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<strong>Junio</strong> <strong>2017</strong><br />
*/**/- * _ . / - _ . / - */**/- * _ _ piedra libre . / - * _ . _. /. / . / - / - * _ . / - *<br />
obra pública<br />
fines loables, dinero sucio<br />
Son imprescindibles para<br />
la comunidad: caminos,<br />
represas, viviendas, cloacas.<br />
Montados sobre esas urgencias,<br />
malos políticos y empresarios<br />
corruptos forman una mala yunta,<br />
que convirtió a los fines loables de esos<br />
proyectos, en robos planificados. Una<br />
auténtica “matriz de corrupción” que<br />
desmiente a las ideologías, y se volvió<br />
internacional.<br />
Se sabe: si un político quiere eternizarse<br />
en el poder -no a través de sus ideas,<br />
obvio- necesita mucho dinero. Dinero<br />
que se gasta en propagandas vistosas,<br />
globos multicolores, actos partidarios<br />
con figuras de primer nivel... Todo eso<br />
cuesta plata. Bishusha. Vento.<br />
Y desde ahí arranca la matriz de la<br />
corruptela. Cuando está en el llano el fin<br />
último de llegar al poder. Entonces, el<br />
candidato ya tiene “amigos” que aportan<br />
a la causa. “Amigos” que -luego que<br />
el susodicho llegue a gobernar un territorio-<br />
mandarán a sus empleados a retirar<br />
pliegos de licitaciones millonarias<br />
que casi seguro ganarán.<br />
Claro, estos políticos -los peores- fueron<br />
muy pero muy precavidos: en períodos<br />
anteriores ocuparon bancas de<br />
diputados/concejales/senadores, y<br />
decidieron “transparentar” el proceso<br />
de contrataciones del Estado. Para lo<br />
cual dictaron leyes que creaban organismos<br />
de control, cuya función sería<br />
“vigilar la legitimidad de los procesos<br />
licitatorios”. Una lección de cinismo<br />
explícito: cuando llegan a lo alto del<br />
poder, nombran al frente de esos<br />
organismos a personas de su extrema<br />
confianza, que harán cualquier cosa,<br />
menos “controlar”.<br />
O sea: todo con pelpas, todo legal. Pero<br />
trucho desde donde se lo mire, con<br />
gente prendida arriba y abajo del sistema<br />
corrupto, y con otros “amigos” -en<br />
la justicia- que les cuidan las espaldas<br />
por si a alguno de esta estructura tramposa<br />
se le da por buchonear.<br />
El “modelo” del curro es internacional,<br />
lo confirmó la confesión Odebrecht:<br />
Angola, Argentina, Brasil, Colombia,<br />
Ecuador, Estados Unidos, Guatemala,<br />
México, Mozambique, Panamá, Perú,<br />
República Dominicana y Venezuela, son<br />
los países en los que la empresa brasileña<br />
tenía obras, conseguidas gracias a la<br />
coima.<br />
Pero hay un pequeño problemita: una<br />
marcelo odebrecht, el delator.<br />
11<br />
vez llenados los bolsillos... ¿dónde poner<br />
la plata sucia? Los bufetes de abogados<br />
de Panamá pronto solucionaron la situación,<br />
inventando decenas de miles de<br />
empresas que lo único que hacen es...<br />
simular que existen. Los bancos en<br />
paraísos fiscales se encargan de lo primordial<br />
(bishusha). Sin ningún pudor,<br />
estos políticos, los peores (teóricamente<br />
representantes de la sociedad, incluso<br />
en sus valores éticos y morales) recorren<br />
la misma “ruta del dinero” que los narcos<br />
y la mafia...<br />
Y esta festichola hubiera seguido impunemente,<br />
de no haber sido por Marcelo,<br />
el hombre de la foto, que quién sabe<br />
por qué causa decidió dejar de coimear,<br />
y contarlo todo.<br />
En Argentina, el prototipo de los empresarios<br />
que se enriquecieron gracias a la<br />
obra pública es Lázaro Báez. Pero no es<br />
el único: como Lázaro lo fue de Néstor,<br />
hay otros que son “amigos” y hasta<br />
“hermanos” de los políticos más importantes<br />
del país (Nicky Caputo y Angelo<br />
Calcaterra lo son de Macri) , quienes no<br />
tienen el menor pudor en seguir haciendo<br />
“negocios” juntos. Un detalle muestra<br />
la magnitud del fenómeno: dos de<br />
los siete argentinos más ricos, son contratistas<br />
de obra pública (Paolo Rocca y<br />
Eduardo Eurnekian).<br />
Los episodios mugrosos en la construcción<br />
por cuenta y orden del Estado, se<br />
multiplican: están en el soterramiento<br />
del FFCC Sarmiento y la “quiebra” de la<br />
empresa que empezó la remodelación<br />
del centro comercial de Jonte, pasando<br />
por Bariloche (ver páginas centrales).<br />
En una República en serio, el Congreso<br />
ya estaría ocupándose de crear nuevas<br />
formas de contratación, para erradicar la<br />
corruptela. Sin embargo, ¿en qué andan<br />
los diputados y senadores?<br />
Ah, cierto: campaña electoral l<br />
Federico Arias