13.07.2015 Views

leer-una-muestra-de-aevum

leer-una-muestra-de-aevum

leer-una-muestra-de-aevum

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

AEVUM – ©Lena BlauElla había heredado la mansión, pero el próspero negocio familiar que había hecho quesus padres vivieran a lo gran<strong>de</strong> no sobrevivió a la llegada <strong>de</strong> la feroz competencia <strong>de</strong> lasmultinacionales. Mi abuela, tan bohemia e intelectual, trabajó sin <strong>de</strong>scanso en la galería <strong>de</strong> arte queregentaba. Fue así como evitó per<strong>de</strong>r esa casa que tanto quería y dio <strong>una</strong> educación a sus dos hijos.Mi padre comenzó su resi<strong>de</strong>ncia médica en un prestigioso hospital <strong>de</strong> la ciudad y mi tía Lily, trasacabar su licenciatura en Bellas Artes, comenzó a trabajar con mi abuela en la galería. No es <strong>de</strong>extrañar que mi madre hiciera tan buenas migas con su cuñada nada más conocerla: ambas sehabían <strong>de</strong>jado seducir por el arte, aunque en lados opuestos. Una era creadora; la otra <strong>una</strong> expertaen <strong>de</strong>tectar buenas obras. Eso hizo que se complementaran a la perfección. Todavía hoy, aunquehace muchos años que no se ven, siguen manteniendo interminables charlas telefónicas y seescriben largos e-mails constantemente.Mi madre fue muy feliz en Nueva Orleans. Pero cuando mi padre murió repentinamenteen un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> coche, <strong>de</strong>cidió regresar con su familia a España. Nos fuimos cuando yo acababa<strong>de</strong> cumplir cinco años. Apenas recuerdo lo sucedido. Lo único que permanece en mi memoria es laimagen borrosa <strong>de</strong> un oficial <strong>de</strong> policía hablando con mi madre en el porche <strong>de</strong> nuestra casa y <strong>una</strong>slágrimas... Las lágrimas <strong>de</strong>sconsoladas <strong>de</strong> <strong>una</strong> mujer que no pue<strong>de</strong> creer lo que le están diciendo.El suceso fue extraño. El coche <strong>de</strong> mi padre se precipitó por un puente <strong>de</strong> la autopista I-10 a las tierras pantanosas que existen en esa húmeda zona <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Luisiana. Nunca encontraronsu cuerpo ni el <strong>de</strong> sus dos colegas <strong>de</strong>l hospital que iban con él en el coche. Se habían esfumado, nose sabe ni cómo ni por qué. La policía dudaba seriamente que hubiera sobrevivido ninguno <strong>de</strong>ellos, ya que el vehículo se hallaba absolutamente <strong>de</strong>strozado. En los periódicos se habíaespeculado con innumerables teorías, a cada cual más inverosímil y grotesca. Unos apuntaban aque los caimanes los habían <strong>de</strong>vorado. Otros <strong>de</strong>cían que los habían secuestrado, y los mássupersticiosos apuntaban a que se <strong>de</strong>bía a alg<strong>una</strong> maldición <strong>de</strong> vudú que se había llevado suscuerpos para que nunca <strong>de</strong>scansaran en paz.Mi madre no pudo soportar la presión mediática y, tras meses <strong>de</strong> <strong>una</strong> agónica e inútilespera a que la policía encontrara los cuerpos, <strong>de</strong>cidió <strong>de</strong>jar la ciudad que tanto quería y regresó aMadrid en un intento <strong>de</strong> volver a empezar <strong>de</strong> cero en un lugar don<strong>de</strong> no se hablara <strong>de</strong> ese tema.Después <strong>de</strong> aquello, jamás regresó a Nueva Orleans.Pero yo sí quise hacerlo. De hecho, durante mi infancia y adolescencia cruzaba elAtlántico cada verano. En cuanto terminaba el curso escolar, mi madre me metía en un avión y yopasaba dos meses <strong>de</strong> ensueño en aquella preciosa casa junto a mi abuela, mi tía Lily y mi primaJenna.Como veis, somos un clan <strong>de</strong> mujeres. Parece que en nuestra familia los hombres tenganalgún tipo <strong>de</strong> maldición. Mi abuelo murió joven, mi padre también, y el marido <strong>de</strong> mi tía Lily la5

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!