A la Inversa Marzo 2019

Con el permiso de los guardianes sagrados de México, con el permiso de los
guardianes y guardianas de nuestros pueblos y de la sagrada familia Moctezuma, que
por herencia histórica nos corresponde, me permito mostrar a ustedes como ejemplo
que puede verificarse históricamente, el rostro sabio de una gran mujer.
Tecuichpo Ixcaxöchitl gran abuela, heredera, mujer indígena con mando y linaje.
Nació en Mexico (Meshi´co) Tenochtitlan (señorío Tolteca circundado por el
Popocatepetl, el Iztaccihuatl, el Zinacantepetl y la Malintzin) el día 11 de julio de 1509,
falleció el 9 de diciembre de 1550. Muy corta su vida, muy grande su obra.
Hija de Moctezuma Xocoyotzin y de la señora Tezalco. Símbolo del poder comunal y
la sucesión histórica, únicamente conocida por la tradición oral, posterior al
magnicidio de su padre gran Tecuhtli, llamado por su pueblo: Moctezuma El
Magnífico.
Cuitlahuac, Tecuhtli de la Gran Confederación de Anahuac (nombre oficial de nuestro
gobierno antes de la invasión de los bárbaros europeos) toma a Tecuichpo como
dualidad, aunque dicho compromiso se hace cuando ella es pequeña. A la muerte de
Moctezuma, muere de viruela tres meses más tarde por contraer infecciones traídas de
Europa.
El Tlahtocan, Concejo de Gobierno, en diciembre de 1520, según la cuenta europea,
designa a Cuauhtemoc como nuevo Tlacatecuhtli, quien es ratificado en febrero de
1521, fecha en que toma por dualidad a Tecuichpo, de 11 años de edad, por motivos de
linaje y de emergencia, debido a la inminente invasión. Ya viuda con un destino claro le
toca presenciar la muerte de los suyos y resistir. Ruda iniciación.
Con Cuauhtemoc recibe el cariño de un gran ser humano, Águila que desciende sobre
nuestros pueblos y de quien recibe varias responsabilidades y consignas entre las que
destacan el haber recibido para su cuidado y custodia más de 400 códices y libros que
se salvaron pertenecientes al Señorío de Texcoco, así como convertirla en guardiana
del secreto de preservar los restos mortales de los gobernantes, señores del Anahuac.
Es la única hija del gran gobernante que logró sobrevivir a la masacre española. Fue
educada desde pequeña para estar consciente de ser la heredera de la misión de
preservar tradición y sabiduría sobre la voluntad de los invasores. Ella encabezó la
resistencia mexica en absoluta clandestinidad.
La demanda de hechos sangrientos, un pueblo al que interrumpe el sitio de los
españoles, la falta de alimento y el continuo abuso sobre un pueblo ajeno a tan bajos
instintos y horrores, Tecuichpo desempeña un papel decisivo en la estabilidad de
Cuauhtemoctzin. Al salir a buscar aliados, son interceptados por Olguín y Ávila,
quienes se disputan ante Cortes el privilegio de la captura.
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