SEPTIEMBRE N°13
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Cuando uno está acostumbrado a hacer cosas buenas por otros, sin esperar<br />
ningún tipo de agradecimiento, consideración o admiración, vive en un estado<br />
al que yo llamo de “cero expectativas”, sos así porque es tu esencia.<br />
Si caes en la tentación de esperar algo, podés llegar a arrepentirte de haberlo<br />
hecho ya que nadie se percató, ni tuvo ningún acto de compensación o de<br />
reciprocidad. Si fuera así, se le restaría valor a tu acción. Diría la biblia: “que<br />
tu mano derecha no se entere lo que hace la izquierda” o sea los actos de<br />
bondad o de caridad son entre tú y nuestro Dios. Y además si es tu esencia,<br />
cada acto estará cargado de energía positiva y atraerá en consecuencia.<br />
Debemos actuar por convicción, porque sabemos que es lo correcto, debemos<br />
participar para bien en la vida de los demás porque somos capaces y<br />
queremos, porque nos sentimos cómodos aportando a la vida de alguien<br />
algo que resulte en un beneficio para su vida.<br />
Esto de ver lo bueno en el otro es porque aprendí a ver lo bueno en mí, no<br />
se puede amar al prójimo si no me amo yo primero. “Amar al prójimo como<br />
a ti mismo” nos decía Jesús, y aunque lo dijo de esa manera, la segunda parte<br />
es lo primero a considerar.<br />
El 30 de agosto pasado, nos dejó terrenalmente Louise Hay, quien me enseñó<br />
a través de su libro “Usted puede sanar su vida”, a amarme y a saber<br />
que todo está bien en mi mundo.