REVISTA DE SEPTIEMBRE

Mundo Plural
LA MÚSICA – XXIII
Los orígenes de la música (continuación) – Nerón
Los romanos antes de Nerón no eran individuos refinados ante las artes, como ya lo
he sostenido en esta columna, no tenían imaginación como para el desarrollo musical,
menos un arquetipo melódico.
Ellos se dedicaban primordialmente a la guerra en sus ansias de conquistas. Las
primeras ideas al respecto provino de los etruscos, pero no existía un concepto artístico
de la música, tan solo un acompañamiento de las huestes en campaña y una
base para las coreografías de sus rudimentarios bailarines.
Sin embargo, y como todo aquello que acontece en nuestro diario vivir, las cosas
pueden cambiar eventualmente, o sea a consecuencia de hechos imprevistos, y
apareció un personaje, históricamente denigrado con o sin razón o, mejor dicho,
con y sin razones, que fue emperador a partir del año 54 DdC, antes de cumplir sus
primeros diecisiete.
Se llamó Nerón César Augusto Germánico y accedió al trono a causa del fallecimiento
de su tío Claudio, quien lo había nombrado su sucesor.
Era este sujeto un ser extremadamente tiránico a la par que extravagante, que persiguió
tenaz y cruelmente a los cristianos, tal cual lo recuerda el historiador Tácito.
Pero era un apasionado cultor de la música, muy buen cantante y se dice que su voz
era excelente. Además aprendió desde pequeño a tañer lira y cítara, lo que lo decidió
a presentarse públicamente en juegos compitiendo en estas disciplinas, sin que
se sepa si llegó a ganar alguna de esas competencias.
Su habilidad debe haber sido importante, ya que se convirtió en profesor de esas
artes, tal cual se puede leer en escritos de Cayo (nacido circa 70), más precisamente
en su “De Vita Caesarum”, en el cual narra vida y obra de los últimos césares.
Como hechos negativos se incluye la ejecución de su madre y de su primo Británico,
quien había sido relegado por el padre de este último privilegiando a Nerón en la
selección del César sobreviniente, además de muchísimas otras que lo convirtieron
en un asesino serial so pretexto de preservar el imperio.
En contrario a tales excesos, su fervor musical lo llevó a proclamar que este tipo de
arte debía identificarse con la felicidad de sus súbditos... quienes exhibieron esta
locura como motivo del desprecio por su persona que siguió a su muerte.
No solamente el arte signó su dominio. Fue muy diplomático con los conquistados y
con aquellos a los que no pudo conquistar, mejorando las relaciones con los griegos,
expandiendo fuertemente el comercio y agigantando el tesoro imperial.
Construyó muchos teatros en distintos lugares de sus territorios y propulsó las
pruebas artísticas y atléticas.
Militarmente superó a los partos anexando el imperio que estos habían construido
y sofocó la sublevación de los británicos.