Lancet - International Confederation of Midwives
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Serie<br />
Cuando una pareja discontinúa la anticoncepción por<br />
razones relacionadas con el método, es imprescindible<br />
cambiar rápidamente a uno nuevo para impedir un<br />
embarazo no deseado. Aunque alrededor de 60% de las<br />
personas adoptan otro tipo de anticoncepción dentro de<br />
los tres meses siguientes, 85 la opción de alternativas es a<br />
veces limitada, y el acceso restringido o la falta de<br />
familiaridad con otros métodos (por parte tanto del<br />
usuario como del proveedor) puede retrasar el inicio de<br />
un nuevo método, aumentando de esa manera el riesgo<br />
de un embarazo no intencionado. Ésta es la causa de 71%<br />
de dichos nacimientos en 14 países en desarrollo. 93<br />
Está claro que todos los métodos anticonceptivos<br />
pueden reducir los embarazos no planeados, pero gran<br />
parte del potencial no ha sido realizado. La realización de<br />
dichas posibilidades puede lograrse aumentando la<br />
prevalencia del uso de cualquier método anticonceptivo<br />
(incluso los menos efectivos); estimulando el cambio de<br />
los menos efectivos por los más efectivos; fomentando la<br />
continuidad de todos los métodos reversibles; impulsando<br />
la adhesión a métodos que dependen de la adhesión para<br />
su efectividad; o una combinación de todos éstos. Con el<br />
objetivo de aumentar la prevalencia del uso de cualquier<br />
método anticonceptivo y la adopción de uno alternativo<br />
luego de la interrupción anticonceptiva, deberá haber<br />
disponibilidad de una amplia gama de métodos. El hecho<br />
de agregar un método nuevo a un programa de<br />
planificación familiar suele atraer nuevos usuarios y<br />
aumentar la frecuencia del uso en general. 94 Sin embargo,<br />
el ideal de disponer de un abanico completo de métodos<br />
está inevitablemente limitado por los costos, la formación<br />
del personal y las consideraciones logísticas. Intentar<br />
promover todos los métodos es innecesario y<br />
probablemente contraproducente.<br />
En términos de la relación costo-efectividad de los<br />
embarazos evitados, la esterilización y los dispositivos<br />
intrauterinos son los mejores; además con ellos también<br />
se vuelve irrelevante la necesidad de fomentar la adhesión<br />
al método. 95<br />
Sin embargo, la promoción de estos enfoques en el<br />
pasado ha llevado sin duda a presiones coercitivas en<br />
India, China y Vietnam. Además, donde es más prioritario<br />
fomentar la prevalencia es en África, donde la<br />
esterilización no es demasiado apropiada ya que el<br />
intervalo entre nacimientos se valora por encima de<br />
limitar el tamaño de la familia. En algunos países<br />
africanos, la anticoncepción inyectable tiene gran<br />
aceptación y la píldora es de uso corriente. La promoción<br />
de estos métodos, junto con condones para las personas<br />
solteras, por medio de servicios de acceso fácil y confiable,<br />
puede ser la mejor oportunidad para lograr el éxito.<br />
Es difícil aumentar las tasas de adhesión y continuidad;<br />
a este respecto la anticoncepción no es diferente de otras<br />
formas de medicación prolongada. 96,97 A veces, las<br />
intervenciones individuales para fomentar la adhesión y<br />
aumentar la continuidad sólo muestran un efecto<br />
mensurable pequeño. Es más, los poquísimos estudios<br />
que han durado lo suficiente para evaluar el efecto sobre<br />
las tasas de embarazo no han tenido resultados<br />
positivos. 98,99 Existen iniciativas multifactoriales<br />
complicadas para fomentar la adhesión al tratamiento<br />
pero requieren mano de obra intensiva, resultan costosas<br />
y no son sustentables. 95 Puede ser mucho más costoefectivo<br />
anticiparse al hecho de que muchas mujeres<br />
interrumpirán su método de anticoncepción, y entonces<br />
estimular el cambio rápido a un método alternativo, en<br />
lugar de tratar de mejorar la tasa de continuación.<br />
Hacer que los métodos sean accesibles<br />
y aceptables<br />
Los programas de planificación familiar han hecho uso<br />
de tres sistemas de distribución principales: centros de<br />
salud, puntos de venta comerciales y estrategias<br />
comunitarias. En muchos países, el acceso a los métodos<br />
de planificación familiar se restringió inicialmente a los<br />
centros de salud, bajo supervisión estricta de médicos,<br />
siguiendo criterios obsoletos de elegibilidad y otras<br />
limitaciones innecesarias—por ejemplo, autorización<br />
escrita del marido; comprobantes de estado civil, paridad<br />
o edad; falta de disposición a entregar más de uno o dos<br />
ciclos de píldoras; exceso de visitas posteriores; y la<br />
insistencia de que solamente a las mujeres que estuvieran<br />
menstruando se les permitiera comenzar el tratamiento. 100<br />
Muy pronto se hicieron patentes las limitaciones de este<br />
enfoque tan medicalizado. El éxito de muchos programas<br />
está estrechamente vinculado al desmantelamiento de<br />
las barreras administrativas y médicas que impiden un<br />
acceso rápido, conveniente y apropiado a los métodos.<br />
Las pautas internacionales han sido invalorables. 101 Las<br />
investigaciones han demostrado que el personal<br />
paramédico puede insertar dispositivos intrauterinos y<br />
proporcionar anticonceptivos inyectables con un buen<br />
nivel clínico, y que el personal no médico, luego de un<br />
corto período de entrenamiento, puede entregar píldoras<br />
y remitir a las mujeres a centros donde puedan obtener<br />
métodos clínicos. 102,103 Hay pruebas que también sugieren<br />
que la venta libre de píldoras sin receta médica es<br />
justificable. 104<br />
Sin embargo, los servicios <strong>of</strong>recidos desde los centros<br />
de salud (predominantemente del sector público)<br />
continúan siendo la columna vertebral de los sistemas<br />
de distribución en la mayoría de los países, en particular<br />
en aquéllos donde predominan los métodos quirúrgicos<br />
o clínicos. En la mayoría de las naciones en desarrollo,<br />
más de 80% de las esterilizaciones anticonceptivas,<br />
inserciones de dispositivos intrauterinos y administración<br />
de anticonceptivos inyectables se realizan en<br />
hospitales y centros de salud. Algunas agencias de<br />
planificación familiar asiáticas crearon sus propias redes<br />
exclusivas de centros de atención. A partir de la<br />
conferencia de El Cairo, hubo cambios hacia una mayor<br />
integración de los servicios y hacia la ampliación de la<br />
cobertura de las clínicas de planificación familiar para<br />
atender un espectro mayor de temas sexuales y<br />
80 <strong>Lancet</strong> 2006; 368: 1810–27