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Zona de raíces: corresponde a la fuente de nutrientes, agua y aire que la planta<br />
necesita para su crecimiento. En forma óptima debiera reunir las siguientes características:<br />
a) Menos mullimiento que la zona de semillas.<br />
b) Una estructura que permita una fácil penetración y actividad de las raíces.<br />
c) No debe ser compacta, con el fin de permitir una adecuada retención de humedad<br />
y difusión de aire y CO2. En lo posible evaluar presencia de pie de<br />
arado y, si existe, romperlo con arado cincel o subsolador escarificado de 5<br />
puntas.<br />
d) En el caso de la cebolla debe tener una profundidad mayor a los 20 cm.<br />
1.2. Efecto de la labranza en las propiedades físicas<br />
del suelo<br />
Al comenzar la labranza de suelo se producen cambios en sus propiedades físicas.<br />
Si las labores se realizan con humedad y equipos inapropiados, los cambios<br />
pueden ser negativos para el suelo o para el cultivo, por lo que el agricultor debe<br />
dar la importancia que merece y elegir el método más apropiado para su situación<br />
particular.<br />
Estructura: se define así el estado de agregación de las partículas de suelo, entendiendo<br />
no solo a los elementos mecánicos individuales (arena, limo y arcilla),<br />
sino también a los agregados o elementos estructurales que se han formado por<br />
la integración de las fracciones mecánicas más pequeñas.<br />
Un aspecto importante que se considerar, es que la mayor parte de las plantas<br />
solo puede expresar su máximo potencial en presencia de baja concentración<br />
de anhídrido carbónico y alta concentración de oxígeno alrededor de la zona de<br />
raíces. Entonces, la velocidad de transferencia de CO 2<br />
desde la zona la raíces a<br />
la atmósfera, como la velocidad del oxígeno a la zona radicular, es propiedad del<br />
suelo (Figura 1.2.). Suelos de textura más arcillosa presentan un menor porcentaje<br />
de macroporos, si se compara con suelos de texturas de intermedia a arenosa,<br />
por lo cual el ingreso de oxígeno y salida del CO 2<br />
es más lento.<br />
De acuerdo con lo anterior, la aireación es importante para decidir el grado de<br />
mullimiento de la preparación de suelo. Si aumentamos el volumen de macroporos,<br />
se mejoran las condiciones de movimiento de aire en el suelo, originando un<br />
descenso en el contenido de anhídrido carbónico. Sin embargo, labranzas excesivas<br />
destruyen la agregación del suelo, reduciendo el volumen de macroporos,<br />
[14] BOLETIN INIA - INDAP