cierto es quequiero que, <strong>de</strong> alguna forma, quien se digne pasar <strong>la</strong> vista por estas líneas —ya queobviar los prólogos también es una costumbre difundida— sepa que misreconocimientos a La imaginación contra <strong>la</strong> norma no son retóricos, gratuitos, dictadospor un compromiso formal con el autor, sino que respon<strong>de</strong>n a lo que entiendo porprologar. Sépase ahora que no me puedo <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar inmune a <strong>la</strong> satisfacción que meprovoca un <strong>libro</strong> <strong>de</strong> este ta<strong>la</strong>nte y que espero que sus lectores, incluso los más críticos,sean capaces <strong>de</strong> compartir.No estamos ante un ensayo <strong>de</strong> historia sobre Cuba republicana, sino ante unacompi<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> entrevistas, experimento que combina <strong>la</strong>s <strong>de</strong>strezas <strong>de</strong>l periodista y <strong>la</strong>s<strong>de</strong>l historiador. A partir <strong>de</strong> una nómina selecta <strong>de</strong> estudiosos cubanos <strong>de</strong> prestigio, ycon una precisa visión <strong>de</strong> los objetivos, posibles y <strong>de</strong>seados, y pleno dominio <strong>de</strong>linstrumental coloquial, Julio César Guanche no <strong>de</strong>sempeña el papel <strong>de</strong> entrevistadorinocente. Introduce el tema <strong>de</strong> cada entrevista con los elementos que advierten sobre elterreno concreto en que estas se a<strong>de</strong>ntran. Sus preguntas, e<strong>la</strong>boradas con mucho rigory sin remilgos ni temores, <strong>de</strong>safían <strong>la</strong> imaginación y el saber <strong>de</strong>l entrevistado, yadvierten al lector <strong>de</strong> los vericuetos en que se moverá el discurso. De modo que lostestimonios van dando al conjunto una configuración articu<strong>la</strong>da que se <strong>de</strong>sve<strong>la</strong> tras <strong>de</strong>lmarcado aire <strong>de</strong> espontaneidad propio <strong>de</strong> <strong>la</strong> entrevista.La imagen que resulta no retiene una impronta autoral uniforme. Pue<strong>de</strong>n darse y <strong>de</strong>hecho se dan proyecciones distintas. El buen observador no pasará por alto <strong>la</strong>s aristaspolémicas. Los temas atinentes a <strong>la</strong> República no quedan agotados, están lejos <strong>de</strong>agotarse. Al autor ni siquiera se le ocurre <strong>la</strong> ingenuidad <strong>de</strong> aspirar a ello, ni explícitani implícitamente. El mérito mayor <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra es el <strong>de</strong> abrir caminos. Aun a través <strong>de</strong> suheterogeneidad y hasta <strong>de</strong> sus ausencias, <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s que nos podrían saltar a <strong>la</strong> vistapara hacernos exc<strong>la</strong>mar: «Pero si no se ha hab<strong>la</strong>do <strong>de</strong>...», se construye impecable <strong>la</strong>dimensión <strong>de</strong> una aproximación integral y novedosa al gran tema <strong>de</strong> <strong>la</strong> República.
- Page 6 and 7: ¿La República? ¿Cuál República
- Page 8 and 9: AdvertenciaPara designar el régime
- Page 10 and 11: Fracasaron los intentos organizativ
- Page 12: El curso reformista¿Qué rasgos se
- Page 15 and 16: Guiteras derogó la Enmienda Platt
- Page 17 and 18: efrendó la Constitución. Esas pos
- Page 19 and 20: Cuando Batista entregó el poder co
- Page 21 and 22: nosotros hasta esa fecha, y se pudo
- Page 23 and 24: Afrocubanos después de 1937, con s
- Page 25 and 26: esos encuentros alguien propuso con
- Page 27 and 28: Universidad Popular José Martí. N
- Page 29 and 30: hacía, eran una forma de rebeldía
- Page 31 and 32: escritores, e iba a tener una revis
- Page 33 and 34: espondió, con su ritmo agitado de
- Page 35 and 36: ¿Qué cambios introduce en la Univ
- Page 37 and 38: estuvieron en la Universidad. Lo qu
- Page 39 and 40: ¿Cuáles eran los principales siti
- Page 41 and 42: ayuda. La FEU ha estado con nosotro
- Page 43 and 44: momento la estrategia de la IC era
- Page 45 and 46: asesinato. Cuatro años después de
- Page 47 and 48: encomiendan a la Madre América. No
- Page 49 and 50: ecordar que Haya también tuvo su f
- Page 51 and 52: primera vez aparece una generación
- Page 53 and 54:
1Robert Whitney, «Observaciones so
- Page 55 and 56:
Sí señor. Pesaba más la idea de
- Page 57 and 58:
mucha trascendencia ahora, pero ent
- Page 59 and 60:
marcha atrás fue enorme, y se hizo
- Page 61 and 62:
Hubo etapas. Batista tomó el poder
- Page 63 and 64:
El hospital tenía un inconveniente
- Page 65 and 66:
Más allá de amenazar con quebrar
- Page 67 and 68:
inmediata de aquellos que habían p
- Page 69 and 70:
La politiquería también era utili
- Page 71 and 72:
La denominación de la masacre de 1
- Page 73 and 74:
cuando la revolución antimachadist
- Page 75 and 76:
nuestra diversidad, y como en los q
- Page 77 and 78:
fábricas —la guerra fue, en este
- Page 79 and 80:
y crece de manera muy notable la ci
- Page 81 and 82:
necesario ir a la búsqueda de solu
- Page 83 and 84:
al calor de la Segunda Guerra Mundi
- Page 85 and 86:
En los países capitalistas, por ot
- Page 87 and 88:
«revisionismo marxista» si eran m
- Page 89 and 90:
Ejército británico, que desertó
- Page 91 and 92:
en el linaje de Pablo de la Torrien
- Page 93 and 94:
con distinta intención, los han ro
- Page 95 and 96:
muy joven, tal vez de unos veintioc
- Page 97 and 98:
está en sus defectos y no en sus m
- Page 99 and 100:
quien le conociera dejara de sentir
- Page 101 and 102:
No sería el único. Durante los tr
- Page 103 and 104:
para sus enemigos. ¿Podría explic
- Page 105 and 106:
Teté Casuso le diría a Pablo que
- Page 107 and 108:
disciplina de inventar todos los d