24 Concierto <strong>de</strong>l Ensemble Organum en la se<strong>de</strong> central <strong>de</strong> CajaGranada. Fotografía: Carlos Choin
ALGUNAS COSAS SÓLO pue<strong>de</strong>n llevarse a<strong>de</strong>lante si las servimos y las recibimos como una sincera celebración cultural. Así suce<strong>de</strong> este domingo, en el que el canto gregoriano que hace nueve siglos irradiaron a España dos abadías benedictinas <strong>de</strong>l suroeste francés (San Marcial <strong>de</strong> Limoges y San Pedro <strong>de</strong> Moissac) se nos ofrece no en un recinto religioso granadino sino en uno <strong>de</strong> los símbolos arquitectónicos <strong>de</strong> la nueva ciudad: el edifico en forma <strong>de</strong> cubo <strong>de</strong> Caja Granada. ¿Qué pue<strong>de</strong> ocurrir entonces?: «Que las gran<strong>de</strong>s columnas que sustentan un techo abierto a la entrada <strong>de</strong>l sol y <strong>de</strong> la luz, se conviertan en columnas <strong>de</strong> abadía, en columnas <strong>de</strong> claustro don<strong>de</strong> la oración se hace música y se eleva con el más alto grado <strong>de</strong> espiritualidad» (José Antonio Lacárcel, I<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> junio). Hoy, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los templos, contamos con edificios civiles en los que pue<strong>de</strong> darse «el misterio <strong>de</strong> la encarnación <strong>de</strong>l verbo» (título éste <strong>de</strong>l programa a cargo <strong>de</strong>l Ensemble Organum). Esta tar<strong>de</strong>, en la céntrica Fuente <strong>de</strong> las Batallas, el <strong>Festival</strong> piensa instalar a un baterista solo ante el ruido ambiente. Pue<strong>de</strong> antojársenos una cosa menor, pero bien visto es algo mayor. Lo confirma así el quehacer <strong>de</strong>l protagonista: Gerhard Illi. Va a saltar la sorpresa y la batería no va a ser parte <strong>de</strong>l mobiliario sui géneris urbano: «Illi consiguió <strong>de</strong>mostrar que su batería es un superinstrumento y que es todo un hombre–orquesta […] y lo que es más, [hizo] que este instrumento, que habitualmente es el más ruidoso <strong>de</strong> la percusión, se convirtiera en toda una variedad <strong>de</strong> sutilezas sonoras a veces rozando la dinámica más callada en miniaturas sonoras <strong>de</strong> carácter improvisatorio, a las que el público ofreció no ya su máxima atención sino el más respetuoso silencio» (Pedro Guajardo, La Opinión <strong>de</strong> Granada <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> junio). Y <strong>de</strong> nuevo la calle, y la Catedral como fondo <strong>de</strong> un escenario… y Granada: quizá sólo aquí se pue<strong>de</strong> plantear un triple homenaje a la gran bailaora Carmen Amaya, al poeta Fe<strong>de</strong>rico García Lorca y a Jesús <strong>de</strong> Nazaret. Así se lo propone Juan Andrés Maya, que por algo llega <strong>de</strong>l Sacromonte. No <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> recoger Carlos Arbelos en su crítica que «a García Lorca lo vistió <strong>de</strong> traje blanco y pajarita, con el que bailó la caña; a Carmen Amaya la representó vestida <strong>de</strong> hombre —como a ella le gustaba hacerlo— haciéndolo por alegrías, mientras que la pasión <strong>de</strong> Jesucristo la bailó por tarantos ataviado con túnica» (I<strong>de</strong>al, 25 <strong>de</strong> junio). El crítico asegurará que el duen<strong>de</strong> apareció en la Plaza <strong>de</strong> las Pasiegas, porque duen<strong>de</strong> es «cuando el artista logra dar algo que los <strong>de</strong>más reciben y acogen con conmoción». Y mientras Juan Andrés Maya lleva al aire libre sus homenajes, en el Teatro Isabel la Católica se baila porque sí y en cámara negra (título <strong>de</strong>l espectáculo que dirigen Manuel Liñán y Olga Pericet): «Es el arte por el arte. Todo rigor, todo frescura. Pasado y presente, pero sobre todo 24 JUNIO futuro. […]. Un escenario vacío, negro. Unos músicos a contraluz. Una obra sin fin ni principio. Sólo el juego <strong>de</strong> luces; sólo el vestuario; sólo el compás <strong>de</strong>l baile confieren a la escena una profundidad inabarcable» (Jorge Fernán<strong>de</strong>z Bustos en Granada Hoy, 26 <strong>de</strong> junio). Será el cantaor y crítico Juan Pinilla (La Opinión <strong>de</strong> Granada, 26 <strong>de</strong> junio) quien hará una asimilación poética <strong>de</strong> los cuatro bailaores protagonistas <strong>de</strong> Cámara Negra: «Marco Flores nos pareció un Juan Ramón enamorado en los aires <strong>de</strong> Huelva; Daniel Doña, un García Lorca trazando el mundo en el que <strong>de</strong>seaba vivir sobre las tablas; [Manuel] Liñán, un Miguel Hernán<strong>de</strong>z cautivado por la estética y los i<strong>de</strong>ales, y Olga Pericet, un Luis Cernuda coloreando un espacio sobre el que hizo volar metáforas». 25