Didáctica 22

¿Qué papel desempeña la industria nacional en este
Plan? ¿Va el estado a impulsar a la industria editorial
mediante su inclusión en la elaboración de los libros
que enriquecerán el Plan Nacional del Libro y la
Lectura?
Por supuesto. Nos interesa en gran medida que se
reactive y fortalezca la industria editorial. Las obras
cuyos derechos adquiera el Plan —o libros que
compre directamente— apoyarán la producción
nacional, al tiempo de enriquecer las bibliotecas y
tambos de lectura.
¿Cómo democratizar la lectura en un país donde,
además de no existir cultura lectora, los costos de
los libros siguen siendo fuertes?
Si bien el Plan se encarga de ferias regionales,
nacionales e internacionales del libro y realizará
publicaciones, el corazón de este lo forman los
mediadores de lectura y los puntos de lectura en
espacios no convencionales. Los mediadores serán
capacitados para que, a su vez, reproduzcan con
docentes y futuros mediadores la metodología
aprendida. También para que medien ante el
público en los tambos de lectura, atrayéndolos,
leyéndoles en voz alta, proporcionándoles
atractivas recomendaciones de lectura.
Consideramos que los costos de los libros son una
limitación, por eso el SRI devolverá todo gasto en
cultura, desde cine hasta libros. Además, habrá
bibliotecas y tambos de lectura para la población.
Sin embargo, creemos también que el costo es
muchas veces un pretexto que sirve para justificar
el poco gusto que muchos tienen por la lectura
de libros.
Créditos: archivo fotográfico del Plan Nacional del Libro y
la Lectura “José de la Cuadra”
Iniciativas en PNLL
¿El Plan Nacional del Libro y la Lectura tiene prevista
la difusión internacional de nuestros autores?
Claro que sí. Precisamente ahora estamos en contactos
para que obras de ecuatorianos sean traducidas al
mandarín y, de esta manera, tengan la oportunidad
de abrirse paso en un mercado gigantesco como es
el de China. Lo mismo haremos con otros países y
lenguas.
¿De qué manera se involucrará a poblaciones como
los profesionales de la salud, las personas privadas de
libertad y otros?
Estamos por firmar convenios con el Mies que, como
se sabe, tiene cientos de “Sí Bebés” en todo el país,
así como personal preparado para trabajar en
el programa “Creciendo con nuestros hijos”, que
consiste en visitas a los hogares, acompañando a
madres gestantes y lactantes. Con el Ministerio de
Justicia hemos dado ya un par de talleres de lectura
y creatividad literaria para adolescentes infractores. Y
aún falta hacer el contacto correspondiente con el
Ministerio de Salud para procurar que las enfermeras
de las maternidades estén en capacidad de leer a
los recién nacidos. La idea es que las futuras madres
y las que ya están dando de lactar les lean a sus
hijos, una vez que comprendan que la lectura en
voz alta los acerca más y que los niños asociarán
lectura con cariño maternal y calor de hogar. Se sabe
ahora con certeza que los niños a los que se les lee
son más inteligentes y seguros que los que no tienen
esa experiencia. Es terrible, además, que se espere
a que estos entren a la escuela para que tengan un
acercamiento a las letras. Se pierde así un tiempo
valioso.
En pocas palabras: ¿qué legado aspira dejar al
país con motivo de su paso como gerente del Plan
Nacional del Libro y la Lectura?
Tengo la ilusión de que este Plan, el primero en la
historia del país, provoque un movimiento potente en
torno a la lectura, que los niños lleguen a la escuela
con muchas lecturas previas así aún no sepan
leer ni escribir, que los adolescentes lean historias
maravillosas en formatos de papel o electrónicos, que
las comunidades indígenas vean retroalimentadas sus
tradiciones mediante libros leídos de viva voz, que las
obras de los escritores ecuatorianos se conozcan en
todo el mundo y sean traducidas a varios idiomas, que
en todas partes florezcan los clubes de lectura, que la
industria editorial vea sus mejores años al producir libros
populares hasta llenar los anaqueles de las bibliotecas
institucionales y también las personales, que en todas
partes donde los habitantes se muevan encuentren
locutores leyendo para el público, lecturas en voz alta
en los sitios más concurridos, libros atractivos en los
tambos de lectura y una multitud de gente, desde los
abuelos hasta los vecinos, desde los pueblos originarios
hasta los barrios marginales, leyendo libros por puro
gusto, escuchando radionovelas basadas en obras
ecuatorianas, asistiendo al teatro donde se interpreten
obras de autores clásicos o contemporáneos
8 Entrevista a Edgar Allan García: gerente del Plan Nacional del Libro y la Lectura “José de la Cuadra”