ISO-8859-1''CONSENSO%20resumen%20%20CON%20BIBLIOGRAF%CDA%20%20JUNIO%2017%20%20%5B1847999%5D
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Obesidad grado II: entre 35-40 kg/m2<br />
Obesidad grado III: por encima de 40 kg/m2 (antes conocida como obesidad<br />
mórbida, un término que cayó en desuso debido al estigma que conlleva).<br />
El IMC puede ser un buen instrumento poblacional, para evaluar el aumento de<br />
riesgo de otras enfermedades crónicas, pero a nivel individual, de consultorio,<br />
puede ser bastante deficiente (4,5,6,7,8,9). La “acumulación excesiva de grasa”,<br />
que figura en la definición, puede variar en dos individuos con el mismo IMC,<br />
tanto por composiciones corporales diferentes en porciento de grasa y músculo<br />
(ya que los individuos con bastante masa muscular pueden tener un IMC alto sin<br />
ningún aumento de grasa corporal) como por la propia distribución de la grasa,<br />
que puede tener patrones muy diferentes, con mayor concentración en la región<br />
visceral o subcutánea, por ejemplo. El IMC por sí solo tampoco determina con<br />
seguridad si existe un deterioro de la salud, como la definición plantea. Se sabe<br />
que el peso corporal compromete a los individuos de formas bastante diversas,<br />
con individuos casi sin sobrepeso presentando diversas comorbilidades clínicas<br />
y otros con obesidades más graves y con complicaciones mínimas o incluso<br />
nulas (10,11). Debido a esto, otras formas de clasificación y otras formas de<br />
evaluarlas fueron probadas, aunque hasta ahora ninguna haya reemplazado<br />
oficialmente al IMC (4).<br />
Es válido recordar que la clasificación clásica de sobrepeso y obesidad según el<br />
IMC tiene en cuenta los datos de poblaciones caucásicas. Se sabe que los<br />
asiáticos, por ejemplo, tienen riesgos de comorbilidades con IMCs más bajos y<br />
por lo tanto los puntos de corte también son más bajos (7,12). Pocos datos de<br />
literatura están disponibles con relación a los pueblos indígenas, muy presentes<br />
en América Latina, pero es más probable que la clasificación debiese ser más<br />
similar a la población asiática (7,13).<br />
Discutiremos los métodos para evaluar la composición corporal y posteriormente<br />
algunos otros criterios propuestos para clasificar al individuo obeso.<br />
Diagnóstico en niños y adolescentes<br />
En el caso de niños y adolescentes, el índice de masa corporal, que varía de una<br />
población a otra, se debe colocar en un gráfico, debido a la variación de la edad<br />
(4,5, 14). Lo ideal sería que cada país tuviese su gráfico validado estándar,<br />
basado en una población típica. Por desgracia, esto no siempre es posible y<br />
recomendamos el uso del gráfico de la OMS en la población latinoamericana, en<br />
lugar del gráfico de la CDC (15).<br />
La obesidad es definida cuando el niño o adolescente está por encima del<br />
percentil 95 del IMC, según edad y sexo, mientras que el sobrepeso, que<br />
conlleva riesgos adicionales, se fija por encima del percentil 85 (16).<br />
Evaluación<br />
Índice de Masa Corporal: Varios estudios realizados en las últimas décadas<br />
demuestran que el riesgo de enfermedades y de mortalidad está relacionada con<br />
el IMC, por lo general en una curva en U o Jota, con una menor morbilidad y<br />
mortalidad en el rango de peso considerado normal, y superior en los extremos,<br />
de bajo peso y obesidad (17, 18, 19). El Índice de Masa Corporal sigue siendo el<br />
método de diagnóstico utilizado en consensos para la elección de tratamiento<br />
farmacológico o tratamiento quirúrgico de la obesidad (4).<br />
Circunferencia abdominal: La circunferencia abdominal es una herramienta útil<br />
para estimar los riesgos de enfermedades crónicas (20, 21). La grasa profunda<br />
intraabdominal o visceral conlleva perjuicios mayores que la subcutánea, lo que<br />
ya ha sido demostrado hace décadas (22).<br />
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