REVISTA MUNDO CORPORAL IMPRESIÓN 1
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con significado de orden religioso o de cualquier otro<br />
tipo, cuando el ser humano sufre deja de ser lúdico.<br />
No en todas las manifestaciones sociales existe la lúdica<br />
y para ser seres lúdicos tenemos que movernos, estar<br />
activos, pensar, imaginar, tratar que siempre el auto<br />
movimiento esté presente (Díaz Mejía, 2006, p. 12).<br />
El sistema cognitivo está involucrado con la lúdica a<br />
través de las emociones. Cuando se realiza actividad lúdica,<br />
por ejemplo, asistir a un estadio y cantar las canciones<br />
alusivas a nuestro equipo, cuando bailamos, estamos<br />
experimentando unas emociones de alegría, de<br />
furor, tristeza, inclusive de amor, lo que permite pensar<br />
que la lúdica no solo es una manifestación social, sino<br />
que también la lúdica es una pasión, un estilo de vida.<br />
Al llegar aquí, se abordará la experiencia construida<br />
como docentes en formación de la Licenciatura<br />
en Educación Física. Al respecto se visitó las<br />
instituciones educativas rurales Colegio Departamental<br />
Las Villas (Cogua- Cundinamarca),<br />
Escuela Normal Superior Gacheta (Tibirita). Además,<br />
las instituciones educativas urbanas, Colegio<br />
Bravo Páez e Instituto San Juan De Dios (Bogotá).<br />
Al respecto, la experiencia directa de las prácticas pedagógicas<br />
con las diferentes poblaciones donde se realizaron<br />
actividades de recreación: música, baile, deporte<br />
y juego nos permiten decir que: La experiencia lúdica<br />
entre niños y adultos no es igual, por ejemplo, en su significado<br />
e intención depende de la etapa de desarrollo y<br />
el nivel de madurez. El niño realiza las actividades por<br />
disfrute, en cambio, el adulto a pesar de que realice las<br />
actividades correctamente y se divierte, siempre está<br />
pensando en ganar, lo que convierte el juego en una com<br />
petencia, dejando lo lúdico en un segundo plano.<br />
Las prácticas lúdicas se evidencian en los diferentes<br />
espacios y cualquier persona puede estar inmerso<br />
en ellas. Son saludables pues pueden generar en<br />
la persona una capacidad, rendimiento y estado físico<br />
muy bueno; además dichas prácticas son una<br />
forma de distracción y entretenimiento que pueden<br />
ayudar a la persona a liberar el estrés o el mal<br />
genio, originado por algún otro aspecto de la vida.<br />
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El trabajo desarrollado con<br />
los niños les generó una<br />
serie de emociones: felicidad,<br />
diversión y aprendizaje,<br />
entonces, aquí de nuevo<br />
acotamos que pasó de ser<br />
una práctica pedagógica a<br />
una lúdica, aunque estas<br />
dos pueden ir de la mano.<br />
Aunque las actividades realizadas<br />
con los niños fueran<br />
iguales para las poblaciones<br />
rurales y urbanas, los<br />
resultados obtenidos no<br />
son los mismos, ni física<br />
ni lúdicamente. Esto obedece<br />
a que los contextos<br />
son diferentes. Los niños<br />
de la provincia, no tienen<br />
el mismo desarrollo físico ni emocional que los<br />
niños de la ciudad, sus expectativas son diferentes, es<br />
decir, aquí es evidente la relación desarrollo y cultura.<br />
La experiencia de trabajo con los niños de Bogotá,<br />
fue inmediatamente de felicidad, pues el primer pensamiento<br />
que tuvieron es que podían jugar, correr,<br />
etc. Sin embargo, cuando los niños evidencian actividades<br />
planeadas y direccionadas por los profesores,<br />
que no correspondían a poder correr o jugar,<br />
hizo que su actitud cambiara y se dispersara. Es decir,<br />
que para los niños la diversión no tiene que tener<br />
reglas y mostrar otras nuevas formas de mo-