05.02.2017 Views

1 Cincuenta de Grey

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Frunzo el ceño. ¿Por qué?<br />

—Tienes que confiar en mí —le digo.<br />

Me mira un instante y se relaja.<br />

—Touché, señorita Steele —me dice en tono tranquilo—. Acepto lo <strong>de</strong> la comida<br />

y lo <strong>de</strong> dormir.<br />

—¿Por qué no puedo mirarte?<br />

—Es cosa <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> sumisión. Te acostumbrarás.<br />

¿Seguro?<br />

—¿Por qué no puedo tocarte?<br />

—Porque no.<br />

Aprieta los labios con obstinación.<br />

—¿Es por la señora Robinson?<br />

Me mira con curiosidad.<br />

—¿Por qué lo piensas? —E inmediatamente lo entien<strong>de</strong>—. ¿Crees que me<br />

traumatizó?<br />

Asiento.<br />

—No, Anastasia, no es por ella. A<strong>de</strong>más, la señora Robinson no me aceptaría<br />

estas chorradas.<br />

Ah… pero yo sí tengo que aceptarlas. Pongo mala cara.<br />

—Entonces no tiene nada que ver con ella…<br />

—No. Y tampoco quiero que te toques.<br />

¿Qué? Ah, sí, la cláusula <strong>de</strong> que no puedo masturbarme.<br />

—Por curiosidad… ¿por qué?<br />

—Porque quiero para mí todo tu placer —me dice en tono ronco, aunque<br />

<strong>de</strong>cidido.<br />

No sé qué contestar. Por un lado, ahí está con su «Quiero mor<strong>de</strong>rte ese labio»;<br />

por el otro, es muy egoísta. Frunzo el ceño y pincho un trozo <strong>de</strong> bacalao intentando<br />

evaluar mentalmente qué me ha concedido. La comida y dormir. Va a tomárselo<br />

con calma, y aún no hemos hablado <strong>de</strong> los límites tolerables. Pero no estoy segura<br />

<strong>de</strong> que pueda afrontar ese tema con la comida en la mesa.<br />

—Te he dado muchas cosas en las que pensar, ¿verdad?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!