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TRATAMIENTOS<br />
71<br />
COMBATIENDO HONGOS<br />
TIPS DE<br />
FUNGICIDAS por<br />
Dos especies de hongos, el oídio y la<br />
botritis, se encuentran entre los mayores<br />
enemigos del cannabis. Cualquiera<br />
de ellos ha acabado con más toneladas<br />
de cogollos que todas las policías anti<br />
narcóticos del planeta. Y no son los<br />
únicos hongos peligrosos, hay muchos<br />
más. En cuestión de plagas peligrosas,<br />
los hongos son los campeones. Los cultivadores<br />
procuran producir plantas perfectas<br />
y libres de plagas pero los planes<br />
no siempre se cumplen y con frecuencia<br />
aparecen los problemas. Cuando el problema<br />
es un hongo, la solución es un<br />
fungicida: los hay químicos, ecológicos,<br />
sistémicos, translaminares o de contacto.<br />
La lista es interminable.<br />
Los hongos están por todos sitios y sus esporas<br />
también. Hay que tener en cuenta que las<br />
esporas son diminutas, por lo general miden<br />
menos de 20 micras (0,02 mm) y los hongos<br />
producen millones de ellas. Como son tan<br />
pequeñas vuelan con facilidad arrastradas<br />
por la más mínima corriente de aire y están<br />
por todas partes. En exterior, siempre hay<br />
esporas presentes pero sólo germinan cuando<br />
las condiciones son adecuadas. Por tanto,<br />
la prevención de las plagas fúngicas debe ir<br />
encaminada principalmente a mantener unas<br />
condiciones poco favorables al crecimiento<br />
El oídio crece en la superficie, por eso es vulnerable a los fungicidas de contacto.<br />
José T. Gállego<br />
de los hongos, más que a intentar la labor<br />
casi imposible de mantener las plantas libres<br />
de esporas. Por muchas medidas preventivas<br />
que se tomen y aunque se practique la<br />
gestión integral de plagas combinando variedades<br />
naturalmente resistentes y prácticas<br />
agrícolas higiénicas no siempre se logra el<br />
control total de la enfermedad, por lo que el<br />
uso de fungicidas es, a menudo, necesario e<br />
inevitable.<br />
Frente a una infección de hongos los fungicidas<br />
se usan con tres fines distintos: controlar<br />
la enfermedad durante el desarrollo de la<br />
plantación evitando la muerte de la planta,<br />
aumentar la productividad del cultivo y<br />
mejorar su calidad combatiendo los daños<br />
causados por los hongos sobre las hojas y los<br />
cogollos, mantener la integridad de los cogollos<br />
durante el secado y el almacenamiento<br />
impidiendo su contaminación y degradación.<br />
Es decir, se trata de mantener la planta viva y<br />
produciendo para poder cosechar los cogollos<br />
pero en muchas ocasiones resultará imposible<br />
acabar completamente con la infección.<br />
El consumidor de cannabis no suele conformarse<br />
con un cogollo poco infectado por hongos,<br />
como es lógico, quiere cogollos completamente<br />
limpios de moho. Hay varios fungicidas<br />
con una alta efectividad que controlan bien la<br />
enfermedad, sobre todo si se emplean preventivamente,<br />
antes de que el ataque se establezca.<br />
Los fungicidas acaban con los hongos<br />
a través de distintos frentes: inactivan enzimas<br />
o proteínas esenciales para la supervivencia,<br />
impiden que produzcan energía, interfieren en<br />
su respiración, dañan las paredes celulares,<br />
etc. Es más fácil acabar con una plaga cuando<br />
se ataca por diversos frentes. De ese modo,<br />
aunque algunos individuos resistan el efecto<br />
de uno de los fungicidas, las probabilidades<br />
de que también sean resistentes al segundo<br />
son mucho menores. Combinando fungicidas<br />
de distintas familias y vías de acción aumenta<br />
la efectividad del tratamiento y se reducen las<br />
probabilidades de generar cepas resistentes.<br />
FUNGICIDAS DE CONTACTO<br />
Permanecen en la superficie de la planta y<br />
no son absorbidos por los tejidos. Funcionan<br />
más como preventivos que como curativos. Su<br />
efectividad está más asegurada pues es relativamente<br />
difícil que los hongos desarrollen<br />
resistencia a este tipo de fungicidas. Como<br />
quedan en la superficie es necesario aplicarlos<br />
repetidamente para mantener la protección.<br />
Los fungicidas de contacto protegen el tejido<br />
no infectado pero raramente son capaces de<br />
curar completamente las zonas ya infectadas,<br />
como mucho paran el desarrollo del hongo o<br />
ralentizan su propagación. Por esto es tan<br />
importante usarlos preventivamente, una vez<br />
que el hongo se establece se reduce mucho<br />
su efectividad.<br />
FUNGICIDAS SISTÉMICOS<br />
Las plantas los absorben y los transportan a<br />
los distintos tejidos. Algunos se aplican en el<br />
riego, se absorben por las raíces y se distribuyen<br />
por toda la planta, mientras que otros<br />
se aplican en pulverización, se absorben a<br />
través de las hojas y se movilizan dentro de<br />
los tejidos.<br />
Los fungicidas sistémicos suelen ser los<br />
únicos capaces de curar una infección ya<br />
establecida, pues penetran en los tejidos y<br />
atacan directamente al hongo rompiendo<br />
o afectando a alguna elemento esencial de<br />
su ciclo vital. Al mismo tiempo, debido a la<br />
especificidad de su mecanismo de acción<br />
este tipo de fungicidas son los que con mayor<br />
facilidad generan la aparición de resistencias<br />
en las plagas. Si un hongo muta y se salta el<br />
paso sobre el que actúa el fungicida consigue<br />
resistir su efecto y pasa esa propiedad a su<br />
descendencia. Hoy en día la resistencia es un<br />
gran problema, por eso se vuelve imprescindible<br />
diagnosticar bien el problema e identificar<br />
la especie con precisión para elegir el<br />
compuesto más efectivo contra ella.<br />
FUNGICIDAS TRANSLAMINARES<br />
Son una clase de fungicidas sistémicos en<br />
que los principios activos son capaces de<br />
desplazarse desde la cara superior de las<br />
hojas a la cara inferior, lo que permite fumigar<br />
las plantas sólo por arriba, pero obtener<br />
el efecto fungicida en las dos caras de las<br />
hojas.<br />
FUNGICIDAS RSA<br />
Esta nueva generación de compuestos afronta<br />
la lucha contra los hongos de un modo<br />
novedoso. Ya no atacan al hongo directamente<br />
sino que inducen a la planta a generar una<br />
respuesta defensiva que llaman Resistencia<br />
Sistémica Adquirida. Básicamente estimulan<br />
el propio sistema inmunológico de la planta<br />
para que se defienda mejor. Por ejemplo,<br />
fabricando paredes celulares más gruesas<br />
que los hongos no puedan penetrar o fitoalexinas,<br />
unos compuestos antimicrobianos<br />
que se acumulan en las plantas en ciertas<br />
situaciones y les ayudan a luchan contra los<br />
patógenos. Hay varios tipos de fungicidas<br />
RSA, unos basados en el ácido salicílico, otros