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A la Inversa Marzo 2019

A la Inversa comparte una visión feminista en la máxima de equidad de género para restablecer el equilibrio social.

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PENÉLOPE<br />

Infancia<br />

Giselle Ruiz<br />

Me l<strong>la</strong>mo Espera<br />

No fui Esperanza porque no les alcanzó <strong>la</strong> lengua<br />

No fui Esperanto porque nadie quería hab<strong>la</strong>rme<br />

Algunos me l<strong>la</strong>man Sin tiempo<br />

Y sin tiempo van corriendo <strong>la</strong>s navidades<br />

Como corriendo voy sin los zapatos deseados<br />

Me l<strong>la</strong>man Lastima<br />

Por <strong>la</strong>s agujas que c<strong>la</strong>varon despacio entre el olvido y <strong>la</strong> memoria<br />

Por <strong>la</strong> forma de apretar el paso entre los hombres y sus calles<br />

Me l<strong>la</strong>man Consuelo<br />

Abrazo de otras que no han aprendido a contener el l<strong>la</strong>nto...<br />

Estoy vacía de silencio<br />

El caudal de pa<strong>la</strong>bras se esfuma<br />

Hay cristales de agua rota<br />

Atorados en <strong>la</strong> comisura de <strong>la</strong> ventana<br />

No pueden salir<br />

Los motivos sobran<br />

Más <strong>la</strong>s ganas se escapan<br />

Entre los dedos<br />

A hurtadil<strong>la</strong>s<br />

Casi, como pretendiendo huir<br />

Yo<br />

La errante<br />

Soy <strong>la</strong> fugitiva de mis versos<br />

El deseo de vo<strong>la</strong>r aora con el recuerdo<br />

El recuerdo se hace polvo<br />

La espera se hace abismo...<br />

Soy viuda desde hace diez años.<br />

Ya no tengo nombre, mi nombre se quedó<br />

en el mármol donde está enterrado mi marido<br />

o acaso se lo llevaron en el pico<br />

los pájaros que compré confundiéndolos con ángeles<br />

Les pedí que me llevaran en el pico,<br />

que me partieran <strong>la</strong>s carnes<br />

y me llevaron como migajas en el pico<br />

al cielo.<br />

Pero todos mis canarios murieron,<br />

sólo ensuciaron más <strong>la</strong> casa<br />

y <strong>la</strong> llenaron de un olor a semil<strong>la</strong>s,<br />

a algo que tiene <strong>la</strong> vida encerrada dentro<br />

pero no está ni vivo ni muerto.<br />

No he podido barrer <strong>la</strong>s semil<strong>la</strong>s.<br />

Las dejé sembradas en el piso de <strong>la</strong> cocina,<br />

para ver si crecían aves o un marido<br />

lo que llegara primero.<br />

Pero no pude seguir regándo<strong>la</strong>s<br />

porque ya no tengo manos<br />

mire, no encuentro cómo explicarle:<br />

tenía que pintar mi casa<br />

porque había una mancha con forma de bestia<br />

o demonio junto a mi cama matrimonial,<br />

y otra en <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>,<br />

y otra en el comedor,<br />

así que pinté <strong>la</strong> casa de dieciséis b<strong>la</strong>ncos distintos...<br />

Arely Jiménez<br />

pag.20<br />

Cristina Romero

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