La Bocina Nº 355 - Marzo 2018

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Marzo 2018
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SIN INDUSTRIA NO HAY
DESARROLLO?
¿Cuánto de industria y
cuánto de agro necesita
el país? ¿Se pueden reconvertir
sectores industriales, sin generar
desempleo? ¿Qué rol debería
desempeñar el Estado?
¿Cuál debería ser el rol de la industria
en un proyecto de desarrollo?
Se suele recurrir al dato de la caída
de la participación de la industria en
el PBI como argumento para defender
un modelo basado en el extractivismo
de recursos naturales y el
sector servicios (turismo, serv icios
profesionales, comunicaciones, etc.)
como sectores estratégicos.
La disminución del peso de la industria
no refleja necesariamente un
proceso de desindustrialización. Si la
industria de un país crece al 3 %
anual mientras el PBI crece el 7 %,
significa una pérdida de participación
en el valor agregado total, pero,
¿existe un proceso de desindustrialización?
En primera instancia, no.
Otra razón es que desde los años '70,
muchas grandes empresas, sobre
todo industriales -pero también
comerciales, energía, servicios, etc.-
optaron por desintegrar algunas
fases de sus procesos productivos
(desde la liquidación de sueldos
hasta la investigación, el diseño
industrial y el desarrollo de productos,
la seguridad, distribución, logística,
etc.), lo que se conoce como
"outsourcing". El resultado es un
espejismo estadístico: la mayoría de
las etapas "deslocalizadas" figurarán
en el área de servicios, pero dependen
intrínsecamente de la demanda
de las empresas industriales.
Pero además los resultados difieren
si se considera otro indicador, como
el producto industrial per cápita.
Éste aumentó -en el período 1970-
2015- en los países desarrollados: 18
% Alemania, 41 % USA, 57 % Francia,
24 % Reino Unido, y fué aún mayor
en los países asiáticos: China 1235 %,
Corea del Sur 1230 %.
En cambio Argentina, en el mismo
período, tuvo una caída del PBI
industrial per cápita del 43 %.
Por otra parte, discutir el rol de la
industria implica no sólo analizar su
contribución directa al PBI, sino también
entender cuales son sus aportes
y limitaciones en cuestiones como el
empleo, la formalidad, los ingresos,
la productividad, la generación de
divisas o la innovación tecnológica.
La industria es el corazón del
empleo. En Argentina, uno de cada
cinco puestos de trabajo en el sector
privado formal está explicado por la
industria, que es no sólo el sector
que crea más trabajo de manera
directa, sino el que más lo multiplica,
ya que por cada puesto directo se
generan 2,5 indirectos. Del mismo
modo, la industria tiende a generar
empleos de calidad y bien pagos (un
trabajador industrial gana en promedio
35 % más que el promedio) y
resulta clave para reducir brechas
regionales.
Para comprender la industria argentina
actual es necesario revisar su
evolución. La recuperación experimentada
desde el estallido de la crisis
del 2001 fue importante: aunque
no fue suficiente para alcanzar los
niveles de producción previos a la
dictadura militar, sí permitió mejorar
la performance de los '90 en algunos
aspectos clave. El desempeño, sin