Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA GUERRA<br />
EN LAS CALLES : Septiembre, 1980.<br />
En las calles nuestras, el que<br />
menos está pendiente de lo que<br />
pasa entre Irak e Irán.<br />
No tanto por lo que interese, por<br />
lo espeluznante de la pelea y sus<br />
repercusiones sino que lo vemos<br />
a cada rato en los diarios y la<br />
televisión.<br />
Y claro está, callejero lector, que<br />
a cada uno de nosotros se le<br />
pone la piel de gallina al darse<br />
cuenta de la horripilante manera<br />
como esa gente se mata. De<br />
golpe y porrazo perforado por<br />
una bala o una esquirla de metal.<br />
Fulminado por concusión de una<br />
explosión o achicharronado por<br />
su calor. Simplemente por un<br />
aplastón bajo los escombros.<br />
Lentamente desangrándose o<br />
muerto por miedo o por susto. O<br />
por recoger un vistoso juguete,<br />
las últimas novelerías bíblicas.<br />
Bombas antipersonales muy<br />
pequeñas, con detonación<br />
retardada que disfrazadas como<br />
juguetes o cosas comunes son<br />
lanzadas en grandes cantidades<br />
sobre las ciudades, no estallan<br />
al impacto, sino después cuando<br />
alguien la recoge.<br />
Muerte de mil maneras, pero<br />
muertes que a todos nos<br />
horrorizan.<br />
El holocausto de la guerra que<br />
TODOS detestamos.<br />
Horripilante hecho que desdice<br />
de nuestra condición humana.<br />
Y ya que cogió viada, siga usted<br />
solito de largo, lagrimero lector,<br />
pues yo aquí me descuelgo<br />
ya que todo eso es mentira.<br />
Mentira grandota de siete letras<br />
mentirosas.<br />
Pues la guerra, la pelea o ese<br />
litigio por la vida o la muerte<br />
comienzan desde el primer<br />
momento en que nacemos,<br />
cuando dejamos la seguridad y<br />
comodidad del vientre maternal<br />
para, berreando, lanzarnos a la<br />
inclemencia del mundo nuestro.<br />
Sigue cuando de niños jugamos<br />
a la guerra y con un simple palo<br />
por metralleta lo apuntamos y<br />
TATATATA.<br />
¡Ya estás muerto!, gritamos.<br />
Se adora la cosa, cuando a<br />
mano tenemos mil y un juguetes<br />
de plástico que detalladamente<br />
reproducen las armas reales.<br />
Y de jóvenes, por ley, tenemos<br />
que aprender a guerrear.<br />
Por alguna razón, nunca<br />
suficientemente explicada,<br />
entramos a los cuarteles<br />
y raspándonos el coco,<br />
comenzamos a ser soldados.<br />
Ya de grandes la cosa es<br />
completada. Casi que no hay<br />
nada en nuestra actividad diaria<br />
que no haya sido perfeccionado<br />
o que tenga alguna relación con<br />
la guerra.<br />
La hoja de afeitar con ese<br />
filo que dura tanto, la olla de<br />
aluminio que no se quema, la<br />
tela del blue jeans que resiste<br />
tanto, los plásticos y casi, casi<br />
todo lo que tenemos como<br />
materiales de uso diario han sido<br />
perfeccionado en las guerras.