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PASE CANTANDO<br />
EN LAS CALLES : Marzo, 1978.<br />
En las calles nuestras,<br />
cuajadas de antenas que<br />
espinosamente hinchan el<br />
cielo para emponzoñarnos con<br />
telemanía amodorrante, ya pocos<br />
recuerdan el juego del florón.<br />
Este es un entretenido juego de<br />
gente que quiere pasar un buen<br />
rato, cantando, bailando, riendo,<br />
entreverándose para conocerse<br />
mejor.<br />
Es el juego que Panchito Moreira<br />
jugaba en Bahía de Caráquez,<br />
cuando en sus años mozos,<br />
recién comenzaba a mover la<br />
mano transmitiendo puntitos y<br />
rayas en clave MORSE para<br />
comunicarnos buenas y malas<br />
noticias.<br />
De ese tiempo acá, ya han<br />
corrido algunas lunas y ahora<br />
a Panchito solito le tiembla la<br />
mano, por experiencia y por<br />
edad y parece que al inscribir<br />
la candidatura para Alcalde de<br />
su aventajado co ideario Vicente<br />
Mendoza, se acordó del juego<br />
del Florón y le dijo “QUE PASE<br />
CANTANDO”.<br />
Vicente, ni corto ni perezoso, se<br />
vino con un montón de choferes<br />
y taxistas; en coro con fondeo<br />
de pitos, bocinas y cláxones, le<br />
cantó ruidosamente su condición<br />
de candidato populista a como<br />
dé lugar.<br />
Ante tan sensitiva canción, y sin<br />
tumbarle la mano ni la voz, el<br />
Presidente del Tribunal Electoral<br />
no pensó dos veces y le dijo,<br />
“QUE PASE CANTANDO” y<br />
supuestamente Vicente Mendoza,<br />
ya es alcalde de Portoviejo.<br />
Cosa que no estaría mal en<br />
otras circunstancias, porque<br />
Vicente Mendoza con Panchito<br />
han sido manufacturados en<br />
nuestras universidades y en vez<br />
de ostentar un cartón fácilmente<br />
conseguible, tienen el respeto<br />
y admiración de la ciudadanía<br />
por su valor confirmado en la<br />
Universidad de la vida, que<br />
es la que asistimos usted y yo<br />
callejero lector, sudando la gota<br />
gorda todos los días y dando<br />
exámenes a cada rato para<br />
mantenernos colgados de la<br />
pelotita de tierra en que vivimos.