SEPTIEMBRE N°13

espectáculos y hasta locutor con sus interpretaciones cantadas imponiendo
una modalidad muy particular. Y cautivaban los Raúl Berón; Floreal Ruiz; Roberto
Chanel; Enrique Campos; Roberto Ray; Francisco Fiorentino “fiore” para
el mundo tanguero; Alberto Marino, bautizado como la Voz de Oro del
Tango; el Polaco Roberto Goyeneche que hizo hablar a las consonantes y sedujo
con “”su decir”; el Uruguayo Julio Sosa – el varón del tango – que hizo
revivir al tango y atrapó a nuestros jóvenes en un momento en que la música
extranjera invadía todos los medios de comunicación; Alberto Podestá y
Juan Carlos Godoy – ambos se fueron de gira como se dice en la jerga tanguera
hace poco tiempo - rindiéndoles homenaje por todo lo que hicieron
por nuestro tango. Más acá, un cordobés racinguista que para muchos entendidos
después de Gardel, él, el negro Rubén Juarez. Y en estos últimos
tiempos, agradables y afinadas voces masculinas – Marcelo Tomasi; Esteban
Riera; Martín Alvarado; Hernán Castiello, entre muchos otros – mantienen
vivo al tango. Como también lo hacen gran cantidad de aficionados que nutren
las Peñas en las que se cultiva nuestro Tango. Y con el estribillo del tango
Apología del tango, de Francisco Brancatti, les digo hasta el próximo
número en que me referiré a las cantantes más destacadas y las que engalanan
nuestra música en la actualidad.
Tango que me hiciste mal
y que, sin embargo, quiero
porque sos el mensajero
del alma del arrabal;
no sé qué encanto fatal
tiene tu nota sentida,
que la mistonga guarida
del corazón se me ensancha,
como pidiéndole cancha
al dolor que hay en mi vida
Prof. Jorge Aurelio Alonso