AHK Edición Enero-Febrero 2016

ENFOQUE CORPORATIVO
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Durante los últimos meses estuve
participando de un trabajo de
campo muy interesante en varios
servicios de medicina del trabajo,
y pude escuchar a empleados que
se encuentran con licencia psiquiátrica
y a otros, con otro tipo
de licencia pero con una fuerte
carga de conflicto relacional, por
decirlo de cierta manera. A medida
que avanzaban las entrevistas
algo se repetía: todos o la abrumadora
mayoría estaban muy
comprometidos con su trabajo y
con querer hacer “las cosas bien”
y no encontraban ningún reconocimiento
o se vieron confrontados
con una situación fuerte de ninguneo
a pesar de su compromiso.
Muchos se descompensaron con
cuadros depresivos, otros ansiosos,
y otros incluso con síntomas
de fatiga crónica o burnout,
sintiéndose sin energía para hacer
ya más nada incluso caminar sin
la ayuda de un bastón. Las ideas
negras de suicidio aparecieron en
estas entrevistas y la idea de no
reconocerse respecto de quien
eran antes también. Imaginemos
una ecuación. Por un lado el esfuerzo,
y por otro lado el reconocimiento.
Si esa ecuación no funciona,
estamos en problemas. Y
era lo que pasaba en estos casos.
Para la mayoría de estos trabajadores
comprometidos la ecuación
compromiso - reconocimiento no
El reconocimiento
es un complejo
proceso que no
tiene que ver solo
con la recompensa
material, sino
también por el
registro de los demás
de la utilidad de
mi trabajo, y de un
trabajo bien hecho
incluso cuando
no se alcanzó el
resultado esperado.
No solo viene del
jefe, sino también de
los compañeros y de
los beneficiarios de
nuestro trabajo, sean
pacientes, alumnos
o clientes.
cierra, o ya no cerraba más. A partir
de ese momento, muchos se
encontraban ante la imposibilidad
de bajar el nivel de compromiso
por respeto a ciertos principios y
ante la falta de reconocimiento.
Es así que la situación se agravó.
Las historias individuales de cada
uno juegan y tienden a repetirse,
claro. Quienes se comprometieron
personalmente y tuvieron una
mala experiencia, tal vez asumieron
que es mejor no comprometerse
totalmente. Y aunque estar
en un trabajo haciendo poco y
nada también implica un costo
para la salud mental, y para las relaciones
con el entorno, ese costo
es menor que el de una descompensación
psicopatológica.
Reconocimiento es que te
registren, subjetivamente, que
te pregunten cómo estás y qué
necesitas para hacerlo mejor, que
te agradezcan, que te brinden
apoyo, margen de maniobra si
estás realmente comprometido.
La psicodinámica del reconocimiento
es una trama compleja
que cuando funciona no sólo nos
lleva a reforzar y dar sentido a
nuestro compromiso con nuestro
trabajo sino que también fortalece
el sentido de pertenencia
al colectivo y nos ayuda a creer
en nosotros mismos y de lo que
somos capaces de hacer.
PATRICIO NUSSHOLD
PSICÓLOGO DEL TRABAJO,
DOCENTE E INVESTIGADOR UBA Y
CNAM (FRANCIA), DIRECTOR
NUSSHOLDVOTA,
PATRICIO@NUSSHOLDVOTA.COM,
TWITTER: @PNUSSHOLD
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