Los mejores hoteles 2014

Y los días vuelven demasiado pronto
Una ventaja de recolectar recuerdos de los
viajes, es que éstos ayudan a “volver” a esos
lugares. Ahora, imagina un espacio donde
aquellas memorias retornen diligentemente
y se encuentren por todos lados. Es por eso
que los detalles del mundo son una gran
aportación del bohemio ambulante, pues éste
propone situar los souvenirs de cada uno de
sus viajes como adornos, repartidos alrededor
de todo el espacio.
Aún así no volveremos a vagar La idea
de no volver a deambular, pone al bohemio
en apuros y hace que su cabeza comience
a llenarse de miles ideas. Es por eso que, al
estar dentro de su hogar, no puede evitar
reflejar inquietud; lo cual se hace evidente
con los muchos colores saturados y neutros
oscuros que utiliza. Los tonos más populares
son los rojos, anaranjados, azules, grises y
marrones. Su nostalgia lo lleva a elegir colores
que sean típicos de la naturaleza. El hombre
melancólico intenta alcanzar cierto balance
en su vida, es por eso que también utiliza los
tonos fríos en la mayoría del espacio, pues
éstos ayudan a lograr un equilibrio entre la
variedad de acentos y detalles que son parte
de su estilo. Aunque –hay que aceptar –,
nuca es sencillo desprenderse de esa tristeza;
de ahí que, a veces, agrega detalles como
una pared de acento color rojo o anaranjado
como contraste.
A la luz de la luna El estilo Boho Chic se
basa mucho en la cultura gitana y árabe,
mientras que éstas, a su vez, se relacionan
ampliamente con el misticismo, y no hay
mejor momento para practicarlo que bajo
la luz de la luna. El diseño bohemio usa
muchos textiles con varios estampados y
patrones llamativos de estilo árabe, indio y
nativo. A pesar de ser ecléctico, éste carácter
logra generar una simetría que te hace sentir
cómodo y ayuda a la creatividad.
Sí, el estilo bohemio impulsa mucho
a la creatividad y este artículo es
un primer ejemplo de lo que puede
llegar a suceder una vez inmersos en
ese mundo explorador.
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