A la Inversa Marzo 2019

EDUCACIÓN PARA LA PAZ
IR
SIENDO
EN
IGUALDAD
No estoy aceptando las cosas que no
puedo cambiar,
estoy cambiando las cosas que no
puedo aceptar.
Angela Davis
El mes de marzo es especialmente intenso
para quienes buscamos construir espacios
de igualdad; el Día Internacional de las
Mujeres genera actividades, foros,
marchas, conferencias que unen y
convocan a reflexionar sobre la situación
actual en que se encuentran los derechos
y las condiciones de vida de las niñas,
jóvenes y mujeres en el mundo, escenario
que me lleva a preguntarme
¿por qué ser feminista hoy?
Sobran personas que afirman que en las
sociedades contemporáneas la igualdad
entre hombres y mujeres es ya una realidad;
sin embargo, no lo es. Vivimos rodeados de
verdades a medias, que sustituyen a la realidad envolviéndola en un velo que cubre los datos, las
historias, los hechos y las voces de la desigualdad. Verdades que al considerarse universales,
invisibilizan lo que sucede con las niñas y mujeres en muchísimos rincones del mundo. Se trata de un
velo tejido por dos hilos engañosos y confusos: el de un principio naturalista, que tiene como base la
“naturalidad” de la heterosexualidad desde la cual supone que somos iguales por un principio de
complementariedad; y, por otro lado, el principio presencial, que asume que, como mujeres y hombres
habitamos las calles, las aulas, los templos, las casas, los mercados, en los que convivimos diariamente,
confunde esta presencia cotidiana y corporal, con la igualdad (Lagarde, M. 2003).
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