La Bocina Nº 355 - Marzo 2018
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<strong>Marzo</strong> <strong>2018</strong><br />
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ALL BOYS<br />
Once muchachos con hambre de gloria<br />
Cuenta el historiador<br />
Emilio Vattuone<br />
que el All Boys<br />
Athletic Club nace<br />
el 15 de <strong>Marzo</strong> de<br />
1913 en la casa de<br />
Salvador Cincotta,<br />
Bogotá 4158.<br />
Causalmente, los fundadores fueron once: Vicente Cincotta,<br />
Juan Ernesto y Leopoldo Bonanini, Enrique Rusconi, Daniel<br />
Stollinzer, Jerónimo Sifredi, Antonio Boeri, Julio Pereda,<br />
Miguel <strong>La</strong>rrosa, Julio Rodríguez y Arturo Molina.<br />
Dicen que el nombre del club se le ocurrió a Sifredi. En un<br />
reportaje (“<strong>La</strong> Voz del circulo”, de Agosto de 1957), el mismísimo<br />
Vicente Cincotta relató su versión sobre el origen del club:<br />
“Entre todos nuestros juegos, el fútbol era el que más practicábamos;<br />
pero teníamos que hacerlo en algunos baldíos sin equipo<br />
adecuado, lo que dejaba insatisfecho nuestro sueño de practicarlo<br />
con camiseta y zapatos con tapones -como los jugadores<br />
de verdad- y en una verdadera cancha. Un día surgió la idea: ¿y<br />
si fundara un club? En el barrio podía reunir once muchachos;<br />
sólo se trataría de comprar camisetas, darle un nombre y hacer<br />
desafíos con otros barrios. El club vino después, como consecuencia<br />
del equipo. El nombre de All Boys surgió como una<br />
interpretación de la circunstancia: éramos todos muchachos;<br />
sólo que no lo dijimos en nuestro idioma, siguiendo una tendencia<br />
de denominar a las instituciones con nombre inglés".<br />
<strong>La</strong> primera cancha de All Boys se instaló en una fracción de la<br />
quinta de Leopoldo Rígoli, quien les cedió en préstamo, por 8<br />
años, parte de su quinta “<strong>La</strong> Primavera” (comprendida entre<br />
las calles Gaona, Segurola, Morón y Sanabria).<br />
ALL BOYS 1914. parados: Cuneo, Vecchio, Guido Spano, López, A.<br />
Badaracco; centro: Iturri, C. Badaracco, Linder; abajo: Hiller,<br />
Cincotta, Frascoli .<br />
Los fundadores-futbolistas de All Boys ya tenían el terreno para<br />
jugar. Pero debieron ponerlo en condiciones aceptables para la<br />
práctica del fútbol: tuvieron que desmalezarlo, sacar los árboles<br />
(en su mayoría, durazneros) y luego, nivelar el terreno.<br />
Para construir las gradas, se organizó un baile popular en los<br />
salones del Club “Floresta”: recaudaron $ 1.800, pero no les<br />
alcanzaba. Nuevamente, Rígoli cumplió su rol de mecenas y<br />
aportó lo que faltaba para construir una tribuna de madera<br />
techada, de 26 metros de largo, que se instaló sobre la avenida<br />
Segurola. El vestuario era una casilla, que construyeron los<br />
socios Cánepa y Borthiery.<br />
Los “garroneros” ya existían desde los inicios del fútbol. Para<br />
impedir que quienes no pagaban entrada ($0.50 especial, $0.30<br />
mayores y $0.20 menores) pudiesen ver el partido, se extendía<br />
una cortina de arpillera bordeando toda la cancha. Así y todo,<br />
era habitual la parada de carros sobre la calle Sanabria para<br />
ver los partidos desde arriba de ellos. <strong>La</strong>s crónicas de la época<br />
no informan, si los que pagaron entrada coreaban “aquí están,<br />
estos son, los que miran de garrón”...<br />
El mismo año de su fundación, la Federación Argentina de<br />
Fútbol lanza el torneo de tercera división. All Boys participa del