You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
EDITORIAL<br />
La tecnología y la obra...<br />
Las startups que están de rigurosa moda son empresas que tienen fuerte relación con la tecnología,<br />
apuntan a ideas nuevas donde existe una organización humana con gran capacidad de<br />
cambio, desarrollando productos o servicios de gran innovación, siendo empresas de capitalriesgo.<br />
<strong>En</strong> las obras de construcción y sustancialmente hablo de vivienda, la tecnología viene imperando<br />
y se intenta comenzar a instalar en su máxima expresión, buscando acortar los procesos de<br />
producción y mejorando la manida productividad.<br />
La capacidad de cambiar y mejorar está latente, lo veo en los promotores que no se quedan de<br />
brazos cruzados esperando que pase el tranvía…Están con una actitud proactiva y en la búsqueda<br />
permanente del aggiornamiento.<br />
Y cuando nos referimos a capital-riesgo, allí no hay parangón. Ya lo hemos expresado n veces.<br />
El promotor invierte su dinero (él o el grupo que pudo haber armado en derredor) en un proceso<br />
que lleva muchos años, casi un lustro, cuando hablamos sobre propiedad horizontal.<br />
Y dados los costos de construcción, la inversión es millonaria y la incertidumbre es cuantiosa.<br />
¿Quién puede garantizar el éxito del negocio a priori? ¿Quién puede garantizar en tanto tiempo<br />
que transcurrirá, que no sucederán avatares que cambien la ecuación inicial? ¿Quién puede<br />
asegurar el precio del errático y volátil dólar, unas veces a favor del promotor, otras tantas, en<br />
contra? ¿Quién puede asegurar cómo se comportará el mercado, pese a que existan tendencias<br />
en la materia y pese a que se hayan realizado encuestas previas?<br />
Todo es una apuesta al futuro y es una actitud de coraje y emprendedurismo, digno del mayor<br />
destaque.<br />
Y además hablamos de vivienda, no nos referimos a confeccionar una camisa (con todo el respeto<br />
por los que se dedican a dicho rubro). Que sin perjuicio del tiempo que transcurre, ya dicho,<br />
desde que se piensa el negocio hasta que culmina la obra, nos estamos refiriendo sustancialmente<br />
a un bien esencial como la vivienda, bien primario de defensa contra los rigores climáticos;<br />
un bien de intercambio social; de inversión durable y transable; un bien cuya construcción<br />
dinamiza la economía y abate el desempleo; un bien que transforma a su dueño o usuario en<br />
sujeto protagonista de dicha economía que lo rige y que por sobre todas las cosas lo ratifica o<br />
transforma en un ser con sentido de dignidad..<br />
La promoción privada, sépase, paga una carga tributaria importante al Banco de Previsión<br />
Social, además en la promoción tradicional se paga el IVA a la primera venta además del Impuesto<br />
a las Transmisiones Patrimoniales también en primera venta (se nos ha dicho que nos lo<br />
excluían en varios idiomas y seguimos esperando),existe una suerte de duplicación tributaria,<br />
también se aporta por fuera del aporte unificado un gravamen inexplicable y arbitrario a la Caja<br />
de Profesionales Universitarios que no resiste el menor análisis y que las autoridades impuestas<br />
de la situación, no toman partido y varios bemoles más que omito para no cansar.<br />
Moraleja: la industria de la construcción privada en vivienda, no será una startup pero es<br />
trascendente: es un partido excitante para jugarlo, con mucho intríngulis en su desarrollo, con<br />
buenas expectativas muchas veces, con incertidumbres otras tantas (la seguridad en la obra, por<br />
ejemplo), que más de una vez estaría necesitando un “masaje al alma” del gobierno que obre<br />
como estímulo, donde también y como el campo, es castigada por los rigores del clima.<br />
Aníbal Durán